Vanguardia Popular (VP) invita al pueblo a participar de manera entusiasta, con determinación y firmeza, en la GRAN TOMA DE CARACAS del 1º de septiembre, convocada y respaldada por todos los sectores que demandamos del CNE la fijación de la fecha para la recolección del 20% de las firmas que permitan la activación inmediata del referéndum revocatorio presidencial. A su vez, exigimos del gobierno todas las garantías que por imperativo constitucional y legal está obligado a dar, para que esta jornada transcurra en forma pacífica y democrática, como es el propósito de quienes estamos convocando.
Estamos convencidos de que dicha jornada habrá de transformarse en un torrente de fuerzas sociales desbordadas por las calles de la Gran Caracas y de toda Venezuela, a fin de expresar nuestro descontento frente a la crisis general que afecta todos los ordenes de la vida nacional; para reiterar nuestro reclamo de cambios urgentes en la orientación del rumbo del país y para exigirle a las instituciones del régimen, especialmente al CNE, la activación eficaz y oportuna del referéndum revocatorio que haga posible dichos cambios.
La TOMA DE CARACAS debe ser ocasión para expresar nuestro rechazo al proceso de empobrecimiento generalizado de nuestra gente y frente a la instalación del hambre en los hogares de la inmensa mayoría nacional; para protestar ante el colapso del sistema de salud y la escasez de medicinas traducidos en crisis humanitaria; para manifestar nuestro reclamo frente al terrible flagelo de la criminalidad y el delito que le arrebata la vida a miles de venezolanos en medio de la mayor impunidad; para condenar la corrupción y el despilfarro de los dineros públicos que ha esfumado más de 400.000 millones de dólares en los últimos años; para protestar la entrega de la soberanía nacional y las riquezas mineras del país a las empresas transnacionales depredadoras del ambiente en el arco minero de Guayana; para demandar solución a los problemas de agua, electricidad y demás servicios públicos; para levantar nuestra voz de protesta frente a la escasez, la carestía y la especulación; por una nueva política económica para reactivar el aparato productivo del país y generar empleo decente, bien remunerado y protegido socialmente; para exigir un GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL y un PROGRAMA DE CAMBIO DE RUMBO de contenido patriótico, popular y democrático.
Venezuela se encuentra situada frente a una encrucijada histórica: o se abren las compuertas para que los cambios fluyan por canales constitucionales, democráticos y pacíficos, o el cierre de caminos que pretende el gobierno, con la complicidad de las instituciones del régimen, podría dar paso a la anarquía y la violencia, dado el clima de conflictividad social creciente y las graves tensiones sociales acumuladas, cuyas posibilidades de desbordarse son un riesgo latente. No tienen derecho el Presidente Maduro, el TSJ y el CNE a burlarse de la voluntad popular ni a ignorar los mecanismos que la Constitución consagra para hacer posibles cambios políticos en circunstancias de crisis. No pueden sus formalismos leguleyos y sus maniobras dilatorias estar por encima del clamor nacional que exige la convocatoria del referéndum revocatorio, para que el pueblo sea consultado respecto del presente y el futuro inmediato del país. Por lo demás, es triste y vergonzoso, por decir lo menos, pretender seguir gobernando a Venezuela contra la voluntad expresa de la inmensa mayoría nacional, al margen de la Constitución, con base en la represión, el autoritarismo, la arbitrariedad y la mentira.
Denunciamos que frente a esta convocatoria, cuyas expectativas desbordan todas las previsiones, el gobierno nacional ha puesto en práctica una sistemática campaña descalificadora tendente a atribuirle a esta jornada y a sus organizadores los propósitos más abyectos y violentos: un discurso oficial manipulador y amenazante, que insiste en criminalizar y judicializar la protesta social y el ejercicio de los derechos democráticos, se acompaña de una escalada represiva adelantada en vísperas de la realización de la jornada anunciada. Como parte de esta campaña señalamos la arremetida represiva ejecutada contra el Alcalde de Maturín, Wagner Jiménez, victima de una implacable persecución que se traduce en allanamientos a su residencia y a la sede de la alcaldía, en el acoso y detención de algunos de sus funcionarios, sin la presencia de fiscales del Ministerio Público ni de los representantes legales de las victimas y con un despliegue de fuerzas desproporcionado e intimidatorio. A esto se agrega la persecución y despido de centenares de empleados públicos que firmaron la solicitud de activación del referéndum revocatorio y las amenazas públicas y reiteradas en tal sentido; la retención de la movilización indígena que desde Amazonas marcha hacia a Caracas en respaldo a dicha solicitud; el traslado intempestivo de Daniel Ceballos desde su residencia, donde cumple arresto domiciliario por razones humanitarias, hacia una cárcel en San Juan de los Morros; la expulsión del país de una comisión de parlamentarios del Congreso de Ecuador, quienes intentaban realizar una visita a los presos políticos Antonio Ledezma y Leopoldo López; entre muchos otros casos.
Esta escalada represiva se corresponde con una estrategia de terrorismo de Estado por parte de un gobierno que ha perdido el respaldo del pueblo, que ha sido desbordado por la magnitud de la crisis que sus propios errores, corrupción e ineptitud han provocado y que se ha convertido en el obstáculo principal para su superación. Su objetivo es imponer el miedo y el chantaje a fin de impedir que el pueblo pueda expresarse libremente el próximo 1º de septiembre, en Caracas y en todo el país, en ejercicio pleno de sus derechos democráticos.
Vanguardia Popular (VP) demanda el cese de la represión y exhorta a las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos y garantes del cumplimiento de los pactos y tratados internacionales que en tal sentido ha suscrito la nación, para que sean observadoras y testigos, una vez más, de la vocación pacífica y democrática de nuestro pueblo, de su demanda de una salida constitucional a la crisis nacional y de su determinación de hacer posible los cambios que Venezuela requiere con urgencia. Al pueblo de Caracas y de todo el país les reiteramos nuestra invitación fraterna a participar, con confianza, determinación y firmeza en esta gran jornada de protesta nacional, a confiar en sus propias fuerzas, en la justeza de los objetivos que nos convocan y en la posibilidad cierta de victoria de nuestra lucha.
¡¡¡CONTRA EL HAMBRE, LA POBREZA, LA INSEGURIDAD, LA CORRUPCIÓN, LA REPRESIÓN Y LA ENTREGA DE LA SOBERANÍA NACIONAL… REVOCATORIO YA!!!