La ONAPRE nos está robando nuestro sueldo. Desde hace tres meses después de un rimbombante anuncio de incremento salarial, con tabuladores ya establecidos a través de las Federaciones, incluyendo allí a SINAFUM, llega la quincena seleccionada para la ejecución de dicho aumento. Uno a uno los docentes nos fuimos dando cuenta de que los depósitos realizados no correspondían con ninguno de los tabuladores. Luego de nuestras quejas y revisión minuciosa de que era lo que había ocurrido, se logró establecer cuál era el fallo. Nuestras primas salariales, derechos adquiridos por años y establecidas en cada una de las convenciones colectivas, recibieron unos ajustes que alcanzaron hasta un 40% en algunas. Esto ocurrió en toda la administración pública y entes dependientes del estado.
Desde ese momento se han estado haciendo los reclamos, el estado ya reconoció lo que está ocurriendo. Escudándose en la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE). El sector universitario llevo el reclamo hasta el tribunal, siendo aceptada en primera instancia, pero en la decisión de la semana pasada fue rechazado.
Esta situación no es nueva, en el 2021 ya la ONAPRE había cometido también el “pequeño error” de cancelarnos a todos los educadores como no graduados. Emprendimos una lucha ardua, quincenalmente tomábamos las calles y en el caso de FORDISI, al mando de la profesora Gricelda Sánchez, tomaba el Ministerio de Educación, hasta que en su momento, el señor Aristóbulo Istúriz, reconoció y enmendó la equivocación. Pero todos esos meses que nos cancelaron mochos no fueron reconocidos. Así, que la historia se repite.
En realidad, el caso ONAPRE solo vino a agravar la situación del sector educación donde, desde el año 2017, los educadores somos sub pagados. Ese año se firmó una de las mejores contrataciones colectivas que hemos tenido, pero esta se vio afectada y vulnerada por la reconversión monetaria. Que para todo lo demás se entendió que se debían quitar los tres ceros a excepción de las contrataciones, situación reiterativa en la contratación del 2019-2021, que fue firmada en bolívares por ser la moneda nacional, cuando en realidad la economía está dolarizada.
Desde hace un año la contratación colectiva está vencida, las federaciones y Ministerio han estado sentados durante este tiempo en conversaciones y las únicas cláusulas que han logrado aprobar no tienen nada que ver con reivindicaciones económicas.
El Estado adeuda a los educadores un 280% más las incidencias que se han acumulado por el vencimiento de la contratación colectiva, la diferencia de las primas contractuales y la firma de la nueva contratación colectiva.
Vocera de FORDISI y ASTA