Pasar al contenido principal

Opinión

Edgar Benarroch

HENRIQUE CAPRILES: ¡ME ROBARON LAS ELECCIONES!

En las elecciones presidenciales para culminar el periodo que concluyó en enero de 2019 se enfrentaron Nicolás Maduro y Henrique Capriles. Estuve muy atento al desarrollo y resultados electorales y todas, absolutamente todas, las encuestas realizadas días y horas antes del acto de votación daban ganador a Maduro y los Exit Polls (sondeos a boca de urna realizados a votantes inmediatamente después de haber sufragado y salido del local de la mesa) realizados presentaron el mismo resultado y efectivamente ganó Maduro con una diferencia de 1.5% de los votos válidos emitidos sobre Capriles. Conocido el resultado, Capriles le hizo observaciones, pero todo quedó allí y Maduro fue declarado Presidente Electo.

Ahora, últimamente Capriles declaró ¡Me robaron esas elecciones!. En función de mi seguimiento y a todas las informaciones recibidas, no se produjo tal robo, simplemente ganó Maduro, aunque por muy escaso margen.

La afirmación de Capriles me impresiona, alarma y confunde. Si efectivamente él tenía las pruebas de haber ganado y le robaron el triunfo, ¿Por qué no reaccionó?, declaró también que para evitar muertos. Un demócrata de convicción y auténtico nunca debe admitir que le roben la elección y quedar tranquilo, ese es el momento en que se debe jugar el todo por el todo, si es posible y necesario entregar la vida. Capriles nunca presentó pruebas fehacientes del robo y ahora sale con esa preocupante declaración. Pienso que el régimen dejó correr la versión del robo para transmitirle al país que ellos son como Jalisco, “si pierden, arrebatan” y convencernos que nunca dejarán el poder, ni por las buenas ni por las malas, y de esa manera desestimular el ejercicio del voto, ¿Para qué votar, si ellos pierden y se roban el resultado?.

Lo que me confunde es que Capriles, sin ningún tipo de pruebas, se haga eco de ese robo que en nada ayuda a que el país asista masivamente al acto de votación en las próximas elecciones del siguiente año, lo que sin lugar a duda conviene al país y en particular a la oposición.

Manifiesto mi confusión por la afirmación de Capriles, me llena de muchas interrogantes: ¿Por qué ahora diez años después y a un año de las próximas elecciones ?, si fue cierto el robo, ya eso se consumó y palo dado no tiene desquite y además ¿Qué se puede hacer hoy? ¿A quién beneficia tal afirmación?, creo que a la oposición no. Pienso que el tiempo irá despejando estas dudas.

El próximo año se deben realizar elecciones y todos tenemos el derecho y también el deber de concurrir a ellas masivamente con la convicción que es por la Patria; en la medida que votemos el mayor número de personas, la seguridad de salir de lo que tenemos es mayor y el régimen lo sabe y por ello hace todo lo posible para vender situaciones que produzcan en el elector desanimo y pesimismo y nos lleve a no ejercer el sagrado deber del voto. Por eso debemos cuidarnos en sumo grado y estar muy pendiente de lo que decimos y hacemos, máxime si se es dirigente nacional que se entiende debe orientar debidamente a la ciudadanía.

Espero que Capriles no insista en su declaración que, en nada, a mi entender, ayuda a la alternativa válida frente a este totalitario régimen y en consecuencia tampoco al país.

No podemos, por ingenuos, ayudar a este régimen y por ello debemos pesar y analizar muy bien lo que decimos y hacemos, salvo que se quiera efectivamente ayudarlo.

17 de marzo 2023

LA REVOLUCIÓN DE LA INTELIGENCIA

El Dr. Luis Alberto Machado fue Ministro de Desarrollo Intelectual de nuestro país desde 1979 hasta 1984 (Presidencia de Luis Herrera Campíns), en ese tiempo quiso dejar el camino despejado para que se transitara y se llegara a buen puerto seguro. Muy lamentablemente los gobiernos que sucedieron al de Luis Herrera no manifestaron ninguna preocupación por el tema y de esa manera lo iniciado por el Dr. Machado se quedó en el pasado y olvidado hasta ahora.

Una vez hablando con Luis Alberto, mas o menos me dijo que la inteligencia era como una semilla fértil, buena y nueva que al caer en terreno adecuado da un inmenso árbol frondoso de hermosos frutos que no mueren, sino que dan origen a nuevas semillas y renovados frutos. Si aceptamos la definición comparativa del Dr. Machado, debemos entender que lo primero por hacer, para luego buscar la semilla, es acondicionar el terreno para hacerlo fértil y esa es una tarea de todos, pero primordialmente del Estado que debe disponer de los recursos necesarios para la atención adecuada del terreno, conseguir las semillas, estar permanentemente pendiente y cuidando el árbol y tomar los frutos adecuadamente.

Digo que los gobiernos que sucedieron al de Luis Herrera no tuvieron preocupación por la inteligencia del pueblo, pero el que tenemos llega al colmo, no solo no se preocupa por la inteligencia, sino que se dedica a destruirla cuando ella aparece.

Por inteligencia se entiende la capacidad de lógica, comprensión, auto conciencia, aprendizaje, crecimiento emocional, razonamiento, planificación, creatividad, pensamiento crítico y resolución de inconveniente y problemas. Todos esos elementos que integran la definición de inteligencia a este régimen les estorban y molestan por eso no sólo no los promueven, sino que los entierran. Desean un pueblo inculto, sin educación, desinformado o mal informado, hambriento y con problemas de subsistencia, para de esa forma facilitar el control haciendo depender a todos de las bochornosas dádivas del Estado, como mecanismo de sujeción y sometimiento.

Los comunistas tienen como estrategia primaria ahondar la crisis con la pretensión que cuando ella explote nazca el comunismo. Esto que tenemos parece que trabaja en ello, han profundizado hasta más no poder la problemática nacional, al extremo que lo que estaba bien ahora está mal y lo que estaba mal ahora está peor. Ya está bueno ya. Salgamos cuanto antes del desastre y la debacle donde nos tienen para empezar a construir el país que todos deseamos donde se privilegie el Bien Común y la Justicia Social.

Le corresponderá a la generación que se encargará de retornarnos a la libertad, a la democracia, al bienestar y al progreso, retomar las banderas de la inteligencia para todos.

16 de marzo 2023

DESINFORMACIÓN Y POSVERDAD

Hace unos días un amigo presentó en el Teatro de la Ópera de Maracay, “El teatro negro de Praga”, le dije, por supuesto, días antes de la presentación, que notaba poca o ninguna publicidad en radios o escrita y me contestó, “estoy agresivamente en las redes y eso lo resuelve todo”. No se llenó el teatro, pero la asistencia fue importante. Eso dicho por un hombre que se mueve intensamente en la publicidad y medios de comunicación, debe tener mucha consideración, reafirma la importancia y penetración de las redes y por allí se informa y desinforma, se dice la verdad y la mentira mil veces y se crea opinión.

