Es costumbre para esta época de año hacer un balance general de la apreciación política, económica y social de lo acontecido en nuestro país. Desafortunadamente, independientemente de lo positivo o negativo que pueda haber acontecido podemos afirmar que el 2023 es otro año perdido para nuestro país básicamente por la ineficiente gestión de un régimen que en nombre del pueblo pareciera que le tiene odio al mismo.
El balance negativo lo demuestra el caso omiso que con indiferencia premeditada este gobierno ha tenido a las justas reivindicaciones salariales clamadas por los diferentes sindicatos, gremios, asociaciones, pensionados y personalidades y que no han tenido ningún tipo de respuesta hasta la fecha. Igualmente ha ocurrido con la deteriorada infraestructura de salud pública, de educación y de todos los servicios públicos en general que someten a una aventura riesgosa de vida el quehacer diario del venezolano de a pie que sale a buscar cómo sobrevivir a la calamidad a la que nos tiene sometido este gobierno indiferente. Esto, sin olvidar la continua violación a los derechos humanos que mantiene el régimen como política de estado en relación a los presos políticos, libertad de expresión, inhabilitaciones políticas etc.
En positivo, políticamente, la oposición democrática contra viento y marea, logró realizar unas elecciones primarias para escoger a su abanderado para las elecciones presidenciales del próximo año, con el triunfo de forma abrumadoramente mayoritaria de una candidata independiente que dejó en minusvalía a los partidos de estatus incluyendo al propio de régimen. El mensaje es muy claro: la sociedad quiere una alternativa factible y diferente para superar la crisis que nos agobia y que no la va a resolver los actuales partidos que también son parte del problema.
Los resultados de estas primarias golpeó duramente la imagen y estrategia del gobierno de subestimar a la oposición democrática, por lo que recurrió a sacar a la luz pública el viejo expediente de la bandera del nacionalismo justificado en nuestra histórica reclamación por el usurpado territorio Esequibo, para esto realizó un referéndum consultivo cuyo resultado está aún en discusión, pero ciertamente, y en esto hay que estar claro, puso nuevamente en la mesa un tema sentido, a pesar de la crisis, por todos los venezolanos, esperemos que se logre llegar a términos satisfactorios a pesar de la torpeza característica del gobierno.
Las perspectivas: pocos días antes de las primarias, había llegado de manera sorpresiva la firma de lo que ahora se conoce como “Acuerdo de Barbados” entre el régimen y la plataforma unitaria democrática con el auspicio y fuerte intervención del gobierno de USA, de la Unión Europea y el reino de Noruega como garante. En nuestra opinión este acuerdo, de cumplirse medianamente, sería la mejor oportunidad para iniciar la salida a la crisis del país, ya que abrió la posibilidad de que se pueda producir el próximo año, constitucional y pacíficamente, el cambio político necesario; igualmente para el régimen, el levantamiento parcial de sanciones económicas le permitiría obtener recursos que le ayudarían, en un año electoral, a levantar su imagen en las encuestas y aun perdiendo las elecciones, salir por la puerta de la constitución y mantenerse en el juego político los siguientes años. Este sería el escenario más positivo para nuestro país el próximo año 2024.
Para finalizar este año, hacemos votos para que nuestros compatriotas y conciudadanos, aquí o en el extranjero, tengan una feliz navidad y un venturoso y próspero año 2024 en unión familiar.
LLLO 15/12/23