Una vez finalizados el pasado 5 de noviembre, los XIX Juegos Deportivos Panamericanos en Santiago de Chile, todo el mundo se pregunta ¿el por qué un manto de silencio envuelve todo lo acontecido en ese evento? ¿Dónde están las caravanas que se hacían entre Maiquetía y Caracas a la llegada de nuestros atletas ¿Ahora no hay visitas al Palacio de Miraflores para retratarse con el presidente? ¿Qué pasó con las ofertas de carros, casas y becas a los ganadores de medallas? ¿Dónde está el presidente guapachoso que, al condecorar un atleta, preguntaba cuál era su deporte para inmediatamente decir que él también competía en ese deporte? Así lo vimos y oímos en su demagogia populista decir que había saltado más de dos metros de altura en atletismo o que había bateado más jonrones que Galarraga o que cruzaba nadando el rio fronterizo entre su ciudad natal y Venezuela; en fin, todo ese teatro ahora se encuentra inmerso en el más escandaloso silencio.
Las autoridades del Comité Olímpico Venezolano COV, Ministerio del Poder Popular para el Deporte MPPD y el Instituto Nacional del Deporte IND quedaron ciegos, sordos y mudos frente a los resultados de los recién finalizados Juegos Panamericanos.
Cuando el país está a la espera por una evaluación de la actuación y una presentación de acciones o programas para superar las fallas que se hayan presentado, estas autoridades responden con un silencio sepulcral. Si algún periodista preguntaba sobre los pronósticos sobre medallas, inmediatamente recibían como respuesta el ser desalojado del recinto donde se efectúa la rueda de prensa. Pudiera pensarse que estos incompetentes funcionarios creen que con quedarse callados las cosas se van a superar. Pero, hay que recordarles que hay silencios más elocuentes que las palabras y como dice el sabio refrán “El que calla otorga”.
El silencio de los culpables, solo busca ocultar la debacle o desastre ocurrido en estos juegos; al quedar en el 10º puesto y haber sido superados nuevamente por Estados Unidos, Brasil, Canadá, México, Cuba, Colombia, Argentina, Chile, Perú y empatado con Republica Dominicana en medallas de oro refleja el fracaso de las políticas y programas para el sector deporte implementadas por este régimen.
El cuadro final de medallas, reflejó una demoledora realidad del estado actual del deporte en el país. En el balance de los resultados, con las 44 medallas obtenidas, pasamos a ocupar el puesto número 10 en la clasificación general. Repitiéndose el progresivo y sostenido descenso del deporte bajo la conducción del régimen. En los últimos doce años pasamos de 72 medallas en los juegos del 2011 a solo 44 en Chile 2023. En lo referente a medallas de oro la caída es mucho más dramática, de 17 preseas doradas logradas en los juegos de 1999, luego de 24 años de revolución bolivariana solo logramos alcanzar 8.
Lamentablemente la historia del fracaso reiterado se hace presente nuevamente. Colombia, punto referencial para el análisis de nuestros resultados deportivos a nivel del ciclo olímpico, nos volvió a superar en esta oportunidad con 103 medallas contra 44 como lo viene haciendo desde el año 2013. Ahora, se suma a este lamentable cuadro el haber sido superados por Argentina, Chile, Perú y empatados en oro con República Dominicana.
De allí que las culpables e incompetentes autoridades deportivas no tengan respuestas frente a esta problemática. Una muestra inequívoca de ello es cuando las federaciones deportivas presentan sus Programas Operativos Anuales (POA) y ven pasar los días o meses sin respuesta alguna y si preguntan o reclaman, la respuesta de las autoridades ya es conocida…SILENCIO. Igual sucede con las becas, programas de asistencia social, protección médica, uniformes, alimentación y sitios de entrenamiento de los atletas.
Especial referencia merece lo acontecido con los Entrenadores que al reclamarle a la presidente del IND los problemas de seguro HCM, homologaciones, aumentos de sueldos, pensiones, y pago de pasivos laborales. la retención por más de dos años de los aportes a la Caja de Ahorros, recibieron la inverosímil e increíble respuesta “Ayyy, yo de eso no sé nada, déjenme preguntarle al ministro a ver qué me dice”.
En el sector olímpico, quizás por las luchas entre fracciones del régimen por alcanzar la presidencia de las federaciones, se presenta un “silencio solidario y cómplice” con las autoridades y, lo mejor para ellos es quedarse callados frente a las arbitrariedades que ocurren desde los organismos gubernamentales. Todos recuerdan la decisión del IND de suspender el Registro Nacional del Deporte y amenazando con juicios penales si alguna entidad regional o municipal cumple con estas funciones. Este hecho coloca en situación de ilegalidad a todas las organizaciones del sector deportivo federado (clubes, ligas, asociaciones y federaciones) pero también deja en situación de ilegalidad al Comité Olímpico al haber sido electo por federaciones ilegales. A esto hay que agregarle que la presidente del IND sigue sin convocar al Directorio en donde, por cierto, está representado el COV y las Federaciones…pero estos organismos se auto amordazan.
Si bien es cierto que el balance de medallas en los panamericanos no fue el mejor, no menos cierto es el hecho de la incapacidad e incompetencia de las autoridades deportivas y gubernamentales que, en su afán de lucro y el uso demagógico del deporte han generado la grave y profunda crisis de este en el país. Solo con la sustitución de este régimen se podrá comenzar a recorrer el camino de “Un Deporte Mejor en Una Sociedad Mejor”.
En fin, en este teatro sordo, ciego y mudo el silencio de los incapaces culpables, es un grito de desprecio al sector deportivo.