Este régimen, que por desgracia aún tenemos, tiene clara conciencia de las redes y le atribuye un rol preponderante, no nos percatamos que es el régimen quien habla porque trabajan en el anonimato y no firman nada. Tienen montado un laboratorio macabro que integran rusos, iraníes, cubanos, chinos y fundamentalistas de diversas disciplinas y que son expertos en la desinformación y posverdad para crear opinión. Ese laboratorio trabaja día y noche, todo el día y todos los días para el logro de sus detestables y deshonestos objetivos. Contaminan diariamente las redes para crear inconvenientes, frustraciones y confusiones en la poca capacidad de la sociedad civil, porque no se distingue la verdad de la mentira.

Ellos tienen una estructura íntegramente montada para manipular las redes, allí se resalta mil veces la mentira con el propósito de transformarla en verdad, al mejor estilo hitleriano. Pretenden vender una gestión de gobierno exitosa y presentar un país sin problemas y en recuperación, pero la realidad es terca y dura y la vivimos a diario. Ellos piensan que somos distraídos y tontos y por ello nos bombardean a diario con sus imaginaciones contrapuestas y muy distantes de la dura realidad. Todo ello busca predisponernos entre nosotros, originar confusiones creando problemas inexistentes, realzando una gestión oficial muy difícil o imposible de vender, apuñalando a la oposición y a sus dirigentes y buscando diferencias entre nosotros: divide y vencerás.

Ante esta arremetida, que no es nueva, tiene años funcionando, debemos estar muy atentos a la lluvia tormentosa de desinformación del régimen a través de las redes. Ellos repiten hasta la saciedad y mil veces más, piensan que algo queda.

Me he enterado que gente más o menos informadas se asombran y preguntan sobre especies claramente giradas por el régimen y lo que es peor, algunos las dan por verdad. Los del régimen no firman nada, solo tratan de meter sus contenidos si es posible a martillazos des informativos y son una especie de anónimos, mensajes apócrifos y subliminales que penetran nuestras mentes sin darnos cuenta de ello, pero hacen lo suyo.

Hay, muy lamentablemente, casos en los que aparecemos como difusores de lo emanado del régimen sin saber que viene de allí, pero lo damos por cierto porque alguien lo dijo y luego aparecieron cientos diciendo que eso era verdad, no nos percatamos que es una orquesta la que trabaja.

El régimen vive de la mentira y la propaga porque no tiene verdad que decir. Ponen la imaginación a volar para ver cómo confunden y distorsionan la verdad y crean la falsedad y la posverdad que choca y se estrella contra la irrefutable realidad. Estemos muy atentos porque en estos tiempos se arreciará la arremetida de la falsedad y la mentira.

15 de marzo 2023

 7 min


Ignacio Avalos Gutiérrez

A estas alturas del Siglo XXI, resulta insólito, por no decir absurdo, que el 8 de marzo de cada año se conmemore el Día de la Mujer y que el mismo sea dedicado a reclamar su participación igualitaria, sin discriminaciones que le afecten su vida dentro de la sociedad. Luego de muchos años de reclamo, se ha avanzado, desde luego, pero da vergüenza constatar que las personas del aún calificado “sexo débil”, encaran obstáculos incomprensibles, se miren por donde se miren. Como creo haber escrito en otras oportunidades, el machismo todavía goza de cierta salud, la suficiente para disponer del oxígeno necesario para persistir en la idea, cada vez con menos éxito, por fortuna, de que la masculinidad debe vertebrar la sociedad, hasta en lo que atañe a la esfera deportiva.

El deporte en la antigüedad

El deporte existe de diversas maneras, desde el principio de la historia humana. En las antiguas civilizaciones se practicó, moldeado por ciertas normas, muy rústicas que toleraban la violencia entre los atletas, al extremo de que en el antecedente remoto del boxeo, por citar un caso, la victoria en una pelea se alcanzaba matando al contrincante.

Con relación al tema que pretendo abordar en estas líneas, un rasgo central del deporte fue, sin duda, su concepción como una actividad exclusiva para los hombres, mientras las mujeres eran dejadas de lado y no podían figurar ni siquiera como espectadoras de los eventos que se realizaban

El barón Pierre de Coubertin

El deporte moderno, el que con sus mutaciones, algunas nada menores, se ha mantenido hasta nuestros días, nació a mediados del siglo XIX de la mano del Barón Pierre de Coubertin, quien lo civilizó, según lo han señalado diversos estudiosos del asunto. Mediante la redacción de la Carta Olímpica dispuso su organización asumiendo las particularidades de las diferentes disciplinas, redactó un conjunto de normas articuladas en torno al principio del “fair play”, envuelto en el lema de que lo “importante no es ganar, sino, competir”, hoy en día obsoleto hasta en el espacio amateur, incluyendo sus categorías infantiles, en las que el balompié comienza a asomar su rostro mercantil.

En lo que si no vario el deporte fue en la idea de entenderlo como una actividad exclusivamente masculina. Sin que mediara recato alguno, y para que no hubiese lugar a las equivocaciones, Coubertin expresó lapidariamente, que “… el deporte femenino no es practico, ni interesante, ni estético, además de ser incorrecto”. Y, por si fuera poco, agregó que “ellas solo tienen una labor en el deporte: coronar a los ganadores con guirnaldas”. A partir de esta suerte de apreciación teórica, hubo de correr un buen tiempo para pudieran participar, pero apenas como parte del público. De esta manera, el deporte no hacia sino replicar y reforzar la masculinización característica de aquella época, otorgándole carta blanca al dominio de la virilidad.

Sin embargo, los movimientos feministas que han ido emergiendo en otros escenarios de la vida social han llegado también, aunque con retardo, al deporte. De a poco fue aceptándose la participación de las mujeres en las distintas disciplinas y lo ocurrido en el transcurso del presente siglo prueba que la huella femenina se ha profundizado en las distintas canchas y estadios.

Las cosas han variado, así pues, y se ha ido reduciendo su exclusión histórica, aunque todavía falta para poder hablar de condiciones que aseguren la plena igualdad,

El fútbol

Las palabras anteriores también abarcan, con sus especificidades, al fútbol, uno de los deportes que más ha entrabado la participación femenina, comparado con otras disciplinas (tenis, volibol, natación, atletismo, basketbol….)

Las cosas han tardado en cambiar, la demora se mide en décadas, pero se han abierto algunas puertas las modificaciones en virtud, sobre todo, del esfuerzo que han realizado las propias mujeres, destruyendo o gambeteando las barreras colocadas por el “machismo ideológico”, edificado, da la impresión sobre el alto nivel de testosterona de los hombres. Han logrado, así pues, ser tomadas en cuenta, pues no solamente conforman la mitad de la audiencia en los espectáculos más relevantes, como lo demostró el reciente Campeonato Mundial, celebrado en Quatar, sino que han entrado en los campos de juego en la mayor parte de los países del mundo, siendo muy pocos los que se lo tienen “prohibido”. Por otro lado, han proliferado las competencias femeninas, incluyendo varias ediciones del Campeonato Mundial, y se han establecido ligas internacionales y nacionales en diversas categorías, dejando ver un panorama impensable hasta hace poco. En este sentido, Venezuela es un ejemplo de cómo ha evolucionado el fútbol femenino, tanto que me atrevería a sostener que a nivel internacional está bastante mejor ubicado que el de mis colegas varones.

