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El 1/9 y el firmazo momentos decisivos

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Artículos de opinión
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En la lucha sin descanso que tiene lugar en Venezuela entre la libertad y el despotismo, el oficialismo ha decidido evitar, por todos los medios, cualquier medición electoral. Buscan dirimir la crisis política por vías extra democráticas provocando una especie de bloqueo político que difícilmente tenga largo recorrido por lo insostenible de la situación, por el calado de las tensiones existentes y el por el mayoritario deseo de cambio que une a la ciudadanía.

El alargamiento del nefasto bloqueo oficialista solo puede ser resuelto por la vía de una enorme y decidida presión nacional de la mayoría partidaria del cambio. Mayoría en la cual hay que incluir a sectores descontentos del chavismo enfrentados a la cúpula enquistada en el Poder. Por tanto es importante registrar que una suerte de unidad nacional se viene gestando por la base al calor de las penurias y de la terquedad de quienes gobiernan, solo preocupados en proteger sus intereses.

Las fuerzas democráticas han escogido el Referéndum Revocatorio Presidencial como la vía constitucional y democrática para sustituir al Gobierno, pero también al Sistema. Desde marzo se viene luchando contra los innumerables y sobrevenidos obstáculos instrumentados por el CNE para impedir la celebración del rr en el 2016 o quizás para que no se efectué en ningún caso. Sin embargo, se ha venido avanzando en el proceso de activación de la consulta.

Faltan todavía dos pasos para su concreción: la recolección del 20% de las firmas del padrón electoral para solicitarlo y una vez cumplido el requisito la convocatoria al acto de votación.

En el proceso para materializar los siguientes pasos del RR es necesario superar el boicot impuesto por el régimen.

Es aquí donde adquiere pertinencia la jornada del 1 de septiembre como manifestación clara de la voluntad de los venezolanos de que el RR se realice.

Una jornada nacional, unitaria, masiva, contundente y combativa, que paralice el país demostrando la decisión ciudadana de luchar por la realización de la consulta refrendaría puede torcerle las manos al oficialismo y por tanto acercar la siguiente estación del proceso, cual es la recolección del 20% de las firmas, además incidiría en la obtención de las condiciones técnicas y logísticas apropiadas para esa etapa.

Una jornada de recolección de firmas en la cual millones de ciudadanos – muchos más de los necesarios para cumplir con el requisito - se vuelquen a las calles y centros de recolección puede generar muchas consecuencias positivas para el cambio.

En todo esto tanto la dirigencia democrática como la ciudadanía tenemos responsabilidades ineludibles.

Los primeros en dirigir con responsabilidad y astucia lo que viene, para ello la unidad de propósitos y en la acción es indispensable, el discurso convocatorio debe conjugar lo político con lo social y estimular y facilitar la presencia de la disidencia chavista en los eventos por consumar. También denunciar y desbaratar las maniobras del gobierno para impedir las movilizaciones y provocar la violencia.

Los ciudadanos debemos comprender la necesidad vital y decisiva de que nuestra participación masiva y contundente es imprescindible para torcerle la mano al régimen y acercar los tiempos del cambio. Nadie va a hacer por nosotros lo que debemos. Todos tenemos que contribuir.

Convirtamos el 1/9 y el firmazo en jornadas épicas e históricas en pro de un país libre, próspero, justo y seguro.

Caracas, 23 de agosto de 2016