Sí la guerra manejara como fin el orden y la paz, los territorios donde reina la violencia no fueran en estos momentos lugares de incertidumbre.
En el mundo y también en nuestro país nos preguntamos cuál será la ruta para encontrar la paz y el camino civilizado hacia la no violencia.
Continuamente estamos escuchando lo referente al tercer lado de labios del antropólogo social, William Ury (uno más entre el numerosísimo grupo de mediadores que existen en el mundo), quien nos ha visitado en varias ocasiones para divulgar las ideas de lo que significa ese tercer lado.
Ury es un consejero, mediador cofundador de la Red Internacional de Negociación junto con el ex presidente Jimmy Carter. Nos está alertando sobre las señales de intolerancia en las cuales estamos viviendo y, está dictando talleres y conferencias para que aprendamos a manejar nuestro destino dentro del marco de la paz que tanto ansiamos.
Sin lugar a dudas la vida es un permanente conflicto y es por ello que ahora nos corresponde "aprender a vivir". En todos los conflictos siempre hay dos lados identificables, ninguno existe en solitario, están imbricados. Viéndolo así, quienes están en el contexto de esos opuestos constituyen una red de relaciones sociales que ahora denominamos el tercer lado y por supuesto ese lado sufre los efectos de las disidencias.
Todos somos ese lado y todos tenemos nuestra cuota de poder y de responsabilidad como ciudadanos para actuar participativamente y así lograr el bien común. Construir canales que lo orienten y puentes que comuniquen a los lados es tarea de la sociedad civil organizada.
En una familia hipotéticamente el Yin y el Yan son papá y mamá, y el tercer lado son sus descendientes, por lo tanto el clima de amor y respeto familiar los ayudará a crecer fortalecidos sorteando como surfistas las crestas de las olas en la existencia.
Ury dice que en Venezuela tenemos señales potenciales de llegar a la guerra: Falta de respeto, muchos casos de intimidación, uso de la fuerza física, porte y adquisición de armas, población atemorizada, medios de comunicación politizados, desconfianza, y lo peor son los rumores. Ury comparó a Venezuela como un hogar con el piso cubierto de gasolina expuesto a que cualquier fósforo haga una explosión o se produzca una ignición espontánea.
¿Qué queremos?
Vivir en paz y para ello necesitamos activar ese tercer lado que es la opinión pública nacional. La guerra no es la solución, ella crea más problemas, pues una vez que corre la sangre no se puede detener.
Las redes sociales son el tercer lado y según él, ese lado es muy fuerte en Venezuela. Es como el sistema inmunológico de nuestro cuerpo, detiene el avance de la violencia, y aunque este tercer lado no se ha manifestado abiertamente, en Venezuela hay respeto por la vida, por la democracia y por la paz.
También dijo que según lo que él ha podido apreciar las marchas y el mucho hablar no han dado resultados, porque ni la oposición ni el oficialismo se han escuchado.
Una amiga con quien estoy de acuerdo me dijo: "No estoy dispuesta a morir y tampoco a matar a otros".
Ese pensamiento caló muy hondo en mí y es por lo que quiero -dentro de mi visión- trabajar por el entendimiento.
Todos queremos vivir en paz y para ello necesitamos activar ese tercer lado y así construir un clima de acciones coherentes en pro de la convivencia pacífica, donde se respete la opinión ajena y juntos construyamos dentro de las redes sociales, el país que todos queremos.
El dilema sería cómo actuar pacífica y constructivamente dentro de esa tercera vía... ¿cómo la vamos a manejar?
¿Destruyendo o construyendo?
¿Con una actitud divisoria y adversaria? o con una cohesiva y conciliadora.
Viéndole desde el punto de vista de la complementariedad, resulta difícil pues los grupos opuestos lo que quieren es el poder. Nosotros, quienes estamos en el medio queremos la prosperidad, el respeto, la libertad y la paz para todos" sin distingo, dentro de un clima de democracia. Por supuesto cualquiera puede decir que puede por lo menos elegir el camino de la división y de lo uno o lo otro, y quienes somos la mayoría (todos) tomar el camino de la cohesión y de lo uno y lo otro (la inclusión).
"Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena". Gandhi.
Por eso lo peor que puede suceder es que la gente buena no haga nada, se atemorice, no se involucre. Necesitamos actuar con eficacia, construir canales para evitar la guerra.
¿Sabes por qué? Por sobrevivencia... año atrás, durante las guerras de 10 personas muertas 9 eran soldados y 1 civil. Actualmente 9 son civiles y sólo 1 soldado.
El secreto mejor guardado es que el tercer lado siempre ha existido. Ahora necesitamos activarlo. Los medios de comunicación pueden ayudar mucho a entender a ambos lados, donde el proceso psicológico "todos pierden" nos empuje hacia el no a la guerra y a la violencia y a la sin razón del acoso.
El uso del lenguaje como expresión humana es demasiado importante, una misma realidad tiene numerosas percepciones: Así funciona la mente humana, todo depende del observador, nada es objetivo.
Entonces el Acuerdo Nacional a la No Violencia tiene que declararse en medio de los Comités de Paz heterogéneos en todo el país y en los múltiples escenarios de la sociedad civil, tal y como se hizo en África.
¿Cómo hacerla? Pues a través de los grupos de prevención, de los maestros, de los constructores de puente; de los guardianes de la paz, de los facilitadores mediadores, de los sanadores, del perdón de las mesas de negociación, etc.
"Si usamos el ojo por ojo todos nos quedaremos ciegos",
Las posibilidades son inimaginables: Una Venezuela que trabaje para pobres y ricos, del este al oeste, del norte al sur, del Lago de Maracaibo al Delta del Orinoco, conmigo, contigo, con todos.
¡Sí todos ganan, gana Venezuela! Y los niños serán los más beneficiados.
"Cuando las arañas tejen su tela pueden detener un león", Hagamos la malla como una fuerza -respetando la opinión del otro- para detener el león de la guerra. (EF)
PS: Primero son los sueños