Crónicas de cuarentena

Los animales y la pandemia (20)

La ciudad de Nueva York es hoy en día el foco más activo de la enfermedad COVID-19 que ha alcanzado unas cuatro mil personas fallecidas.  Pero otra  noticia cautiva  la atención de expertos, en particular de médicos y veterinarios,  y es la confirmación que una tigresa malaya del zoológico del Bronx resultó positiva a las pruebas del nuevo coronavirus.  El asunto es particularmente preocupante porque podría tener incidencias  sobre la llamada trazabilidad de la pandemia.

Las autoridades han indicado que la felina posiblemente fue infectada por un cuidador del zoológico que siendo asintomático dio positivo en los test. Hasta ahora, salvo otros  casos  de un gato doméstico en Bélgica,  además de  un  pastor alemán y una pomerania en Hong Kong no había informes de trasmisión de la enfermedad Covid-19 en animales.  Los análisis indican que se trata de hechos aislados.  

La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales ha señalado que  no hay indicios que las mascotas, como los gatos y los perros, sean  transmisores del COVID -19. Por su parte La Asociación Mundial de Protección Animal recomendó medidas indispensables de higiene y protección  para evitar que las personas contagiadas puedan infectar a los animales.

Ante la posibilidad de transmisión zoonótica,  como ha ocurrido con la gripe aviar y la influenza porcina la Organización Mundial de la Salud, a propósito de la detección del nuevo coronavirus identificado en la ciudad china de Wuhan, elaboró un reporte conocido como “recomendaciones para reducir el riesgo de patógenos emergentes desde animales a humanos en mercados de animales vivos”.

Los veterinarios del zoológico del Bronx han informado que la tigresa y otros felinos evolucionan bien lo cual es sin duda un buen síntoma. La información  sobre la salud de “Nadia”, así se llama la tigresa,  no es la única que acapara la atención de la gente,  pues en las redes sociales otro felino es noticia, se trata del nacimiento de un tigrito de bengala, al que los cuidadores del  Bio Zoo  de Veracruz en México han bautizado con el nombre de “COVID” . Ojalá sigamos teniendo buenas nuevas  en relación a la pandemia y  al  riesgo de zoonosis.

¡Amanecerá y veremos!

Los remedios contra la pandemia (19)

No existe cura conocida contra el nuevo coronavirus. “En la actualidad -han dicho voceros de la OMS- se aplican diversos medicamentos para acortar la enfermedad, mejorar algunas complicaciones y evitar que los casos leves se agraven”.

La efectividad de unos u  otros tratamientos depende de diversos factores como el avance de la enfermedad  en cada organismo infectado,  el grupo etario  del paciente y los recursos clínicos de los que se dispongan  para atender a los contagiados.  Por ahora -para decirlo con el dramatismo del caso- el mundo entero es un gran laboratorio en el cual los “conejillos de india” somos todos nosotros. 

Es así como en diversos países  los  tratamientos incluyen la Clroroquina, empleado en los casos de malaria, el fármaco Rendesivir originalmente diseñado contra el ebola, los bloquedores de virus  Lopanavir y Retonavir, recomendados en los casos de VIH,  la droga antiviral  Interferon Alfa-2B,  una técnica de administración de anticuerpos  a través de  plasma sanguíneo  de personas recuradas a pacientes críticos, y más recientemente, aunque resulte paradójico,  la  Ivermecetina, un compuesto antiparasitario figuran entre la  veintena  de otros ensayos y estudios terapéuticos.  

La OMS en su plan de acción contra pandemias en 2005 advertía que ante una situación de emergencia global, si bien no es factible  detener la propagación de un virus pandémico es factible reducir al mínimo sus consecuencias mediante una preparación previa para afrontar el desafío en virtud que:  “rápidamente podrían sobresaturarse los sistemas de atención de salud, agotarse las economías y perturbase el orden social” –lastimosamente habría que decir que cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

Hay una discusión política y académica, alejada del ámbito de la ciencia médica y de los fríos laboratorios,  y tiene que ver con el funcionamiento de los tipos  de gobierno, las políticas públicas y los sistemas sanitarios con los que cuentan. Gobiernos centralizados versus sistemas de autonomías regionales, ejecución de medidas coercitivas de cuarentena forzada u orientación colectiva para la toma de conciencia comunitaria y régimen de salud pública universal o sistema de financiamiento privado de atención particular.

A pesar de la advertencia de la OMS, hoy por hoy,  la falta de coordinación  de estrategias globales entre los líderes mundiales, la diversidad de medidas adoptadas por diferentes niveles de gobierno en distintos países, regiones y  localidades, la paralización de los procesos de producción de bienes, las precarias condiciones sanitarias, los ineficientes sistemas de atención primaria o la débil capacidad resolutiva de los sistemas de salud pueden terminar incidiendo en que los remedios resulten peor que la enfermedad.

¡Amanecerá y veremos! 

La religión en tiempos de pandemia (18)

Feligreses de las grandes religiones monoteístas elevan sus oraciones, en todo el mundo, para que la humanidad supere la emergencia global producto del avance vertiginoso del nuevo coronavirus. Independientemente la creencia espiritual de cada quien todos anhelamos que se implementen políticas públicas acertadas  y  estrategias sanitarias efectivas para contener la pandemia mientras se encuentra la cura al mal que nos agobia.

