El impacto negativo de los aumentos de precios en las artículos indispensables para la vida de todos los venezolanos, aumentos estos que se está dando evidentemente en bolívares, pero también en dólares norteamericanos, que de facto ha pasado a ser la moneda de referencia nacional, a la par de la lógica angustia personal, comienza a generar respuestas de tipo colectivas como las que se observaron el día de ayer a lo largo de todo el país y que en distintas localidades de Aragua tuvo las expresiones más concurridas de los últimos tiempos.
Los distinto gremios, particularmente los de los educadores de todos los niveles y los de los trabajadores de la salud, representados por sus miembros activos y jubilados, manifestaron en forma pacífica y ordenada, sus insatisfacciones ante la forma en que ha venido siendo consideradas sus muy justas demandas de incrementos salariales y la impostergable necesidad de recuperar la protección medico hospitalaria e inclusive funeraria, que hoy ha dejado de existir en la práctica.
Este primer encuentro reivindicativo del 2023 marca el inicio del que será un largo esfuerzo de lucha firme, aunque no violenta, no fácil, nunca lo ha sido, pero que al final rendirá productos esperados, posiblemente no del todo satisfactorios, pero al menos habremos hecho valer nuestro reclamo, dejando sentado que existen límites que la clase trabajadora no está dispuesta a tolerar.
Las próximas convocatorias de los distintos gremios deberán ser planificadas y adelantadas de la manera más unitaria posible, restringiendo al máximo los protagonismo personales y grupales, y deberán ser acompañadas por todos los partidos democráticos al entender que del seno de estas protestas surgen las necesidades que habrá que enfrentar una vez alcanzado el poder político, entendido este como la capacidad de asumir la defensa y consecución de lo que nos interesa a TODOS.