Otro acierto en el mercado de valores

Que la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval) permita emitir títulos valores en moneda extranjera es realmente un cambio económico para celebrar en grande. Liberar el control de cambio y de precios, permitir la libre iniciativa, y abrir el mercado de valores venezolanos, sin recurrir a nuevos endeudamientos, sino a inversión es la combinación de políticas económicas perfectas. Entiendo que los dirigentes de Ron Santa Teresa y del Fondo de Valores Inmobiliarios han sido parte de los propulsores de los cambios recientes en el mercado de valores junto a sus autoridades de Finanzas. Mucho tenemos que agradecer esta actitud de dichos empresarios y de los funcionarios públicos que han hecho posible nuevas condiciones para que todos podamos emprender y producir más en nuestro país.

También se habla de privatizar empresas del Estado y transferir mas actividad económica al sector privado. Este proceso debe hacerse con participación ciudadana a través del mercado de valores y con co-inversionistas corporativos nacionales e internacionales a través de procesos transparentes para que no haya retrocesos, revanchas e inseguridad jurídica en el futuro. El oficialismo también debe negociar con la oposición para superar las sanciones y acordar que los fondos generados por las privatizaciones vayan a un fideicomiso que no debe ser usado en gasto corriente ni despilfarrado por Fonden como en el pasado. El fideicomiso será usado para pagar deuda externa auditada y/o en proyectos de infraestructura pre acordados por las dos partes y congelar los fondos mientras no haya acuerdos políticos ni auditoría apropiada.
Adicionalmente el oficialismo sin necesidad de acuerdos con la oposición debe adelantar reformas en el gasto fiscal y hacerlo mas eficiente. Para ello debe implantar procesos de licitaciones de las obras de infraestructura, y de toda contratación de servicios en todas las entidades del Estado. Todos estos cambios pueden ser ejecutados y no son impedidos por las sanciones. De esta manera el sector privado volvería a tener el peso que le corresponde y a protagonizar el despegue de la economía. Poco a poco el país económico despegaría, y las sanciones económicas tendrían menos efecto ya que la economía privada no está afectada directamente.
El oficialismo y la oposición no han tenido fuerza para eliminarse uno a otro. Pero con una economía en manos de los ciudadanos, producto de un nuevo consenso económico en marcha, esas batallas políticas tendrían menos consecuencias y harían menos daños en el nivel de vida de los venezolanos. Haber llevado la batalla política nacional a una batalla política entre naciones es algo que muestra las fallas a todo nivel de las instituciones democráticas del país comenzando por los partidos políticos. Todas las diferencias políticas debieron debatirse en los partidos políticos, entre los ciudadanos y sus dirigentes de diversos partidos, en las campañas electorales de alcaldes, gobernadores, diputados y presidente, en la AN, y en todos los gremios. Los debates debieron no solo hacerse sino que además realizarse sin amenazas, siempre sobre ideas sustentables y no personas. Con paciencia y sin amenazas. Con debates permanentes a todo nivel poblacional e institucional, muchas de las fallas en la política económica del 2013-2019 pudieran haber sido enderezadas, como lo demuestran los cambios de los últimos meses. Diente por diente y ojo por ojo, e insultos personales, o marchas y prisioneros no permite que germinen las mejores ideas. Las políticas económicas de apertura recientes son un ejemplo como los debates entre el sector privado venezolano y el oficialismo sí producen resultados. Señala el camino para el resto de los factores de la sociedad.
Twitter: @alejandrojsucre

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