La inmensa mayoría de los venezolanos, dentro y fuera de nuestras fronteras, califica con angustia la situación del país. El empobrecimiento de la colectividad, el colapso económico y la crisis social causan estragos. La gente padece el deterioro de la calidad de vida al extremo de no poder satisfacer necesidades básicas de alimentación y salud. El incremento de la criminalidad, la impunidad de los delitos y la corrupción han hecho mella en la sociedad venezolana, y el país en su conjunto repudia la grave situación nacional. La diáspora de connacionales por el mundo se agiganta cada día, con el éxodo de familiares, amigos y vecinos. Por si fuera poco, la comunidad internacional ha mostrado preocupación e interés por la crisis humanitaria que padecemos los venezolanos y el grave conflicto político que enfrentan los ciudadanos.
Ante el sombrío panorama, el Gobierno Nacional anuncia elecciones presidenciales anticipadas con el único fin de perpetuarse en el poder. La írrita Asamblea Nacional Constituyente ordena al CNE que convoque votaciones apresuradas y el desprestigiado Consejo Nacional Electoral convalida la exigencia en contravención a los términos, normas y condiciones establecidas en la Ley de Procesos Electorales. Los esfuerzos por materializar un acuerdo de convivencia, en el marco del proceso de diálogo, han naufragado y ha quedado en evidencia que el Presidente Nicolás Maduro Moros se muestra interesado en resolver sus problemas de liderazgo y control político en lugar de las demandas y carencias de los ciudadanos.
Existen diferencias estratégicas y tácticas de cómo enfrentar el desafío que tenemos por delante. El gobierno, ha restringido cada vez más los canales de expresión democrática, lo cual supone que no resulte sencillo decidir entre participar o no participar ante la improvisada elección presidencial. Sin embargo, sobreponiéndonos a las diferencias que podamos tener respecto a qué camino seguir, está la convicción de la unidad de los demócratas para sacar al país de este marasmo. La gente exige que se imponga el derecho a elegir por encima del mero acto de votación.
Desde Aragua, epicentro de acontecimientos políticos, estamos resueltos a rescatar la fe y la esperanza en las potencialidades del venezolano para construir un país del que las generaciones futuras se sientan orgullosas, un país de todos los venezolanos y no de una minoría privilegiada por el uso del poder y de la fuerza de las armas. No queremos la Venezuela del pasado, ni la del presente, queremos la Venezuela que construiremos entre todos. Abogamos por la unidad superior que, trascienda las siglas partidistas y las consignas electorales y que le brinde esperanza a la gente, y le otorgue a la sociedad el entusiasmo, la energía y el coraje para avanzar en la conquista de la democracia, y tener confianza en la Venezuela por venir; una Venezuela de progreso, de equidad social, de igualdad de oportunidades, de trabajo digno, productiva y democrática.
En el plano de la autocrítica reconocemos los errores cometidos en esta larga contienda por impedir la travesía hacia el desastre. Ésta ha sido una gesta que ha costado literalmente sangre, sudor y lágrimas A lo largo de estos años hemos conquistado victorias importantes, pero también convertidos triunfos en cuestionables fracasos, y en mayor o menor grado, la responsabilidad recae sobre los partidos, las instituciones y organizaciones e individualidades que han tenido el mérito de enfrentar las prácticas condenables y perversas del régimen gubernamental. Errar es de humanos y rectificar también. Y es precisamente por esa consciencia y la comprensión de la gravedad de la senda que atraviesa la nación, que declaramos dejar de lado diferencias, egos e intereses, para comprometernos en trabajar unidos, bajo las banderas de la democracia, del debate franco pero respetuoso y de la acción decidida para allanar el camino a una salida democrática y pacífica a la crisis nacional.
El camino no será fácil, sabemos que es un proceso complejo, no sembramos falsas ilusiones, pero hacemos este llamado al país. NUESTRA CANDIDATA ES VENEZUELA. Y por ella, quienes militamos en partidos políticos o integramos instituciones, organismos y asociaciones civiles o sociales, nos comprometemos a avanzar en unidad, con nuestras diferencias, al lado del bravo pueblo venezolano.
Firmado en Maracay, a los 15 días del mes de febrero de 2018, frente al horizonte de la Venezuela de todos los venezolanos.
Margarita Rivero
Fanny García
María Teresa Clavijo
Marlene Ortiz
Moraima Ascanio
Betsy Bustos
Julio César Requena
José Ramón Arias
Rodrigo Campos
Guillermo Luces
Luis Bandres
Sergio Monsalve
Santiago Clavijo
José Gregorio Hernández
Pedro Hansen
José Mignogna
Héctor Sánchez
Luis Herrera
Edgar Capriles
Freddy Briceño
Pedro Torrecilla
Niuman Páez
Héctor Martínez
Simón González
Pablo Pérez
Juan Gonzalo Aguilar
Arturo Martínez
Antonio Aranguren
Carlos Dordelys
Cupertino Peña
Jesús Elorza
Sergio Sánchez
Lester López
Luis Rosendo Hernández
Alberto Jordán Hernández
Wilmer Rodríguez
Freddy Castellano
Víctor Partida
Noe Rondón
Víctor Madero
Carlos Javier Velarde
Héctor Cabrera
Mercedes Rodríguez
Juan Andrés Eugenio
Ramón Rodríguez
Edgar Gascue
José Marcano
Freddy Arenas