El diario El Nacional afirma en uno de sus editoriales que no existe ninguna relación entre el chavismo-madurismo y la izquierda. Sin embargo estudiosos del tema han reconocido a Chávez y su movimiento como parte de la izquierda regional, aunque lo han ubicado como integrante de la vertiente autoritaria. El grueso de la izquierda de la región está constituida por líderes y gobernantes autoritarios, los cuales en la actualidad mantienen estrechas relaciones con el gobierno de Maduro y su mentor el régimen cubano, legitimándolos.
En un editorial titulado “La izquierda sublimada” el diario El Nacional afirma que el “chavismo-madurismo nada tiene que ver con la izquierda”. Una parte del argumento del diario es que el ideario de Chávez era un pasticho y que en la cabeza del fundador del movimiento conocido como chavismo “había una mezcolanza de cosas que difícilmente pudo o puede llamarse ideología” sea ésta socialismo o marxismo. Esta parte de la argumentación del diario es correcta y repite palabras más, palabras menos, comentarios de Luis Miquilena sobre el ideario de Chávez.
Otra parte de la argumentación del diario en su editorial se relaciona específicamente con el régimen de Maduro y si éste puede ser calificado como un gobierno de izquierda. Con tal propósito cita las palabras del líder de la nueva izquierda chilena Gabriel Boric deslindándose del gobierno venezolano : “En Venezuela hay un retroceso en las condiciones democráticas que ha sido muy brutal y…en las condiciones económicas de vida. El éxodo de 6 millones de venezolanos es la prueba más fehaciente de ello. Ese no es nuestro camino y nosotros aspiramos a construir una izquierda profundamente democrática, respetuosa de los derechos humanos, que sea capaz de ser critica de sí misma”.
Sin embargo los estudiosos de la historia de la izquierda de América Latina, como Jorge Castañeda reconocen a Chávez y a sus aliados como parte de la izquierda de la región. Chávez basó su liderazgo no en la coherencia de sus ideas, que como bien señala el editorial de El Nacional eran un pasticho; lo afincó en el billete que provenía de los abundantes petrodólares que su gobierno recibía. Lo basó también en el petróleo que entregó a Cuba, gracias a lo cual Fidel Castro lo acompañó en su aventura como aliado, de esta manera Chávez se benefició de la influencia que Castro ejercía en la izquierda latinoamericana. En esta alianza el líder venezolano aspiraba sustituir a Castro como el heredero político de su liderazgo en la izquierda regional, como lo señala Enrique Krauze en su obra “El Poder y el Delirio”, sin embargo la enfermedad que posteriormente terminó con su vida alteró estos planes.
Como señalamos en un artículo previo la izquierda de la región es muy heterogénea, a pesar de ello se detectan dos vertientes una democrática y otra autoritaria. El chavismo-madurismo no es parte de la izquierda democrática, aunque si lo es de la izquierda autoritaria estruendosa, nacionalista y de mente cerrada. Las declaraciones de Gabriel Boric deslindándose del régimen de Maduro lo que hacen es ratificar la condición autoritaria del régimen. Sin embargo Boric no es representativo de la izquierda de América Latina, es más una excepción que la regla (Rodríguez R., J.E. 2022)
El grueso de la izquierda de la región está constituida por líderes de regímenes autoritarios similares a Maduro o por líderes de gobiernos elegidos en elecciones competitivas que se comportan como aspirantes a dictadores erosionando la independencia de los poderes a fin de concentrar el mismo. Aunado a ello mantienen estrechas relaciones con los regímenes autoritarios de la región legitimándolos. Este es el caso de los gobernantes de los países de mayor dimensión de la región como Fernández de Argentina y López Obrador de México, así como de los líderes de estos países, como Lula da Silva de Brasil, el cual mantiene un lugar preferente en las encuestas y tiene una alta probabilidad de ser elegido como presidente.
En el caso de Argentina los Kirchner cuando estaban al frente del gobierno fueron unos aliados permanentes de Chávez, ahora como vicepresidente del gobierno Cristina Kirchner continúa siendo una estrecha aliada del régimen de Maduro. El presidente Fernández no se queda atrás en su apoyo a los líderes autoritarios. Durante una visita a Moscú ofreció a Putin convertir a Argentina en la puerta de entrada de Rusia a América Latina. López Obrador de México se ha negado a pronunciarse en contra de Putin, pues desea mantener buenas relaciones con todos los gobiernos. Es un admirador del régimen cubano y lo alaba por su resistencia frente al llamado imperialismo americano, a pesar de que Estados Unidos es el más importante socio comercial de México y el principal inversionista del país azteca. Lula da Silva, mantiene estrechas relaciones con el régimen cubano. Cuando fue sometido a juicio y encarcelado los cubanos lo apoyaron en forma solidaria, luego de ser liberado viajó a Cuba y permaneció allí por dos meses a fin de agradecerle a los cubanos por su apoyo.
El régimen venezolano no es un ente extraño ni una excepción en el panorama de la izquierda de América Latina por el contrario es parte de esta y como tal es reconocido y legitimado por los principales líderes y gobernantes de izquierda de la región, quienes mantienen una estrecha relación con éste y con los restantes regímenes autoritarios de la zona como el cubano.
Más significativo que el liderazgo de Boric en la región será el de Lula da Silva quien probablemente se convertirá en presidente de Brasil. Si es elegido utilizará el peso de su país en la región para potenciar su liderazgo y actuar como un elemento de equilibrio en la región, según Celso Amorín ex canciller de Lula. Probablemente hará esto, pero siempre contrapesando la influencia de Estados Unidos lo cual ha sido una posición tradicional de Brasil. De darse este escenario Brasil presionará a favor de cesar las sanciones contra Venezuela y Cuba legitimando la presencia e influencia de ambos regímenes en el área.
Referencias:
Rodríguez R., J.E. 2022. Boric acentúa el contraste de la izquierda. Digalo Ahí, n°7, marzo 22.
Profesor UCV