Obviamente no todo es miel sobre hojuelas. El balompié femenino no alcanza la importancia que se le brinda al masculino, tal como lo muestra, entre otros aspectos, el enfoque mediático. Los aspectos laborales marcan distancias enormes entre uno y otro sexo, no sólo en los sueldos, en los que la brecha es espantosa, sino en los contratos, tan es así que ciertos analistas temen, por ejemplo, que se establezca la firma de acuerdos con cláusulas anti-embarazo. Por otra parte, los prejuicios y reservas no cesan de llover: que si masculiniza a las mujeres, que si es inconveniente para el cuerpo femenino y específicamente para la maternidad, que si hay disciplinas más acordes con su sexo, y por allí sigue la lista de advertencias, hasta terminar recomendando que al balompié femenino se le califique como un deporte “distinto”. Dicho sea de paso, Josph Blater, el inefable ex Presidente de la FIFA, llego al atrevimiento de recomendar cierta vestimenta para las jugadoras, un poco más sexi y atrevida, con el objetivo de hacer los partidos más “atractivos”.

En síntesis y como se ha escrito hasta el cansancio, el feminismo requiera también que surjan nuevos modelos de masculinidad.

HARINA DE OTRO COSTAL

(PSICODATA)

Uno se da cuenta, sin tener que ser muy ser muy perspicaz, que el suministro de información suficiente y confiable no es, precisamente, una fortaleza del gobierno actual, que las cifras se esconden, se inventan, se manipulan, y se resignifican, con la intención sustentar la idea de que “Venezuela se Arregló”, haciendo énfasis, sobre todo, en los aspectos económicos. Por otro lado, uno también está enterado de que hay diagnósticos venidos desde algunos sectores que reflejan el mismo pecado, fotografiando al país desde la acera contraria a la del oficialismo.

Pero afortunadamente se encuentran al alcance de la mano otros análisis que cuidan su independencia, que nos brindan otra visión, más objetiva, de la realidad, y más parecida a la que siente el ciudadano de a pie, a través de su propia vida de cada de cada día

Digo lo que digo a propósito de Psicodata, un análisis que calza en este último grupo de estudios, elaborado recientemente por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). El mismo busca mirar el paisaje nacional desde otro ángulo, distinto al económico, usual en los informes que llegan a nuestras manos. Como señalan sus autores, presenta un diagnóstico que corre la cortina y revela el país que somos desde el punto de vista psicosocial, identificando, midiendo y explicando catorce de sus dimensiones.

Un texto imprescindible, no hay duda. Nos amplía la visión del entorno en que estamos situados, mediante una radiografía que permite ver lo que sentimos como consecuencia de lo que vivimos.

Hay, pues, que tenerlo unas cuantas semanas en la mesita de noche.

El Nacional, jueves 16 de marzo de 2023

 5 min


Jesús Elorza G.

Por fin, por fin logré resolver el problema de la educación, gritaba emocionado Nicolás en su despacho presidencial.

¿Qué pasó mi amor? ¿Cómo lograste resolver ese nudo gordiano de la crisis educativa que heredamos de la IV república y se agravó con el cerco imperialista al que hemos estado sometidos?

-Déjame decirte que estaba plácidamente tomándome mi whiskisito de la tarde, escuchando las recopilaciones musicales de Billo Frómeta en las que combinaba temas con diferentes ritmos o melodías y se me prendió el bombillo para proponer una acción orientada a resolver, en corto plazo, la crisis de la educación.

Carajo mi amorcitico, no creo que haya sido un bombillo, el peo educativo es tan grande que, a lo mejor lo que se te prendió fue un reflector o las torres de alumbrado del Estadio Universitario.

-No te burles que estoy hablando en serio. Te repito que escuchando a Billo vi clarito el camino para impulsar la educación revolucionaria por encima de la crisis generada por el imperialismo y la oligarquía golpista del país.

¿Y….?

-Voy a ordenar que se implante desde ya en el ministerio de educación “El horario mosaico”

¿Qué vaina es esa? .. Ayyy mijo tú lo que estas es prendío por los whiskys y no alumbrao por un bombillo. Explícate mejor.

-Bueno, con ese horario superaremos el reclamo de los educadores por mejores salarios. Ya que no les voy a aumentar nada, sino que les voy a reducir la carga horaria. Por ejemplo, la hora clase la reduciremos de 45 minutos a 35. Los días de trabajo a 3 por semana y si la protesta continúa, me dejo de vainas y los reduzco a dos por semana. Así tendrán tiempo para buscarse otra chamba y aumentar sus ingresos.

Que grande eres mi amor, vas enrumbado al Premio Nobel. Ya mandé a comprar un regalo para ti “Los 47 mosaicos de Billo” para ver si sigues alumbrao y le buscas solución a los otros problemas que nos ha generado el bloqueo.

Al conocerse la propuesta de Nicolás y su ministra de educación, las protestas en todo el país no se hicieron esperar. El rechazo al nuevo horario fue unánime: obreros, empleados, docentes, padres y representantes consideraban una burla o irresponsabilidad gubernamental la propuesta, puesto que la misma solo contribuiría a profundizar la crisis educativa al dejar de lado, sin respuesta alguna, los múltiples problemas que afectan al sector educativo del país. Cabe señalar que, con el paso del tiempo, el modelo ideológico-político de este régimen, ha generado un conjunto de profundas distorsiones y desequilibrios que, irremediablemente, condujeron al país a una "emergencia humanitaria compleja”, es decir, una emergencia que se prolonga en el tiempo y afecta considerablemente todos los ámbitos de la vida humana.

En el año 2018, la Asamblea Nacional declaró la "Emergencia Humanitaria Compleja de la Educación en Venezuela” como consecuencia de la inexistencia del Estado docente, la desvalorización del trabajo pedagógico, el irrespeto a la autonomía de los gremios, la violación de los derechos laborales, la migración de docentes, la gravísima deserción escolar, la casi inexistencia de programas de asistencia al estudiante, el incumplimiento de la obligación de inclusión educativa para los pueblos indígenas, la instrumentación de prácticas de persecución y acoso laboral con trasfondo partidista, la imposición de modificaciones al currículo escolar con sesgo ideológico y la vulneración de la autonomía universitaria en todas sus expresiones.

