Los convocados para el Foro “Venezuela 2024: Negociaciones y elecciones” -la politóloga, constitucionalista y profesora universitaria María Verónica Torres, el doctor en Conflicto Político y Procesos de Pacificación Miguel Ángel Martínez Meucci, y la también doctora en Ciencia Política Paola Bautista de Alemán– advierten de antemano que carecen de una bola de cristal para ver el futuro. Tienen, sí, estudios y formación académica, además observan con atención la realidad e incluso, en algún caso, ejercen la política diaria, lo que les permite analizar lo que ocurre, reconocer avances y advertir sobre riesgos y amenazas. Porque -no hay que olvidarlo- hay más jugadores en la partida.
Paola Bautista de Alemán, quien es además militante de Primero Justicia, abre la conversa que modera la periodista Adriana Núñez Rabascall destacando la importancia de la Primaria del 22 de octubre en el mejoramiento de la posición negociadora de la oposición. “Los venezolanos demostraron que quieren democracia”, apunta, y esos 2,5 millones de votantes le dieron la confianza a un liderazgo que se opone al sistema, que habla sin medias tintas al calificar el régimen y eso, para Bautista, es la gran certeza con la que se cuenta y que tiene ahora un peso importante en la mesa de negociación.
En esa línea coincide Miguel Ángel Martínez Meucci. La alta participación en la Primaria aumenta la presión para que se vayan abriendo las condiciones para unas “elecciones dignas de tal nombre”. El dilema de alguna manera está en el campo del régimen encabezado por Nicolás Maduro que tendría que correr el riesgo de un proceso electoral que pudiera significar la pérdida del poder a cambio del alivio de las sanciones que le han impuesto Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones.
“Lo que va a pasar solo lo saben los protagonistas pero hay una presión importante para llegar a algún tipo de acuerdo, aunque sea parcial, y no definitivo”, dice Martínez Meucci.
La politóloga María Verónica Torres apunta hacia el tema del referendo sobre el Esequibo, convocado por el régimen por medio del Consejo Nacional Electoral para este domingo 3 de diciembre, que para el gobierno de Maduro significa una medición política y le va ofrecer datos sobre el terreno en el que se está moviendo con el 2024 en la mira.
Bautista no cree que la elección presidencial de 2024 tenga un alto grado de competitividad y adelanta que en la consulta sobre el Esequibo lo que se verá por Venezolana de Televisión será una simulación electoral, en la que el chavismo transmitirá que no es una minoría. “Nosotros tenemos que abrir los ojos a la realidad, no desde lo que quiere el régimen que veamos, sino desde lo que vemos en la calle con nuestros dirigentes y ahí encontrar las fuerzas para seguir adelante”.
Cobrar de contado y pagar a crédito
Colocado en el campo de la negociación política que se desarrolla a varias bandas, Martínez Meucci describe cuál es la conducta que sigue el oficialismo. “Su estrategia negociadora es como comprometer a la contraparte a algún tipo de transacción que le reporte beneficio de inmediato, como es el caso del levantamiento de las sanciones, lo que luego es difícil de revertir al comenzar a operar las compañías petroleras”.
En cambio el tema de las inhabilitaciones entra en una suerte de laberinto jurídico sobre el cual se irá viendo cómo es su desarrollo en el tiempo, por eso este Doctor en Conflicto Político habla, en términos coloquiales, de “cobrar de contado y pagar a crédito” como el rasgo más evidente del equipo negociador del oficialismo.
Martínez Meucci apunta que Maduro está necesitado de dinero, que vendrá del alivio de sanciones, para maquillar la realidad y que parezca que las cosas se están arreglando. “Pero es muy difícil con el tipo de políticas que se han aplicado en los últimos diez años se vaya a producir una verdadera recuperación, porque se trata de una de las economías más controladas y más inoperantes del planeta”.
Y es ahí donde observa que se “le tranca el serrucho al régimen”. Si se le impide a la gente ser libre, no hay capacidad para resolver los problemas. Le parece importante no caer en una “desesperanza aprendida” que lleva a ver todo igual y se pierde de vista que “algo pudiera estar comenzando a cambiar”.
Torres piensa que la oposición tendría que empezar una “campaña de claridad” para explicar cuáles serían los mínimos y máximos que se pueden alcanzar en la negociación con el régimen. “Madrugarnos con una eliminación de sanciones es lo que hace que haya esa ‘desesperanza aprendida’”, señala tomando el término introducido en la charla por Martínez Meucci.
Esta Politóloga coloca el reto para el 2024 en “fomentar el municipalismo” porque, de acuerdo a su experiencia práctica, es en esos espacios donde dirigentes y ciudadanos vinculados con el Gobierno y con la oposición “trabajan juntos en diversos asuntos”.
