Las sanciones al petróleo y al sector público venezolano por parte del gobierno de EE.UU. no solo perjudican al gobierno de Maduro, realmente el impacto devastador es sobre el ciudadano venezolano. En Venezuela han dejado de ingresar $400.000 millones en 6 años de sanciones al petróleo. Aún con mal manejo administrativo, muchos sueldos se pueden pagar con esos ingresos y muchas empresas pueden vender más productos en todos los sectores de la economía. Igualmente las sanciones económicas del gobierno de Biden a la economía venezolana le impide financiamiento por parte de los organismos multilaterales al sector privado y de los mercados de capitales. Esas sanciones que repite el gobierno de Biden a la economía venezolana son una verdadera bomba inexplicable a la actividad de los ciudadanos venezolanos. Hay que sumar al costo del enfrentamiento entre gobiernos, la posible pérdida de Citgo y del Esequibo, una amenaza que se calcula en montos astronómicos a los venezolanos. La actitud de la Administración Biden también impide la democracia interna ya que aun con las inhabilitaciones, la oposición tiene la responsabilidad de ponerse de acuerdo entre los candidatos habilitados ante el CNE y no lo hacen. El gobierno de Biden se está inmiscuyendo a niveles muy de micro-gerencia de la política venezolana y destruyendo la economía de 27 millones de venezolano con sanciones que les impiden el desarrollo de sus economías. El gobierno de Biden con sanciones económicas pone en riesgo la democracia venezolana. Muy bien pudiera ser la respuesta del gobierno de Maduro de decidir que por fuerza mayor las elecciones con sanciones a la economía le impiden un proceso democrático y posponer las elecciones para un plazo de varios meses después de que el gobierno de EEUU levante las sanciones económicas. El peso del daño de esas políticas de la Administración Biden es solo sobre el ciudadano, ya que los altos funcionarios públicos venezolanos no son vulnerables a esas sanciones económicas. Mucho daño también hace la administración Biden impidiendo que Venezuela reestructure sus bonos. Y raya en lo ridículo que impida los vuelos de ciudadanos venezolanos directos a su territorio y que tengan que tomar varios vuelos. Mientras tanto todas las empresas venezolanas facturan 1/10 (e igual los sueldos) de lo que harían si no hubiera sanciones económicas.
La realidad es que la economía venezolana no podrá despegar mientras las sanciones económicas de EEUU sean impuestas. Ningún sector de la economía podrá impulsar el desarrollo del país. El turismo nunca podrá atraer $60.000 millones anualmente en PIB como lo hace el petróleo y menos con sanciones de EE.UU. Menos aún los países BRICS, ni los del G77, podrán jamás compensar la pérdida de ingresos para Venezuela. Ningún país BRICS, G77, ni de Caricom evitará esa dramática pérdida de ventas de petróleo y gas de PDVSA. También el cierre del crédito internacional para las empresas privadas venezolanas hace inviable al país. Es hora de que el gobierno del presidente Maduro y la Administración Biden junto a la oposición que pide sanciones le den máxima prioridad a tan importante tema y que no eludan las responsabilidades.
Continuar la batalla entre los gobiernos de ambos países es un desastre de tal magnitud para la economía venezolana, que nos va a llevar a ser un país completamente inviable económicamente. De allí la emigración tan dolorosa pero real de millones de ciudadanos que se marchan de Venezuela. Ese drenaje de valiosos recursos humanos es en gran medida también responsabilidad de las sanciones económicas de los EEUU a Venezuela. Y esa fuga de talento destruye la economía y la democracia. Creo que ambos gobiernos se han excedido en su confrontación tanto verbal como de acciones. Ambos gobiernos deben evitar criminalizarse mutuamente y reducir las escaladas de tensiones. Todos los habitantes de Venezuela debemos elevar nuestra petición a ambos gobiernos para que reconsideren sus posiciones enfrentadas que solo destruye el tejido social de los venezolanos. Basta de candidatos y líderes opositores diciendo que las sanciones las quiten cuando haya elecciones libres.
EE.UU. no tiene por qué elegir entre dirigentes opositores y darles apoyo a unos sí y a otros no, y menos aún cuando a muchos de los que apoya piden sanciones y han pedido la abstención en elecciones pasadas de presidente, diputados, alcaldes y gobernadores. EE.UU. debe permitir, como ocurrió en Barinas, que la oposición gane sus votos y batalle por ganar elecciones así sean en condiciones desventajosas. La democracia es una conquista día a día y no puede ser tutelada. EE.UU. puede y debe poner sanciones individuales a personas del gobierno que corrompan su sistema financiero y su economía. También a los que violan derechos humanos y políticos. Pero la administración Biden debe a toda costa evitar sanciones sobre la economía que debiliten a los ciudadanos.
El gobierno de Venezuela también debe ser respetuoso de los EE.UU. y de los ciudadanos venezolanos. El país necesita inversiones de todos los países y no debe alinearse geopolíticamente con ninguna nación. Venezuela debe tratar de contribuir y hacer puentes de entendimiento entre China, Rusia y EE.UU.. Venezuela no debe alimentar la confrontación ni tomar parte en la geopolítica confrontacionista. Así que posicionarse en favor de Rusia y China contra EE.UU. en su política internacional también es un asunto que debe evitarse.
Venezuela es una sociedad económicamente muy abatida. Solo el 29 % de la sociedad puede aguantar un mes sin tener ingresos, esto es, vivir de sus ahorros. El país está en el puesto 114 siguiéndole el Zimbabue y Togo en capacidad de ahorros. La población venezolana prácticamente agotó sus ahorros con tantos años de dificultades económicas producto de corrupción, controles de cambio y ahora las sanciones de los EE.UU.. El gobierno de los EE.UU. no le debe hacer más daño a la población venezolana tratando de debilitar al gobierno de Maduro. Las sanciones a PDVSA, rematando a Citgo o apoyando a Guyana para arrebatar al Esequibo son políticas totalmente de daño irreparable para los venezolanos. El gobierno de Maduro debe pagar a Exxon y reanimarla a volver a Venezuela.
X: @alejandrojsucre
https://www.eluniversal.com/el-universal/179889/desastrosas-sanciones-de-eeuu