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Crónicas de cuarentena

Opinión
Artículos de opinión
Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 3 min.

LA CUARENTENA MULTINIVEL (104)

Una modalidad ha sido implementada para abordar la pandemia en Venezuela que se aproxima a los diez mil casos registrados y al centenar de fallecidos. Se trata de un esquema en el cual la población de estados y municipios, en vista de los focos de contagio, estarán sometidos a lo que ha sido definido como confinamiento radical incluido eventuales toques de queda, la gente de varias regiones entrará en un nivel intermedio con actividades económicas restringidas y en una decena de estados, en el marco de la flexibilización de la cuarentena, los ciudadanos experimentarán la relajación de los controles y la aproximación a una semana de relativa normalidad, con las limitaciones que la COVID-19 supone.

Fue instalado un hospital de campaña en Táchira lo que nos da una idea de la magnitud del problema sanitario en la región fronteriza. La situación es preocupante en Zulia, Apure, y Sur del Estado Bolívar en donde a los hospitales y centros centinelas abarrotados se suman albergues sanitarios habilitados para enfrentar la coyuntura. La más reciente Encuesta de Crisis de la Salud 2020 difundida por la Asamblea Nacional acusa deficiencias básicas en el suministro de mascarillas en más del 50%, dotación de guantes 57,89%, y en las carencias de jabón y gel desinfectante en 68% y 63%, respectivamente.

Han surgido críticas relacionadas con el abuso de poder en torno a conductas y desviaciones detectadas en la operatividad de efectivos militares y funcionarios policiales en el sentido que las actuaciones en materia sanitaria deben responder a criterios epidemiológicos y no al ejercicio discrecional y arbitrario de la autoridad. La instalación de puntos de control con la intención de interrumpir la movilidad afecta la posibilidad de concentrar el personal de seguridad y fortalecer la labor de vigilancia en las zonas y focos donde deben efectivamente establecerse cercos sanitarios.

Resulta indispensable desarrollar un esquema progresivo de regularización de la vida cotidiana ante la pandemia. Tras 120 días, con sus largas noches, la gente da muestras de agotamiento y la verdad sea dicha las autoridades también. La adecuación de la estrategia del abordaje de la pandemia requiere de una evaluación integral en la cual la implementación de la cuarentena es solo uno de los aspectos. La delegación de la Oficina Panamericana de la Salud en Venezuela, en el marco del acuerdo institucional entre el Ministerio de Sanidad y la Comisión de Expertos de la Salud Asamblea Nacional, hizo hincapié en la necesidad de la revisión de los tratamientos que se administran a los pacientes, así como la ampliación y descentralización de las pruebas moleculares para Covid-19. Es un asunto de vital importancia que se avance en ambas direcciones.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CronicasDeCuarentena (104)

LA ENCOVI Y LA COVID (103)

Acaban de ser difundidos los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida ENCOVI desarrollada en plena pandemia de la Covid-19 en Venezuela. No se trata, coincidencialmente, de una suerte de juego de palabra sino de la cruda realidad en medio de los embates de la emergencia sanitaria que afecta al país y que permite comprender lo que nos ocurre como sociedad y lo que nos pasa como país.

El estudio adelantado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello y el concurso de la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Central de Venezuela pone en evidencia el acelerado deterioro de aspectos relacionados con variables como ingreso, empleo, seguridad alimentaria, costo de la vida, servicios públicos, educación y asistencia sanitaria, durante la pandemia.

Venezuela, adicionalmente a los efectos de la Covid-19, sufre los embates de la confrontación política, el conflicto institucional, la debacle económica y la crisis social. El panorama luce desalentador pues a la inmensa mayoría de la gente, constreñida a la lucha por la subsistencia, le resulta materialmente imposible acatar la cuarentena. La gente está sometida a la tensión diaria por garantizar el sustento, y lidiar con la precaria cobertura de los servicios básicos. El salario mínimo integral en el orden de ochocientos mil bolívares mensuales, menos de cuatro dólares al cambio oficial, es en sí mismo un indicador alarmante.

La ENCOVI indica que la pérdida del empleo motivado a las restricciones impuestas por la pandemia ronda el 10% en la región capital. Y la consulta en hogares revela que 43 % de los encuestados reportan imposibilidad de trabajar o acusan pérdida de ingresos en el núcleo familiar. Para el 70 % de la gente el impacto más preocupante es el aumento del costo de la vida, y en particular el incremento del precio de los alimentos y servicios. Una de las conclusiones, a propósito de la recesión asociada a la emergencia sanitaria, apunta a que “con el incremento del número de infectados y con un previsible aumento de las muertes por Covid-19, Venezuela está entrando a lo que puede ser una verdadera crisis humanitaria”.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CronicasDeCuarentena (103)