De acuerdo con los resultados de la última encuesta ENCOVI de la UCAB, en los últimos nueve años la cobertura educativa general para los jóvenes entre 3 y 24 años cayó diez puntos porcentuales, pasando del 73 por ciento al 63 por ciento. Solo en el último año, 190 mil alumnos abandonaron el sistema educativo. Se estima en más de 1,5 millones el número de alumnos que permanecieron fuera del sistema educativo durante el período 2021-2022. Esto significa que casi la mitad de los niños entre esas edades está fuera de la educación inicial.

Otra de las denuncias que hacen los trabajadores de la educación es el relacionado con la escasez del personal docente y su cualificación. Al señalar que, el año escolar 2022-2023 se inició con un déficit de 57 por ciento de profesionales de la docencia en las especialidades de matemática, física, química, biología, historia, literatura e idiomas. En 2021 se graduaron en promedio 90,2% menos profesores que en 2015. El salario del docente, a nivel universitario, que inicia su carrera profesional perdió el 95,9% de su valor en los últimos 25 años. Debe reunir dos años de su salario para igualar el monto que ganaba mensualmente un profesor de su misma categoría en 1997. Más de cien mil docentes abandonaron el sistema educativo entre los años 2015 y 2020. Los bajos salarios, la dolarización y la migración forzada son los factores que fundamentalmente explican la deserción de los educadores. un 55 por ciento de los docentes en el país desarrollan otro tipo de actividades para poder cubrir sus necesidades básicas, ya que los salarios como profesionales de la docencia no les permite tener acceso a mejores condiciones de vida.

“Estudiar entre ruinas” es el calificativo empleado por los docentes para referirse a la caótica situación de la infraestructura de los centros educativos: alrededor de 59 por ciento de los planteles encuestados presentan graves problemas de infraestructura, originados por un desgaste natural, pero también por la falta de mantenimiento preventivo y correctivo. Es una constante la presencia de filtraciones, techos caídos, baños inoperativos, falta de pupitres y un precario acceso a servicios públicos especialmente de agua potable, aguas servidas, gas doméstico y electricidad.

Resolver la crisis del sistema educativo generada por un mosaico rojo-rojito de problemas, va mas allá de un sistema flexible de horarios. Dejar de atender esta compleja realidad tendrá lamentablemente severas consecuencias negativas en las posibilidades de desarrollo futuro del país. Corregir cuanto antes, esta emergencia humanitaria compleja, es una prioridad para todos los venezolanos.

En respuesta al mosaico del régimen, los educadores en la calle reclamando sus derechos le responden con otra de Billo: “Ese disco se rayó / ese disco se rayó”.

 4 min


Carlos Machado Allison

Tras un prolongado lapso se anuncian las elecciones de autoridades en la Universidad Central de Venezuela. Han sido años oscuros para la institución que ha navegado entre el afán de destrucción sistemática orquestado por el gobierno y la carencia de un liderazgo firme y consistente en su interior. Muchos docentes e investigadores se han ido a otros países en procura de condiciones más adecuadas para enseñar y generar nuevos conocimientos o simplemente para percibir una remuneración que satisfaga las necesidades de sus familias. La matricula estudiantil ha disminuido, las instalaciones han sido víctima del hampa y de la carencia de recursos para mantenerlas. El panorama es desolador y sin embargo, con una tenacidad encomiable, aún persisten cátedras, laboratorios y profesores que brillan entre las penumbras y acompañados por buenos estudiantes y dedicados empleados están todos animados por la esperanza de rescatar a la universidad.

En sus 300 años de historia varios gobiernos han intentado silenciar las voces disidentes que inevitablemente dimanan de las universidades porque en su esencia misma se encuentra la pluralidad y en la incesante procura de nuevas ideas y tecnologías, ocurren choques con el orden establecido, el autoritarismo y los dogmas. La humanidad está viviendo bajo una revolución tecnológica que en buena medida se ha incubado en las universidades y la aprovechan aquellas sociedades que han entendido y aceptado que el progreso económico y social de sus países depende en buena medida de la existencia de los centros de generan, adaptan y difunden nuevos conocimientos. Esta situación demanda gobiernos que entiendan el papel de la ciencia y al interior de las universidades, autoridades con credenciales académicas y liderazgo, capaces de orientarlas por las rutas que esta nueva revolución impone.

Varios profesores han anunciado su aspiración a dirigir la UCV. Tarea preñada de obstáculos en estos días aciagos y que sólo podrán tener éxito si están acompañados por un equipo coherente y un plan de acción viable. La UCV necesita cambiar y ajustarse a los nuevos tiempos, incrementar su autonomía financiera y abordar los retos del siglo XXI con nuevas formas de organización y modos de relación con la sociedad civil, en particular con los productores de bienes y servicios. Pero aún no vemos esos planes y propuestas e invitamos a los aspirantes a presentarlos a sus colegas.

Carlos Machado Allison

Profesor Titular

Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales

 1 min


Guillermo Mendoza Dávila

Las empresas nacionales, léase sus líderes y su gerencia enfrentan un reto transcendental. Conducir las organizaciones hasta su objetivo en las circunstancias actuales es una tarea titánica. El entorno internacional está sumamente enrarecido con la inflación y decrecimiento de la economía post pandemia, el alto costo de la energía por la invasión de Ucrania y las disrupciones en las cadenas de suministros, en gran medida por los efectos del Covid en China.

A eso le sumamos la realidad nacional, con una prolongada recesión y alta inflación, ambas heridas autoinfligidas, en un modelo de manejos fallidos y decisiones de orientación política más que social y económica. Ahora bien, amigos empresarios rendirnos no es una opción. Debemos asumir con resolución el rol que la situación reclama de nosotros. La pregunta es, ¿qué podemos hacer? Vamos a tratar de responder de forma sucinta, los más corto y concreto posible.

Sine qua non, toda empresa debe caminar de la mano de una estrategia comercial certera, vigente, que persiga la creación de valor para sí misma y para sus clientes. Una oferta atractiva con elementos diferenciadores que permitan satisfacer necesidades del mercado. Ergo, vender. Sin esto, todo lo que sigue a continuación está de más.

¿Qué quiere mi cliente de mí, cómo me diferencio, es por precio, por calidad, es la marca, variedad, tiempo de respuesta, por garantía o por servicio? Saberlo es obligatorio. Debemos estar al tanto de cómo lo atiendo y cómo le gano a mi competidor. Contestar con claridad, ¿por qué me va a comprar a mí y no a otro? Si tengo esa respuesta, tengo grandes posibilidades de éxito.

La agilidad y sentido de urgencia en la adopción de estrategias y toma de decisiones es crucial. Nunca como hoy importó tanto aquello de no dejar para mañana. También, hay que adoptar la digitalización y automatización de los procesos y la información, lo que permite responder con mayor eficiencia en las operaciones y tener los datos a la mano, actualizados y prestos para ayudar a analizar la gestión y actuar.

