Venezuela tiene un PIB de $100.000 millones, luego de haber llegado a los $350.000 millones. Venezuela tiene más recursos naturales que el estado de Texas en EEUU, la misma cantidad de territorio y el mismo tamaño de población, pero Texas tiene un PIB de $2.000.000 millones o lo que es 20 veces mayor. Esto significa que los venezolanos estamos en un territorio totalmente desaprovechado, como el que hereda un Rolls Royce y anda a 10 km/hora a emergencia a llevar a un hijo que requiere cuidados médicos. 

La razón por la cual Venezuela no adopta las políticas necesarias para alcanzar un PIB de $2.000.000 millones y por la que se conforma con un PIB tan mediocre y mucho menor del que puede es difícil de entender. Las razones van desde la ideología hasta la falta de voluntad para rectificar y transformar el sistema económico. Todos los venezolanos seríamos prósperos si cambiáramos la mentalidad y las políticas económicas, pero por motivos difíciles de entender los venezolanos aceptan per sécula políticas económicas que no funcionan para las mayorías y solo benefician a unos pocos. 

La disparidad entre la prosperidad de Texas y la pobreza de Venezuela, a pesar de que ambos poseen abundantes recursos naturales, puede ilustrarse mediante la analogía de dos Productores Petroleros, uno en Texas y otro en Venezuela, pero ambos funcionan en sociedades con enfoques de trabajo, expectativas individuales y de gestión de equipos y con el gobierno diametralmente opuestos.
Analogía: Dos Productores petroleros
- Productor de Petróleo A (Texas):
- Propiedad Privada y Libertad Económica: Este Productor Petrolero posee su tierra y tiene la libertad de decidir cómo explotarla. Invierte en tecnología avanzada, selecciona métodos avanzados de perforación eficientes. Además, tiene acceso a mercados abiertos donde puede vender sus productos a precios competitivos.
- Resultados: La combinación de propiedad privada, inversión en innovación y acceso a mercados libres permite al Productor Petrolero A maximizar la productividad de su tierra, generar altos ingresos y reinvertir en mejoras continuas, asegurando una prosperidad sostenible.

- Productor de Petróleo B (Venezuela):
- Control Estatal y Restricciones Económicas: En este caso, el Estado posee la tierra y dicta cómo debe ser utilizada. Las decisiones sobre cuánto y quién puede producir, cómo hacerlo y a quién vender están centralizadas y sujetas a regulaciones estrictas. La falta de incentivos personales y la burocracia limitan la innovación, la inversión y la eficiencia.
- Resultados: La intervención estatal excesiva y la falta de autonomía conducen a una baja productividad, escasez de producción y dependencia de decisiones gubernamentales. Aunque Venezuela tiene las mayores reservas del mundo, la gestión ineficiente y las políticas restrictivas impiden que el Productor de Petróleo B alcance su potencial, resultando en pobreza y estancamiento. Incluso la situación es peor, debido a que el gobierno en los últimos años se peleó con su principal cliente (los EE.UU.) y este lo sancionó e impide que lo poco que produce el estado venezolano se venda. 

- Aplicación de la Analogía:
- Texas promueve la propiedad privada, la libertad económica y un entorno favorable para la inversión y la innovación. Estas políticas han permitido diversificar su economía más allá del petróleo, desarrollando sectores como tecnología, manufactura y servicios, lo que ha contribuido a su prosperidad.
- Venezuela: ha implementado políticas de control estatal sobre la economía, nacionalización de industrias y restricciones al sector privado. Estas medidas han llevado a una disminución de la productividad, fuga de capitales y una economía dependiente de los ingresos petroleros, sin diversificación efectiva.

Conclusión:
La prosperidad de Texas y la pobreza de Venezuela no se deben únicamente a la disponibilidad de recursos naturales, sino a cómo se gestionan y las políticas económicas implementadas. La promoción de la propiedad privada, la libertad económica y un entorno favorable para la inversión son fundamentales para convertir los recursos en riqueza sostenible. Por el contrario, el control estatal excesivo y las restricciones al mercado pueden conducir al estancamiento económico, incluso en países con abundantes recursos. 30 millones de venezolanos aspiramos a que se liberen las trabas legales y burocráticas para la producción de petróleo y gas de manera de poder canalizar inversiones y convertir a Venezuela en una potencia mundial y diversificarse para que produzca un PIB de $2.000.000 millones o $60.000 de ingresos per cápita anuales en lugar de $2.000 . Exxon y Chevron son empresas privadas y son el resultado de políticas económicas acertadas de libertad para crear. Es importante concientizar el desperdicio en calidad de vida que sufrimos los venezolanos en un territorio que puede producir $2.000.000 millones de PIB por año y solo produce $100,000 millones, esto es 20 veces menos por no tomar decisiones y acciones correctas. 

Para que Venezuela se acerque a un PIB como el de Texas, necesitaría:
1. Transformar el Marco Institucional: Fortalecer las instituciones para garantizar la independencia de poderes, el respeto a la propiedad privada y la seguridad jurídica.
2. Combatir la desviación de fondos: Implementar políticas comprometidas contra la corrupción y fortalecer la transparencia en el uso de los recursos públicos.
3. Diversificar la Economía: Reducir la dependencia del petróleo e invertir en otros sectores como la agricultura, turismo, tecnología, y manufactura, promoviendo la competitividad.
4. Abrir la Economía y Fomentar el Sector Privado: Eliminar controles de precios, de cambio y otras regulaciones que dificulten el crecimiento del sector privado y la inversión.
5. Garantizar Libertades Económicas: Fomentar un clima de libertad económica donde el mercado sea el principal motor de crecimiento, sin intervención excesiva del Estado.
6. Inversión en Educación e Infraestructura: Mejorar el sistema educativo y desarrollar la infraestructura necesaria para una economía moderna y productiva.
7. Crear Políticas Fiscales Sostenibles y Atractivas: Implementar un sistema fiscal justo y competitivo que permita el crecimiento de las empresas y atraiga inversión.

Este proceso de cambio requeriría una transformación profunda en el liderazgo y una voluntad de orientar el país hacia un modelo de desarrollo económico sostenible y de mercado. Aunque difícil, este camino permitiría a Venezuela utilizar sus vastos recursos de manera eficiente y generar una prosperidad duradera.