UN VIRUS RÁPIDO Y FURIOSO (24
El nuevo coronavirus que ha desatado la pandemia COVID-19 tiene características particulares de trazabilidad, morbilidad y mortalidad. La agresividad de su propagación exponencial, la virulencia con la cual ataca a ciertos grupos etarios, en particular con preexistencia de otras enfermedades de base, y la inexistencia de un tratamiento único y eficaz ha dificultado la contención de la pandemia.
Miles de millones de personas están sometidas a cuarentena, confinamiento residencial, aislamiento social o restricciones de movilidad en todo el mundo. Según el reporte de la Organización Mundial de la Salud más de un millón seiscientas mil personas están contagiadas, cerca de cuatrocientas mil han logrado recuperarse, y unas cien mil han fallecido a consecuencia del COVID-19. El nuevo coronavirus está presente en al menos 185 países y una treintena de territorios y áreas en el globo terráqueo en los cinco continentes.
Inmensas naciones, pequeñas islas, principados y ciudades estados reportan casos de la enfermedad. La excepción la constituyen unos pocos países que no registran oficialmente contagios, entre los que figuran la enigmática Cora del Norte en Asia, el reino africano de Lesoto, los islotes de Samoa en Oceanía, además de Turkmenistán, también en Asia que llegó a prohibir el uso de las palabras asociadas a la pandemia como estrategia para que allí reine la felicidad y sigan teniendo “cero casos”.
La Covid-19 se ha hecho presente lo mismo en frías áreas montañosas que en extensas zonas desérticas. En América, por ejemplo, se registran casos a lo largo de la geografía va desde Alaska hasta la Patagonia. Parafraseando el título de una película el nuevo coronavirus ha resultado “rápido y furioso” y, desgraciadamente el capítulo de la pandemia está en pleno desarrollo. Sobre la marcha una veintena de tratamientos están siendo sometidos a evaluación y docena de multinacionales y centros de investigación han emprendido una carrera contra reloj para dar, cuanto antes, con la ansiada vacuna.
¡Amanecerá y veremos.
El VIACRUCIS DE LA PANDEMIA (23)
A lo largo y ancho de todo el mundo la gente experimenta de diversas maneras el desarrollo de la pandemia. Miles de millones de personas están sometidas a cuarentena. La inmensa mayoría de los contagiados, aun resultando positivos a las pruebas rápidas y a los diagnósticos de hisopado para COVID-19 son asintomáticos a la infección. Otra cantidad de gente acusa complicaciones de tos, fiebre, dolor de garganta, fatiga o debilidad, entre otros síntomas, y son confinados a aislamiento en albergues o recluidos en centros de salud y evaluados bajo régimen de observación.
La OMS reporta, afortunadamente, que más de trescientas mil personas se han recuperado de la COVID-19. Una cantidad de pacientes, muchísimo menor es transferido a unidades de cuidados intensivos y lucha para salvar sus vidas en medio de severas complicaciones pulmonares. Unos cien mil infectados en todo el mundo han sucumbido al nuevo coronavirus. Entre ellas hay personas que desgraciadamente han muerto en sus casas, y hasta en plena vía pública, sin asistencia sanitaria de ningún tipo.
Detrás de cada caso hay toda una conmovedora vivencia personal. Gente que padece la angustia de haber transmitido la enfermedad a sus padres o a sus hijos. Parejas que lamentan no haber sido lo suficientemente cuidadosos con las medidas preventivas. Personas que lloran la pérdida de un familiar o un amigo, en soledad, debido a las restricciones sanitarias. La pandemia ha impactado la cotidianidad del ser humano.
El Covid-19 no distingue edad, raza, religión, ideología o condición social pero para las comunidades más empobrecidas o para los millones de desplazados y refugiados de las zonas de combate o conflicto la expansión del nuevo coronavirus añade carga adicional a la pesada cruz de sus padecimientos. La escasez de alimentos, la carencia de medicamentos, o el acceso precario a servicios públicos vitales y fundamentales constituyen un problema existencial más allá de la emergencia desatada. El viacrucis de la pandemia es un drama de carácter global y la humanidad está en vilo ante el calvario de la enfermedad.
¡Amanecerá y veremos!
LOS CONFLICTOS Y LA PANDEMIA (22)
En 1918 se estima que la “Gripe Española”, la primera pandemia del siglo pasado, mató más gente que la sumatoria de las víctimas de la Primera Guerra Mundial. A propósito de la emergencia sanitaria global que estremece a la humanidad, desde La Organización de Naciones Unidas, su Secretario General, Antonio Guterres clamó por un alto al fuego mundial tras mostrar su preocupación por las repercusiones que la propagación del virus tendrá sobre la población más vulnerable en las zonas en conflicto.