Los costos y gastos deben revisarse y controlarse para minimizar las erogaciones. De igual forma, hay que trabajar de cerca con los proveedores y desarrollar alianzas para que no falten los insumos, sin incurrir en excesos de inventario. No habiendo mayores opciones de financiamiento externo disponibles, debemos preservar el efectivo, ya que es la principal arma en tiempos como estos. Cash is King.

Dejo para último el elemento de mayor trascendencia. Hay que rodearse de los mejores que podamos costear. Profesionales que conozcan y compartan los objetivos de la organización y que puedan alcanzar su satisfacción personal y profesional en el duro devenir de su desempeño diario, ayudando a conducir este pesado barco a puerto seguro, en un entorno de directrices claras y flexibilidad en su ejecución.

Los líderes deben tener la capacidad de reconocer el potencial y sacar lo mejor de cada individuo. Inculcar en sus colaboradores el porqué de lo que hacen, inspirarlos con su visión y lograr su compromiso, promoviendo y fomentando innovación y productividad. Muchos entre nosotros se han visto forzados a renunciar, a tirar la toalla. Pero otros siguen aquí, luchando en la adversidad con la dirección que aún lo permite. ¿Qué hacen ellos bien?

El éxito se alcanza cuando se logran las metas. Solamente con el liderazgo adecuado y un equipo muy comprometido se pueden dar esos resultados. Para superar los tiempos de crisis el liderazgo empresarial debe proporcionar el ejemplo, enseñar el camino, motivando a las personas a trabajar juntas para lograr el fin común, invirtiendo tiempo y recursos en su equipo para que produzcan su mejor desempeño, con agilidad para decidir y manteniendo siempre el enfoque comercial.

guillermomendozad@gmdconsultor.com

 2 min


Víctor Álvarez R.

La espiral inflacionaria sigue pulverizando el valor de la moneda nacional. Quienes ganan un salario fijo en bolívares son los principales perjudicados de esta brutal depreciación. El último aumento del salario mínimo se decretó en marzo de 2022, cuando se fijó en 130 Bs/mes, aproximadamente 30 $/mes. Entre marzo/2022-febrero/2023 la inflación acumulada supera el 250% pero el salario mínimo no ha aumentado en bolívares y –debido a la depreciación de la moneda nacional– ha quedado reducido a solo 5,33 $/mes. O sea, 18 centavos de dólar diarios. El FMI, BM y ONU estiman que quien gana menos de dos dólares diarios (60 $/mes) está sumido en la pobreza.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), más del 90% de los hogares venezolanos es pobre al no poder adquirir la canasta básica que, además de los alimentos, incluye transporte, servicios de luz, agua, gas, vestido, calzado, educación, salud, etc. Y más del 50 % de los hogares está en condición de pobreza crítica, al no poder comprar ni siquiera la canasta alimentaria.

El artículo 91 de la Constitución establece que: «Todo trabajador tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas». Atendiendo a este mandato constitucional, el salario mínimo debería ser al menos el costo de la canasta básica y no solo el costo de la canasta alimentaria.

¿De dónde saldrán los recursos para pagar un aumento del salario mínimo?

El gobierno responde que no hay ingresos fiscales suficientes para aumentar el salario mínimo de la nómina pública al nivel de la canasta alimentaria (400 $/mes) y mucho menos al nivel de la canasta básica (700 $/mes). El sector privado argumenta que apenas está saliendo de la recesión y no podría soportar un aumento semejante que llevaría a muchas empresas a la quiebra.

Pero el salario mínimo no puede verse solo como un costo de producción más. Un salario digno es una condición básica para la sobrevivencia humana, pero también es un requisito para la reactivación económica. Los bajos salarios limitan el consumo privado, principal componente de la demanda agregada que dinamiza la producción, mueve las ventas y hace posible la ganancia empresarial. Sostener y ampliar la recuperación económica necesita aumentar el salario mínimo al menos al nivel de lo que cuesta la canasta alimentaria y, a medida que la economía mejore, llevarlo al nivel de la canasta básica que, además de alimentos incluye vestido, calzado, educación, salud, servicios, etc.

Cuando los ingresos fiscales son limitados, el Estado debe priorizar la protección de los sectores sociales más vulnerables. Con base en un principio de solidaridad, está llamado a aplicar impuestos que hagan posible una redistribución progresiva del ingreso desde los sectores que más ganan hacia los que menos tienen. Pero seguimos atrapados en un círculo vicioso, toda vez que aumentar los impuestos en una economía que apenas viene saliendo de una prolongada recesión sería abortar el proceso de recuperación.

La ola de protestas de los trabajadores del sector público demanda un salario mínimo igual a la canasta alimentaria. El problema es de dónde saldrán los fondos para pagarlo. Algunas fuentes de recursos pudieran ser las siguientes:

  • Impuesto al Débito Bancario (IDB) para pagar salario mínimo a la nómina de educación y salud.
  • Pagar en petros el salario mínimo al resto de la nómina pública.
  • Destinar dividendos de Citgo a crear un Fondo de Pensiones tipo Noruega para pagar a los jubilados.
  • Aumento de gasolina para pagar salario mínimo a la nómina de alcaldías
  • Retención en las regiones de un % del IVA para cubrir el aumento en la nómina de las gobernaciones.

Soluciones hay, veremos si hay voluntad política para aplicarlas.

Twitter: @victoralvarezr

Escuche el análisis completo en el nuevo Podcast de #PedagogíaEconómica AQUÍ

Víctor Álvarez R. Es economista. Investigador/consultor. Premio Nacional de Ciencias.

 3 min


Javier Conde

Buen conversador, didáctico, con tantas horas de vuelo en las aulas. Frustrado segunda base de los Cardenales de Lara, aunque el nueve -el que marca los goles- de La Salle de Barquisimeto. Abogado y diputado, autor de una treintena de libros, secretario privado del expresidente Luis Herrera Campíns. Expresidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, tan caliente como una reunión política; Ramón Guillermo Aveledo -cuyo apellido proviene de un pueblo gallego de igual nombre, que el abuelo de su abuelo se trajo en un tiempo remoto-, fue también el sobrio, y la vez firme, exsecretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Ponderación, cautela, lenguaje justo y pulcro, cuando, en apariencia, el país elegía por las guarimbas de piedras y palabras. Falló el refrán: lo cortés no quita lo valiente. Hace 9 años -el tiempo en esta pesadilla se consume sin remedio y sin recompensa- dio un paso al lado, sin perder de vista el rumbo de la lucha para recuperar la democracia venezolana. Ya no es manager, ni coach de primera base, pero toma notas desde las gradas de cada lance del juego, porque en Aveledo hay algo de periodista e historiador. “Escribo por necesidad personal”.

-Es impresionante la cantidad de libros que ha publicado, ¿cómo hace?

-Son más de treinta, del tema político y del tema jurídico y alguna cosa histórica. El año pasado publiqué uno llamado La política y los valores que tenía mucho tiempo pensándolo y pasé dos años escribiéndolo. Es una relectura de los valores, en este caso los valores de un democratacristiano. Desde que dejé el Congreso dispongo de más tiempo. Siempre pienso que este es el último, que solo haré papers e informes, pero ya por ahí viene el centenario de Luis Herrera y es posible hacer algo sobre sus discursos parlamentarios, estuvo en el Congreso del 58 al 78.

