Apreciación de la situación nacional # 91
Próximo a finalizar el presente año 2016, a los venezolanos que ansiamos y teníamos las expectativas de concluirlo con un cambio de gobierno en puertas y un futuro 2017 promisorio, quedamos con la decepción de que ninguna de las dos expectativas tiene alguna posibilidad en el corto plazo.
Quizás lo más decepcionante fue la actuación de los integrantes de la MUD nacional y de nuestros diputados de la Asamblea Nacional, que concluyen el año imbuidos en un mar de contradicciones y disputas internas que les costará, en el futuro inmediato, el favor político de la población que hace un año le dio la mayoría parlamentaria en la AN para que lideraran el cambio para salir de la crisis. La miopía política y de estadistas de los dirigentes opositores, ahora diputados, les impidió calcular exactamente a que se enfrentaban e identificar tempranamente cuál sería el camino para lograr el cambio de gobierno, por lo que las contradicciones, desde el principio, estuvieron a la orden del día.
¡Todas las opciones son posibles y no podemos decirle al gobierno cuál de ellas es la que utilizaremos finalmente! fue la respuesta del secretario ejecutivo de la MUD para tratar de lavar la cara a la misma sin decir que simplemente no se había puestos de acuerdo en una cuestión tan fundamental como esa. Al final, la opción del referendo revocatorio fue la que se impuso, cuando ya los lapsos de tiempo para realizarlo estaban comprometidos. Paralelamente la AN, dando una demostración de democracia, discutía que había que discutir en la AN y cuales los temas de interés, siempre pensando que el régimen, finalmente les reconociera sus facultades legislativas, para darse cuenta, también tardíamente que el régimen iba por la libre.
Cuando finalmente, por la presión internacional y del secretario general de la OEA, le pusieron chiquitas las cosas al régimen, se comienza un diálogo –en República Dominicana- con el gobierno de la peor manera posible, sin conocimiento de la mayoría de los integrantes de la MUD y sin conocimiento del secretario general de OEA que ya había comenzado a meter las manos en el candelero para apoyar a la oposición y aplicar la carta democrática. La alternativa, apresurada, fue recurrir a la mediación papal con los negociadores, que ya había escogido el gobierno, para sentarse en una mesa de diálogo representados por políticos con poca experiencia en estas lides y cuyas consecuencias no se hicieron esperar en términos de los confusos acuerdos logrados que continuarán después del 13 de enero 2017.
La guinda de la torta se produce en la AN cuando tres diputados de la oposición no asisten a la plenaria para designar dos nuevos rectores para el CNE que pudieran cambiar, un poco, las expectativas electorales para el próximo año.
Pero el régimen no se queda atrás. Si se ha sostenido hasta ahora es por el bochinche opositor, la FAN que es parte fundamental del régimen y el seguimiento de un guion propagandístico y programático, sin duda alguna, muy bien estructurado pero que, a pesar de contar con esto, no ha dejado de lucir sus torpezas cuando tiene la oportunidad o los asesores cubanos lo dejan solo. La última es el despelote monetario que han creado y que ellos mismos no saben en qué y cómo va a terminar.
¿Qué podemos esperar los venezolanos para el año 2017? Sin duda alguna más bochinche, versión 2.0 o del siglo XXI.
Diciembre 16, 2016