La angustia del titular de la ONU, responde a que las medidas y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para enfrentar la pandemia resultan imposibles de cumplir en el terreno de los enfrentamientos armados por que la población inerme ha visto destruidas la infraestructura de servicios y en razón que las precarias condiciones de vida dificultan la subsistencia de la gente.
Regiones y territorios de Siria, libia, Iraq, Palestina, Yemen, Afganistán, Ucrania, Maynmar, Filipinas, República Centroafricana, Sudán, Camerún, Sudan del Sur y Colombia, entre otros, constituyen teatros de operaciones en los cuales se hace indispensable facilitar la asistencia humanitaria a la población víctima de los conflictos en pleno desarrollo. El máximo representante del organismo internacional expresó que “solo deberíamos tener una lucha hoy en nuestro mundo y es la batalla contra el COVID-19”.
Yemen, de los países que registran conflictos, es el único que no ha admitido oficialmente la presencia del nuevo coronavirus en su territorio. En algunas localidades, las hostilidades han cesado aunque en otras continúan los enfrentamientos y combates. En Gaza reina la tensa calma. En Afganistán han cedido los ataques. En Colombia el ELN anunció un alto al fuego hasta finales del mes de abril en el marco de la declaratoria de la pandemia.
En Venezuela la pandemia nos sorprende en medio del conflicto institucional, la confrontación política y la crisis social.. Diversas personalidades coinciden en la necesidad impostergable de facilitar la ayuda humanitaria y la puesta en práctica de un plan urgente para enfrentar la emergencia. Una solución de esa naturaleza requeriría de un proceso de reconocimiento mutuo entre las partes. Un asunto nada fácil, por ahora, pues pareciera que cada cual estima que está en la mejor posición para sacar partida de la situación. Por cierto se trata de una apuesta muy arriesgada. De uno y otro lado hay gente aguarda por un milagro.
¡Amanecerá y veremos!
LA CRUZ DE LA PANDEMIA (21)
Cuando el mundo se aproxima inexorablemente a la fatídica cifra de cien mil fallecidos, y más de millón quinientos mil contagiados, China celebra el primer día sin nuevos casos registrados desde la declaración oficial de la pandemia. Li Wenliang, el médico chino que alertó en diciembre pasado sobre el registro de extraños casos infecciosos en la ciudad de Wuhan falleció en enero víctima de la enfermedad que detectó. El galeno que fue censurado y perseguido por las autoridades es considerado un mártir de la pandemia.
Lamentablemente no se trató de un caso aislado pues otros catorce médicos y enfermeros perdieron la vida a lo largo del combate contra la enfermedad en la cual unos tres mil trabajadores del sistema de salud del gigante asiático también se infectaron. El personal de los servicios asistenciales en todo el mundo está en la primera línea de batalla contra la pandemia. Se encuentran sometidos a extenuantes horas de trabajo junto a pacientes con síntomas leves o críticos y resulta evidente que están expuestos a un gran riesgo.
Recientemente una noticia de otra naturaleza conmovió al mundo. En hecho propio de las historias de las tragedias griegas una joven médico italiana, Lorena Quaranta fue asesinada por su novio, el enfermero Antonio De Pace quien, tras el crimen intentó suicidarse, alegó absurdamente ante las autoridades que la chica lo había contagiado de COVID-19. Tras la autopsia y la confesión las pruebas en ambos resultaron negativas.
En Italia, por ejemplo. unos once mil trabajadores del sistema de salud se han contagiado. En España se han registrado denuncias del personal sanitario que se siente desprotegido ante el avance del nuevo coronavirus y la escasez de equipos de bioseguridad para atender a los pacientes. En Egipto tres médicos, doce enfermeras y dos empleados del Hospital Oncológico de El Cairo contrajeron la enfermedad.
En Venezuela la procesión va por dentro pues a pesar de los alentadores informes gubernamentales es público y notorio el rosario de problemas en materia de infraestructura, dotación de agua, suministro de energía eléctrica y carencias de materiales, insumos y equipos que registran los centros asistenciales. Desde el inicio de la cuarentena un dirigente sindical del sector salud fue confinado en arresto domiciliario, un enfermero fue brutalmente detenido y una bioanalista ha sido sometida a juicio. Como en otras latitudes, aquí quienes laboran en el sistema sanitario llevan una pesada cruz a cuestas. Amanecerá y veremos!
@ADIGIAMPAOLO
#CronicasDeCuarentena