BAJO LA EXCUSA DE LA UNIDAD
Si bien es cierto que el tema de la Unidad Nacional viene mencionándose desde la década de los 70, no deja de llamar la atención la colectiva sordera a lo largo y ancho de estos casi 50 años, imposible describir en una cuartilla las tantas veces que en forma de letanía se ha demandado la necesidad de construir una Unidad alrededor de un país. ¡Dejen de pensar en sus intereses y en los de su partido! ¡Piensen en el país! ¡Cambien o los van a cambiar! ¡El lobo está cerca! ¡Por allá viene un caudillo con la cara pintada!
Y el caudillo llegó, con lema y todo ¡Venezuela cambio para siempre! ¡Caramba! Y mire cómo han cambiado las cosas.
Así las sucesos, el tema de la unidad reaparece con fuerza en la primera década del siglo XXI con la llegada del anunciado caudillo decimonónico, quien haciendo gala de su carisma y de su verbo populista, envuelve al empobrecido pueblo con mantas de expectativas de cambio y esperanzas de redención. La incredulidad de ciertos sectores de la vida nacional era abismal, ¿Y ahora qué hacemos, se preguntaban? Pues nada, tenemos que unirnos, no nos queda de otra, se respondían; y allí comienza el vía crucis en la construcción de la Unidad Nacional, solo que ya no son 14 cruces de padecimiento, casi llegamos a 20 y aún estamos clamando por esa Unidad.
Libertad, Democracia y un Proyecto País, son buenas razones para invocar la tan ansiada Unidad, sin embargo, posiblemente las bien intencionadas razones se han topado con obstáculos, cual molinos de vientos en el camino de los quijotes.
Sectores de antaño y de nuevo cuño, no han asumido la realidad y aún perseveran en la posibilidad de la unidad en torno a la defensa de propios intereses. Bajo la excusa de la Unidad, se colocan al frente de la misma, personajes cuya credibilidad en nada los favorece, negando que la confianza pueda ser parte de sus créditos. Bajo la excusa de la Unidad se llama a luchar contra la dictadura sin la propuesta que el país requiere, después que salgo el dictador nos encargamos de eso, dicen algunas voces sectoriales.
Bajo la excusa de la Unidad, la contra parte del dictador podría estar en cualquier nuevo caudillo de la misma fuente que el anterior, incluso se les conmina públicamente para que asuman ese rol, sin contar con personas de conducta cuestionada que aspiran ser el relevo del dictador.
Pero también, bajo la excusa de la Unidad, existe una propuesta que está recorriendo caminos y llamando a la rebelión del ciudadano en las regiones, no para que tomen las armas, más bien para que le den fuerza al contenido del artículo 5 de la CNB. “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”.
Agregan y definen a la Gobernanza como: “las interacciones y acuerdos entre gobernantes y gobernados, para generar oportunidades y solucionar los problemas de los ciudadanos, y para construir las instituciones y normas necesarias para generar esos cambios.
Dicha propuesta posee un marco de referencia de consulta al pueblo sobre el Gobierno de Transición deseable y la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente Originaria, sin que lo anterior sea impedimento para acompañar y estimular los reclamos y protestas ciudadanas.
No me pregunto, ni me supongo, aprecio con convicción que no se trata de repartir invitaciones para repetir viejas fiestas donde cada quien estaba pendiente solo del pedazo de torta que le iba a tocar. Aprecio un interés por el cambio que el país demanda y necesita con urgencia.