#loquequepaquesesepa
Tal como lo anunciamos desde la MUD cuando propusimos la toma de Caracas el 1S como un gran acto de movilización nacional pacífica y democrática para presionar la realización del derecho ciudadano de revocar este mismo año al peor presidente que hubiese padecido nuestro país en lo que lleva de historia republicana, la gigantesca manifestación se produjo superando emboscadas, provocaciones violentas por parte de los grupos hamponiles de los que se sirve el régimen, las medidas policiales y militares de persecución y amedrentamiento de dirigentes de oposición, las amenazas de los principales voceros del gobierno agonizante, el cierre cínico de los accesos viales a Caracas y demás fechorías de grupo en el poder. No pudieron los capitostes del régimen contra el pueblo movilizado demostrando que le sobra voluntad y coraje frente a quienes pretenden continuar oprimiéndolo.
Muchos integrantes de la oposición nos movilizamos por todo el país para promover el evento y en todos los lugares visitados, antes, durante o después de nuestros actos, se reprodujo el mismo esquema de provocaciones por parte de pandillas armadas que intentaron diversas formas de saboteo, ejercieron violencia física contra la gente, cerraron vías de comunicación, apedrearon y dispararon a personas y vehículos, incendiaron y pare de contar. Pero no pudieron. Al contrario. A cada acto hamponil sucedió una respuesta más firme y decidida del pueblo y una mayor afluencia de personas a las manifestaciones. Y lo más importante de todo: la espontaneidad de las reacciones y la decisión de no dejarse amedrentar por la violencia del gobierno.
Escribo estas líneas a media tarde del 1S, ya culminada la más grande manifestación de movilización ciudadana que hubiese conocido nuestro país en toda su historia. El impresionante mar humano desbordó las avenidas Libertador, Francisco de Miranda y Rio de Janeiro de Caracas y vías adyacentes, espacio copado por el aproximadamente millón de personas en que los cálculos de los observadores y medios de comunicación imparciales cifraron la impresionante multitud. El civismo y el orden, el clima de alegría y optimismo de los asistentes y la observancia rigurosa de lo que había anunciado la MUD, desbarataron las falacias que durante varios días esparció el gobierno para desacreditar anticipadamente el evento, inhibir la asistencia al mismo y seguramente para justificar de antemano la posibilidad de represión oficialista.
Como se ha hecho costumbre cada vez que la oposición anuncia un acto político, el gobierno repostó con su versión de la toma de Caracas el mismo día y hora, reducida a la melancólica presencia del funcionariado público llevado a rabiata a escuchar la perorata estulta de Maduro en la Avenida Bolívar, pensado como muro de contención para impedir un temido vuelvan caras de la manifestación opositora hacia Miraflores, hecho también denunciado durante días como supuesto plan de reproducir los sucesos del 11 de abril de 2002, cuando otra manifestación ciudadana se dirigió al lugar y le bajó los pantalones a Chávez para demostrar ante el mundo que estaba emasculado. Le hemos dicho al régimen cuando vayamos a Miraflores no será por un rato sino para quedarnos un tiempo largo por disposición de la soberanía popular expresada en votos. El Manifiesto leído en nuestro evento del 1S contiene la expresión de principios en esta cruzada en favor del Referéndum Revocatorio este mismo año y el anuncio de nuevas acciones ciudadanas para exigir al CNE el cumplimiento de sus deberes. Por lo pronto, gracias Venezuela por tu conducta ciudadana y por tu convicción de que si hay futuro a pesar de todo.
@hramosallup