El comentario de la semana
Hoy en día revisar los portales de noticias en Venezuela lleva más a leer un parte de guerra que a la ojeada de un hecho noticioso, describiendo con nitidez un escenario oscuro y trágico, digno de la mas cruel historia del mundo. Lamentablemente es en esa realidad donde los venezolanos nos hemos visto obligados a sobrevivir, despertando cada día con una pregunta hace años impensable: ¿sigo aquí o me voy? Hoy, esta es la duda que abruma a miles de ciudadanos del otrora país mas importante de América del Sur, reducido a cenizas por un régimen que ha coartado las más mínimas libertades e incluso la posibilidad de cubrir las necesidades más básicas.
Crisis, enfermedad, destrucción, abandono y muerte son los invitados constantes de la sobremesa, esos que nadie invita, pero que ineludiblemente se cuelan en cualquier conversación y al final la dominan, profundizando cada día la desesperanza y la angustia. Si a esto se le suman los traspiés consecuentes de una dirigencia opositora en muchos casos ciega, ególatra y desconectada de la urgencia de cambio, la decisión esta tomada. ¡Nos vamos! ¡La vida en dos maletas y el ultimo que apague la luz!
Visto así, el panorama es como mínimo sombrío, justificando sobradamente los casi 6 millones de venezolanos que, según un informe sobre la migración venezolana efectuado por Consultores 21 en junio de 2018, han cruzado las fronteras buscando un futuro mejor. Surge entonces la pregunta ¿Será que todo está perdido? La duda y la desesperanza ciertamente han ganado terreno. Sin embargo, en cada rincón del país se levanta diariamente un ciudadano que se viste de coraje y sale a enfrentar la realidad. Lo motiva la esperanza de un país mejor. El país de oportunidades, del empleo digno, de la justicia y sobre todo del regreso, donde esta vez Cruz Diez sea testigo de felicidad y de reencuentros y no de desarraigo e incertidumbre.
Ciertamente Venezuela se debate hoy en un escenario donde coexisten, entre otros, el indiferente, el oportunista, el oficialista aun convencido y el dirigente tradicional, más al acecho de un cargo público, que enfocado en la búsqueda de un real cambio político. Pero existe igualmente una realidad ineludible, destacada por el Centro de Estudios Políticos UCAB (2017): más del 80% de los venezolanos aspira a un cambio. Y más importante todavía, por lo menos el 75% de los venezolanos afirma tener el poder para empujar ese cambio.
Ese es el venezolano que sigue en pie. Ese es el ciudadano que aun con todo en contra apuesta por un país que hoy reclama de sus hijos la fuerza y la entereza para salir de la crisis. Ese es el dirigente honesto, que los hay y muchos, que anteponen su natural y totalmente justa aspiración política, en favor de luchar honradamente por salir de un régimen totalitario, usando solo la fuerza de las ideas, los ideales democráticos y la real experiencia de calle.
Esta es la otra cara de la realidad. La realidad, entre otros, de los profesionales de la salud, que aun con recursos inexistentes y en medio del peor escenario dan lo mejor de si para paliar en algo el dolor de sus pacientes, la de los maestros y trabajadores de la educación que día a día no solo imparten conocimientos, sino cultivan almas y corazones profundizando ética y valores, la de los profesionales agropecuarios que siembran y crían el sueño de alimentos de calidad al alcance de todos. Es la realidad en fin de los venezolanos honestos, que trabajan por ese futuro posible.
Esa otra realidad, esa mayoría de venezolanos que apuestan por una Venezuela distinta avalan lo que hemos escuchado más de una vez: Los buenos somos más. Existen por lo menos 30 millones de razones para continuar. Hoy firmemente vale la pena seguir hasta impulsar el cambio. Entonces ante la duda inicial de seguir o salir, la decisión es clara: ¡Vale la pena quedarse!
Cabe preguntarse entonces que hace falta para lograr el cambio. Y la respuesta no puede ser más simple: Unidad. De todos los venezolanos, sea cual sea el escenario en el que se desenvuelvan. Pero no unidad solo con fines electorales. La verdadera unidad. Unidad por el país, unidad de propósito y objetivos. Unidad para superar al régimen que hoy oprime y desmoraliza. Unidad por la Libertad de todos los ciudadanos. LIBERTAD. Con mayúsculas y sin condiciones.
Referencias:
Consultores 21: Estamos viviendo el mayor éxodo poblacional que haya conocido Venezuela. En: El Pitazo. Disponible: http://elpitazo.info/ultimas-noticias/informe-de-consultores-21-estamos-viviendo-el-mayor-exodo-poblacional-que-haya-conocido-venezuela/.
Centro de Estudios Políticos UCAB. (2017). Una nueva Narrativa para Venezuela.