-¿Los políticos venezolanos han escrito poco, no es cierto?

-Sí, aunque eso varía. En el comienzo, escribieron mucho los adecos y la gente de izquierda antes y después (Pompeyo, Teodoro, Freddy Muñoz, Moleiro), menos los copeyanos, aunque sí Rafael Caldera, Luis Herrera, una cantidad abismal de artículos, Rodolfo José Cárdenas. Uslar Pietri, la gente cree que solo es literato, tiene mucho ensayo político. En AD, no solo sus poetas y escritores escribieron, Rómulo Betancourt lo hizo mucho en periodismo y en libros. Lo que no hay en el país son memorias, es raro, porque es un género muy frecuente en Estados Unidos, Europa, Inglaterra. En la región está la de Ricardo Lagos y me acaba de llegar la de Andrés Zaldívar (expresidente de la Democracia Cristiana chilena). El general Páez escribió una autobiografía, Enrique Tejera unas memorias, Américo Martín las suyas en varios tomos, interminables, como era él hablando; las memorias de Burelli Rivas se publicaron después de muerto, seguro dejó esa instrucción. Yo le pregunté tanto a Caldera como a Luis Herrera, que tomaba muchas notas de las reuniones de Gabinete, si pensaban escribir sus memorias. Luis Herrera, me miró, dijo ‘¿memorias?’ y arrugó la cara. Caldera me dijo que serían muy fastidiosas. ‘¿Cómo van a ser fastidiosas unas memorias suyas, presidente?’, le dije. ‘Porque, respondió, o uno dice todo lo que sabe y entonces peleas o tienes cuidado y entonces sale muy fastidiosa’. Betancourt dijo siempre que estaba preparando sus memorias y no lo hizo. En Venezuela también se escribe menos, porque la gente lee menos. A algunos de mis libros no les ha ido nada mal, como El Dictador.

-¿No hay memorias porque se dice que somos un país desmemoriado?

-No sé si tiene que ver con eso o con el hecho de que como la gente no se retira, nunca echa su cuento, porque siempre tiene la posibilidad de otra participación. A mí me llama la atención que de las pocas cosas que se ha notado en los últimos años, desde el 98 para acá, es ese interés por la historia. Los libros de Elías Pino Iturrieta, de Inés Quintero o de Manuel Caballero fueron muy leídos. Hay un sector de la población con afán de comprender, hay interés en los jóvenes por indagar en la historia, por preguntar cosas.

-Entremos en la historia que nos ocupa estos días, ¿es lo mismo una candidatura unitaria que la unidad?

-No, no es lo mismo. Es necesaria una candidatura unitaria pero no es lo mismo. No se trata de que nos unamos porque tenemos una candidatura, tenemos una candidatura porque estamos unidos. Ese es el punto. El mecanismo para la escogencia de la candidatura que es la Primaria, me parece lo lógico, considerando el factor de los desacuerdos en torno a eso, porque no se ve a nadie como recibiendo el apoyo general en los partidos y en la población, pero también dada la debilidad de la influencia de los partidos. Lo lógico es el mecanismo de la Primaria. Pero no puede estar sola, debe ir junto con una negociación acerca de la estrategia, del mensaje, de la política que se va a proponer al país. La estrategia es clave, y no quiere decir que sea destapada porque ya bastante ventaja tiene el poder para darle otra, de contarle todo. Para que la gente pueda confiar, para que sea creíble tiene que haber un acuerdo en torno a una propuesta de país. En esa línea, Primero Justicia hizo un congreso programático; Un Nuevo Tiempo hizo también el suyo; Carlos Prosperi presentó su programa de gobierno. Me parece muy bien. Sin embargo, una parte muy importante no es la propuesta de cada uno sino la que juntos van a proponer, porque se supone que al elegir la candidatura unitaria van a coincidir todos con una propuesta de programa común. El Pacto de Puntofijo se arregló con el programa mínimo de gobierno que, independientemente de quién ganara, Betancourt, Larrazábal o Caldera, esas cosas se iban a hacer aunque cada uno buscaba el voto por su cuenta. En Chile hubo un programa común, en Nicaragua con la UNO (Unión Nacional Opositora) hubo candidatura común pero no muchos acuerdos sobre el programa común y eso se notó enseguida en el gobierno de la señora Violeta Chamorro y en los posteriores. La candidatura unitaria debe venir unida de un programa también unitario que es el compromiso que juntos asumen.

-Los discursos de quienes aspiran a la candidatura parecen ir por otro lado, se habla poco de la unidad, ¿cree que los partidos la conciben de otra manera?

-Es posible. Me preocupa el acento en la diferencia. Entiendo que cada quien quiera arrimar la brasa a su sardina, sobre todo cuando no se ve una candidatura con una fuerza claramente predominante y entonces se tiene que llamar la atención sobre su posición. El énfasis en los contrastes puede ser riesgoso para la unidad porque hace falta encuentro y coincidencias, y que la gente lo note. Para que sea creíble la plataforma unitaria, con p y u minúsculas, porque no me refiero a esa coalición en particular sino a la propuesta, necesita además del elemento personal, que es muy importante, el elemento de mensaje común, que la gente los vea en la misma onda. Veo con más frecuencia cosas como ‘bueno no se puede sacralizar la unidad’, ‘la unidad como un fin en ese mismo’. Eso ya se dijo antes. Una manera de devaluar la unidad posible era hablar de una unidad superior, esta no es, esta es inferior, hay otra superior. Siempre toda política es perfectible, pero lo evidente es que si se prioriza la competencia por sobre la coincidencia, va a ser difícil la credibilidad del mensaje común. Para que los números den tienen que ir juntos. Juntos no quiere decir revueltos, cada quien no debe renunciar a su identidad pero tiene que haber una partitura aunque cada quien la toque en un ritmo diferente. Lo esencial es recuperar la credibilidad, digo recuperar y escojo la palabra con el respeto debido, la credibilidad que tenía la oposición hace un rato, que no es la que tiene ahora, evidentemente ha habido una erosión. Así como el Gobierno subestima su desprestigio internacional y cree que puede parapetear las cosas, creo que la oposición no debe subestimar el desafecto que existe por frustración, por decepción, y debe plantearse eso como un reto a asumir.

-¿Entre esos cuidados que advierte estaría la posibilidad de que quien se haga con la candidatura imponga las condiciones?