La moderadora del Foro, Adriana Núñez Rabascall, pone en discusión el tema que circula en medios y redes sobre la posibilidad de que el régimen elija un candidato distinto a Nicolás Maduro para las presidenciales del año próximo.
“La sustitución de Nicolás Maduro supondría una capacidad interna de la dictadura que no sabemos si tiene tal capacidad”, expresa Bautista de Alemán. Ella cree que el país “respira y observa” y puede distinguir la simulación de lo real. “Salgamos a ver la realidad -insiste-, que nos está dando buenas noticias”.
Martínez Meucci no ve factible que el régimen sustituya a Maduro porque los autoritarismos siempre necesitan la figura del autócrata, no solo la concentración del poder, sino la personificación del poder. “No es una operación fácil y me pregunto si sería útil cambiar a Maduro por otra figura del chavismo y que esa figura vaya a generar algo de esperanza después de un cuarto de siglo bajo este sistema”.
Para este experto en pacificación política está ocurriendo un cambio sociológico importante “del que poco se ha hablado”. “Hay un mar de leva que está llevando las cosas hacia otro lado, no es una efervescencia o una espumita lo que está ocurriendo por ahí”.
“Aquí se está moviendo algo profundo en el pueblo venezolano, es un asunto estructural”, dice Martínez Meucci. Y lo explica: la gente ya no cree que el Estado le va a resolver la vida, la gente ya no cree que los políticos le vayan a resolver las cosas. “Cada vez más la gente está pensando que la solución de sus problemas viene de sus propias iniciativas”, remata.
Esos rasgos los interpreta como “un cambio revolucionario” en una explicación sociológica. “La figura de María Corina Machado ha encarnado algo muy importante y no tiene que ver solo con una campaña sino que ha logrado encarnar la aspiración de cambio profundo que el pueblo está demandando”.
En la perspectiva que señala Martínez Meucci no da lo mismo la figura que se ponga delante de la unidad de la oposición. “Eso no es cierto y también lo dicen los estudios de opinión pública”. Insiste: hay una conexión especial con María Corina Machado.
Madurez política
María Verónica Torres coincide en que lo que no se ha leído en el comportamiento de la sociedad venezolana es que “ha crecido en madurez, que ya no espera el mesías político”. Habla de cómo en las zonas populares la economía se mueve en la gran cantidad de emprendimientos que se dan a lo largo del país. “Donde nosotros podemos colaborar con esa madurez es en la formación de los ciudadanos. La gente se ha desprendido del odio y del miedo y se ha unido para resolver los problemas que enfrenta de servicios, de salud, de drogas, de recuperación de espacios”.
Los tres convocados para el Foro de La Gran Aldea abordaron al final la posibilidad de que el liderazgo de María Corina Machado se desinfle como sucedió con otras figuras muy destacadas de la oposición, en tiempos recientes y más atrás.
Bautista cree que el liderazgo de Machado se fortalecerá en los espacios unitarios de cooperación y de la sociedad civil. “Creo que ese liderazgo está asociado a la construcción de un gran movimiento nacional, a conservar la hoja de ruta que en una segunda fase debe llevar al voto”.
Para Martínez Meucci a lo largo de estos 25 años de chavismo se han cometido muchos errores en el campo opositor, además del desgaste natural y el hostigamiento del gobierno autoritario. “Eso ha hecho mella en muchas personas y en los dirigentes políticos, que son seres humanos y vulnerables”.
Los riesgos que observa para el liderazgo que promueve el cambio político es entrar en tratativas con el sistema político actual y terminar cooptado o apostar a una estrategia que no sea controlada por los venezolanos. “María Corina Machado debe tener claro que no se puede arriesgar a ser parte del sistema ni a entregar la batuta del cambio. El apoyo que ella tiene ahora es porque la gente siente que habla claramente de un cambio, cosa que no ha hecho la mayor parte de los políticos; y ha demostrado que está dispuesta asumir el costo político y personal de decir lo que piensa y por eso le dan ese voto de confianza”.
Si se combinan, a su juicio, el despertar de la conciencia de la gente, junto con una estrategia coherente y un liderazgo creíble “se puede llegar a consumar cambios importantes, pero es un trabajo de todos los días”.
María Verónica Torres cree que la coherencia y decir la verdad, no alentar falsas esperanzas, fortalecerá el liderazgo junto con el acompañamiento de los partidos, que, en su opinión, deben hacer una mea culpa. “Estamos esperando, se han quedado sin liderazgo y nosotros sabemos por qué”.
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