Para los católicos la cuarentena tiene lugar en medio de la cuaresma. El Papa Francisco, ante la   desolada Plaza de la Basílica de San Pedro, impartió la bendición “Urbi et Orbi” y ofreció  un  conmovedor mensaje en el que imploró: “Señor no nos dejes a merced de la tormenta”. En Jerusalén, la ciudad sagrada de Israel, El Muro de Los Lamentos ha sido desinfectado en la víspera de la pascua judía. En la antesala de la celebración del Ramadán las ciudades santas musulmanas   de la Meca y Medina, en Arabia Saudita están sometidas a toque de queda y  la visita a los santuarios islamitas ha sido restringida

El culto en pagodas budistas y templos hindúes ha sido limitado igual que en iglesias, sinagogas y mezquitas. No falta quien asegure que lo que ocurre en estos tiempos es un castigo de Dios por los pecados cometidos. Algunos, por fortuna los menos, creen que estamos asistiendo al fin del mundo. No es primera vez la gente se refugia en su fe y  sus  creencias  para enfrentar catástrofes,  pestes y epidemias a lo largo de la historia.

Clérigos, rabinos, predicadores, ministros, monjes, pastores  y practicantes de diversas  sectas y manifestaciones espirituales menos extendidas, y hasta brujos con inusuales rituales,  han debido adaptar y transformar prácticas  y tradiciones  a prédicas  a través de  videoconferencias, cadenas de oración virtual, sermones teledirigidos y chats espirituales en  internet,  en el marco de la contingencia sanitaria.

La historia venezolana da cuenta, en tiempos de la dictadura gomecista y en ocasión de otra pandemia, de  la valiente posición  del venerable doctor José Gregorio Hernández, el  entrañable médico de los pobres,  quien durante  la llamada ”La Peste Española”  alertó que más peligrosa que la gripe misma, era la situación de miseria y las precarias condiciones de alimentación, higiene y salubridad de la población más vulnerable. 

“La fe mueve montañas” reza el dicho popular inspirado en un  versículo bíblico para ilustrar que nada resulta imposible cuando ponemos nuestra confianza en Dios. Hoy fieles y creyentes de diversas confesiones y rituales centran sus oraciones en el triunfo de la humanidad sobre la pandemia. Incluso los más escépticos, y hasta los ateos, cifran su esperanza en que la ciencia y el ingenio humano encuentren la anhelada cura ante la terrible emergencia. Quizás una  dosis adecuada entre ambas expectativas contribuya a la solución del problema.

¡Amanecerá y Veremos!

La tecnología en la pandemia (17)

El empleo de tecnologías de punta en la batalla contra el coronavirus ha puesto en práctica el uso de recursos y distintas herramientas del ingenio humano en un esfuerzo colectivo para enfrentar la pandemia. Es así como el desarrollo de aplicaciones con geolocalización, la videovigilancia con reconocimiento facial, la utilización de la robótica en labores específicas o en empleo de la llamada big data y la inteligencia artificial son la muestra de esa lucha diaria en distintas latitudes del mundo.

Al inicio de la pandemia, en la ciudad de Wuhan, y luego en otras metrópolis asiáticas, utilizaron drones para rociar desinfectantes, y en los mega hospitales que China construyó vertiginosamente emplearon robots para apoyar al personal de salud en las tareas de atención de pacientes contagiados por el nuevo coronavirus cuyos signos vitales eran controlados en tiempo real con termómetros 5G y brazaletes digitales. Corea del Sur recurrió a una app para monitorear a los pacientes aislados y alertar a las personas sanas sobre las áreas o zonas de riesgo.

La tecnología de las cadenas de blokchaim permitió la decodificación del genoma del virus y científicos y laboratorios farmacéuticos trabajan, contra reloj, para dar con la anhelada vacuna. Desde Estados Unidos las gigantes de las redes sociales implementaron mecanismos para contener información falsa o errónea. Así por ejemplo fue suprimida la temeraria recomendación de Nicolás Maduro Moros sobre un remedio casero contra el coronavirus en virtud que no forma parte de los protocolos de atención que instruye la OMS ante la pandemia.

En Brescia en el norte de Italia las impresoras 3-D son utilizadas para fabricar las válvulas de plástico de las boquillas de los respiradores artificiales requeridas en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales. Una iniciativa similar se desarrolla en un esfuerzo colaborativo de voluntarios en Sevilla, al sur de España, quienes fabrican, con las modernas impresoras, pantallas de acetato para las máscaras faciales que requiere el personal de salud en los centros asistenciales.

En Venezuela el gobierno anunció la habilitación de una encuesta a través de la plataforma digital “Patria” que ha sido respondida, según la información oficial, por más de quince millones de ciudadanos y ha permitido identificar a cerca de mil personas que han sido visitadas y evaluadas en la contingencia sanitaria. Todavía es pronto para considerar cual herramienta es la más efectiva o si la combinación de recursos mejorará las perspectivas de triunfo ante la pandemia.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

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