-Si eso fuera así sería un camino muy corto al fracaso, porque en la política no hay contratos de adhesión. Para que alguien pueda imponer sus condiciones tiene que tener una ventaja muy grande sobre los otros competidores. Y tampoco es deseable porque si algo hemos aprendido en estos años como venezolanos es el fracaso de la imposición unilateral. Lo que nos ha traído aquí, todos los problemas de empobrecimiento, de deterioro de la vida, no es solo por la superstición ideológica del grupo en el poder, creo que lo que ha fracasado primero que todo es la imposición unilateral, yo tengo el poder y tú te la tienes que calar, esta es ‘una revolución pacífica pero armada’. Ellos (el Gobierno) están buscando quitarse de encima con pragmatismo la cuestión ideológica pero sin embargo no renuncian a la imposición unilateral y la gente no les cree porque la gente tiene desconfianza aquí y afuera. En Venezuela, y repito algo que ya he dicho, sobran las razones para no votar por los que están, pero hacen falta motivos para votar por nosotros, por esta alternativa. Por eso lo de la promesa creíble es tan importante, que la gente sienta otra vez ganas de mirar para la calle.

-Pero además de lo que ha señalado, hay otros peligros en torno al proceso de la Primaria de la oposición.

-La Primaria es un proceso que tiene complejidades. Cuando hablo de peligro me refiero al peligro político general, no de la Primaria, sino de la alternativa opositora. Que tenga resuelto el mecanismo de escogencia de la candidatura es el primer asunto, pero hay que resolver otras cosas. La Primaria no es para escoger un nombre y más nada, es para escoger un nombre que representa una política compartida. La Primaria va a tener por supuesto en sí misma un proceso complejo que tiene que resolver: la organización, de si lo hace o no con el CNE, de cómo se vota, de cómo se hace para promover el Registro Electoral para que más venezolanos participen para votar, cómo hacemos que la gente que está regada por el mundo pueda ejercer su derecho al voto y estar preparados con la mentalidad más abierta. Yo encuentro que en el poder hay mucho interés para que la gente que está en el exterior no vote. Y también comprendo que mucha gente que está en el exterior no quiera votar porque está haciendo su vida. Están tan regados los venezolanos en todas partes que es necesario que los mecanismos de inscripción y de voto sean telemáticos.

“No se le habla al país entero”

–¿La propuesta de la MUD tenía puntos flacos?

-La Mesa aprendió de la experiencia de la Coordinadora Democrática y de las experiencias de afuera. Lo que yo aspiro ahora es que la unidad actual aprenda de la experiencia precedente. En el caso de la Mesa de la Unidad, qué se logró y en qué se pudo haber fallado, para poder corregir. El mérito esencial de la MUD fue la recuperación de la vía electoral como política, que el cambio fuera pacífico, constitucional, democrático y electoral. Y suponía en aquel momento un acuerdo que priorizara eso, la gente decía ‘bueno es un acuerdo electoral’ y algunos críticos subestimaban el valor de eso. Es posible que ahora necesitemos otras cosas pero la verdad es que ahí había un intento de unidad estratégica, un intento de unidad programática que suscribieron todos los precandidatos, que se firmó unos días antes de la Primaria, el 23 de enero de 2012, con la excepción de Diego Arria. Diría que ahora los cambios hay que hacerlos en los compromisos, que tienen que ser para cumplir, porque es esencial para la credibilidad hacia afuera, que va a depender siempre de la credibilidad interna de los actores. Cuando entre los actores predomina la desconfianza no puedes generar confianza afuera. La oposición debe afrontar eso para convertirse en una coalición verdadera. Para que se pase de aquella mesa de encuentro, como la llamamos inicialmente con mucha prudencia, a esta coalición. A mí me parece que las mayores diferencias están en el ámbito de las personalidades y eso debe ser abordable. No es sencillo, pero si el objetivo está claro tampoco es imposible como ha quedado demostrado en el pasado. Se cree que Caldera, Betancourt y Villlaba eran gente muy afín, pero tenían diferencias y muy marcadas. Betancourt y Villalba habían estado juntos en ORVE (Organización Venezolana) y después se habían separado en el PDN (Partido Democrático Nacional).Villalba había sido senador elegido con la tolerancia del medinismo y había estado contra la Revolución de Octubre del 45. Y Caldera era la oposición a AD en el trienio (45-48) y venía de otra tradición ideológica y cultural. Y pudieron entenderse y cumplir. Así que las diferencias personales no son una novedad. Pero teniendo presente el objetivo común, inevitablemente ocupan un plano secundario.

-¿De dónde surge esa desconfianza?, ¿del propio declive de la MUD?, ¿hay algunos hechos que ahondaron esa desconfianza?

-A lo mejor la Mesa de la Unidad fue una posposición de las desconfianzas o una regularización de ellas, a través de reglas aceptadas por todos y cumplidas de manera asimétrica. No todo el mundo cumplió todas las reglas siempre. Todos en algún momento las infringieron, pero no todos ni todas al mismo tiempo. Se pudo mantener, pero en la medida que las reglas se fueron disipando, a pesar de la exitosísima elección de 2015, y se sustituyeron por el consenso pues poco a poco cada quien se sintió autorizado para hacer lo que le parecía, y a eso hay sumar las cuestiones personales y los inmediatismos, la idea de que esto estaba a la vuelta de la esquina, que la cosa estaba cerquita. También influye que el país se halla dividido tanto. El oficialismo hace una política dirigida a su gente y prescinde completamente del resto. En el mundo opositor parece haber la tentación de una competencia como si se encontrara en una plenaria eterna para ver quién encabeza la oposición. Pero no se le habla al país entero, no hay una política que sea nacional y eso ayuda a consolidar el statu quo. Que sigan gobernando los que están, con los resultados que sabemos que tiene. En la medida en que la política no sea nacional sino de este pedazo, también contribuye a que tenga prioridad la competencia entre los distintos actores de la oposición frente a la disputa con el poder y las estrategias para sustituirlo. Y eso no es un problema menor.

-También hay una discusión que se libra por las redes sobre la elección presidencial de 2013. Hay acusaciones contra Henrique Capriles de cobarde, de que no defendió la victoria en la elección contra Maduro, ¿Capriles en verdad ganó la elección?

-En ese momento fue una ventaja muy pequeña, un resultado muy chiquito, no había certeza acerca del resultado. Nosotros teníamos elementos de juicio para pensar que habíamos ganado y se acudió a todos los mecanismos constitucionales y legales en concordancia con la política que se había asumido. Hay una actitud de Capriles que, a mí juicio, fue muy responsable y en ese momento en la discusión que se dio nadie que yo recuerde fue partidario de otra cosa. En el reciente trabajo que publicaste en relación a la Concertación en Chile te haces eco de un comentario de Ricardo Lagos en relación a que es inconducente llamar a la gente a una manifestación donde la van a matar, sin que eso produzca un resultado sustancial inmediato. Es verdad que no es un sacrificio inútil, sí, pero uno tiende a pensar que el sacrificio cuando es ajeno no es tan importante. Yo no recuerdo a nadie que estuviera en contra de lo que se decidió en 2013. Nadie dijo ‘vamos a ir’, ‘vamos a inmolarnos’. No recuerdo nada de eso. Cuando yo renuncié a la secretaría ejecutiva en 2014 era evidente que existían diferencias, yo me puse a un lado pero dije que había un problema por atender. Por la vía de los acuerdos se llegó a la exitosa elección de 2015, pero antes, en el año 2014, hubo una controversia muy grande alrededor de La Salida, porque hubo un grupo que decidió imponer en la calle una política. Eso ocurrió, sin embargo vino la elección y todo el mundo se metió, inclusive los que estaban en contra de la participación electoral y querían una asamblea constituyente. De ahí en adelante, como las reglas se habían eliminado, cada quien pensó que podía imponer una política de facto porque el sistema estaba derrotado.

-Se vio muy cerca el final, la victoria definitiva, una euforia desatada…

-Yo en aquel momento usaba una metáfora bélica, de la que no soy muy amigo por cierto, porque la política es una cosa y la guerra otra; la metáfora era ‘no confundamos el desembarco en Normandía con la toma de Berlín’. No es lo mismo. Asumir la conducción del poder público nacional no es una bobería. Lo que nos falta para llegar allá es todavía mucho. Por eso hay que tener cuidado con esa cosa personal, que es un asunto mundial, pero en Venezuela nos ha tocado cuando hay toda esta debilidad institucional tan grande.

La vía al reencuentro de los venezolanos

Aveledo aborda un punto esencial que tiene con ver con el liderazgo democrático, y hace una extensa referencia al libro de Henry Kissinger (Ladership: Six Studies in World Strategy o Liderazgo: Seis estudios sobre estrategia mundial), que leyó en diciembre pasado. Kissinger, dice Aveledo, tiene la experiencia que tiene, ha vivido 100 años, tiene un profundo conocimiento de la historia, ha sido profesor de historia. En el libro sobre el liderazgo analiza seis casos: Konrad Adenauer, Charles De Gaulle, la señora Margaret Thatcher, Anwar el-Sadat, Lee Kuan Yew y Richard Nixon. Este último es el más detallado -“interesantísimo”, acota- porque Kissinger fue Secretario de Estado de Nixon.

“Destaca la humildad en Adenauer, la voluntad en De Gaulle, la convicción de la señora Thatcher, la profunda convicción de origen religioso de Sadat, la excelencia del líder de Singapur (Kuan Yew), y la comprensión de los equilibrios de Nixon. Tomemos como ejemplo los casos de De Gaulle y la señora Thatcher, detrás de la voluntad de uno y de la convicción de ella había más cosas. De Gaulle tenía una compresión histórica muy sólida, un conocimiento profundo del país en el que está y había un Estrado detrás, y en el caso de Inglaterra una institucionalidad muy fuerte. La voluntad y la convicción por sí solas no son suficientes. Tiene que haber algo detrás, sino queda la aventura, simplemente la idea de que soy un jugador solitario. Tenemos demasiada inclinación a ser Cristiano Ronaldo, pero no es él mismo que cuando contaba con Real Madrid a sus espaldas. Lo que tenemos delante no es para jugadores individuales, es para jugadores de equipo. Si eres muy bueno, tienes gran calidad, tienes unas condiciones excepcionales, si juegas en equipo te rinde más. El oficialismo, por ejemplo, tiene un roster, un plantel, mediocre, muy malo en las políticas públicas pero han logrado mantenerse en el poder porque han jugado en equipo aunque se detesten. De este lado hay un buen equipo, por eso el desafío es la unidad o el nombre que se le quiera poner. Y aprendiendo siempre de los errores y de los logros.

-¿Cree que el Gobierno interino fue una jugada de equipo?

-Yo me enteré en la calle cuando se anunció, no sabía que eso estaba previsto y por lo que pregunté después todos me dijeron que fueron tomados un poco por sorpresa. Valoro el coraje personal y la buena intención de Juan Guaidó que no es poca cosa, se quedó aquí y yo respeto eso sin duda alguna. Ahora cuando escuchaba razonamientos que conducían a esa posibilidad que luego se concretó, me preocupaba mucho. Hay que recordar la historia: de la República de China y Taiwan sin la isla de Formosa, de las repúblicas en el exilio. Eso ya ha pasado. De nuevo vuelvo a Kissinger: él cuenta que un joven (que puede ser él mismo) le preguntó a Winston Churchill cuál era el secreto para ser estadista: ‘Estudie historia, en la historia está todo’, le respondió. A lo mejor no está todo, pero conocer y comprender la historia evita metidas de pata.

-Ya vamos casi a terminar (“me preocupa ese casi, de los entrevistadores”, comenta), ¿está convencido de que al régimen se le derrota por elecciones?

-Sí, sí se puede, por supuesto. No cándidamente, no de cualquier manera. Hay que trabajar y tomar en cuenta el contexto en que estamos. Yo me afinco en la convicción de que el Gobierno no quiere que votemos. Siempre hace lo posible para que no votemos. Ayuda a dividir a la oposición, si encuentra en la oposición quien la divida. Pone inconvenientes, genera desconfianza. La victoria de Barinas es una lección: la gente encontró un motivo para votar ante el atropello del Gobierno, e incluso en la división opositora. El asunto es que haya motivos. Y en una campaña presidencial en la que se trata de cambiar el poder nacional para empezar una transición, para comenzar ese trabajo paciente, cauteloso que va encontrar muchas dificultades, en el que hay que vencer la desconfianza no solo entre la oposición sino a nivel nacional, eso requiere que de este lado se den motivos y por eso valoro tanto la unidad. Si la oposición demuestra que es capaz de unirse por encima de sus diferencias, eso es un dato, un motivo natural, porque al revés también pasa, porque voy a votar por ellos si no pueden siquiera entenderse.

-Ha hablado de una promesa de futuro, creíble, ¿cuál sería?

-La promesa es la democracia y la libertad pero qué significa eso hoy, cómo implica un cambio en la vida de nosotros y cómo se hace posible. Quizá sea muy racional. La ruta más corta desde el punto de vista emocional, que es el lubricante de lo racional, es el reencuentro de los venezolanos que estamos esparcidos por el mundo. Yo tengo dos hijas afuera, un nieto de Whatsapp, al que solo he podido abrazar una vez. La distancia, las discordias, tantos años de conflicto, desgasta a la gente. No van a desaparecer esas diferencias pero las podemos hablar normalmente. Que podamos convivir con eso es algo que tiene mucho valor. La vía de la reunión de los venezolanos. Por cierto, las diferencias son menores abajo que arriba, en los barrios la gente se acerca. Las crisis prolongadas en unos sacan el egoísmo, en otros la solidaridad. La realidad no es estática, las cosas cambian y van a seguir cambiando. La visión de la política tiene que ser en ese sentido mucho más acorde con la realidad.

@jconde64

12 de marzo 2023

La Gran Aldea

https://lagranaldea.com/2023/03/12/ramon-guillermo-aveledo-lo-que-tenemo...

 18 min