El diálogo entre la oposición y el gobierno, teniendo como facilitador a Zapatero, le ha permitido al gobierno ganar tiempo, el cual ha utilizado para atornillarse en el poder. Ha reprimido sin contemplación las protestas, con un saldo de 120 fallecidos. Ha encarcelado a numerosos disidentes y obligados a otros a exiliarse. Ha instalado una fraudulenta Asamblea Constituyente (ANC) con la cual está sentando las bases legales para continuar persiguiendo y reprimiendo a los disidentes, siguiendo el ejemplo cubano. Esta visión del dialogo no es de extremistas opositores, sino que es compartida por diversos actores sociales como la iglesia católica venezolana, diplomáticos latinoamericanos y dirigentes europeos como Felipe González.
Durante la visita del Papa Francisco a Colombia, los cardenales que rigen los destinos de la iglesia católica venezolana se reunieron con él. En la reunión con el máximo jerarca de la iglesia, los cardenales le expresaron su desacuerdo con el dialogo y la cultura del encuentro que propicia el Papa como salida a la crisis venezolana. El Cardenal Jorge Urosa Savino así lo expresó a los medios de comunicación, resaltando que “En Venezuela (el diálogo) no es posible porque el gobierno no atiende razones”, a su vez expresó durante la entrevista que “no hay condiciones claras, ni garantías algunas”. Añadió a continuación que en Venezuela se implementa un sistema totalitario que no da garantía alguna para un dialogo verdadero.
En la misma línea de la iglesia católica venezolana, el canciller de Perú Ricardo Luna, en una entrevista al diario español El País, expresó que los intentos de diálogo hasta el presente solo sirvieron para que Maduro ganara tiempo. Tiempo que ha utilizado para la instauración de una dictadura. Expresó el canciller peruano que prácticamente toda la región latinoamericana dice con claridad que en Venezuela impera una dictadura. Debido a ello, 11 países de la región acordaron un aislamiento de Venezuela en cuanto al tráfico de armas y cuestiones financieras, en reunión sostenida en Lima. Dando lugar a la creación, por la vía de los hechos, de un grupo que ha dado en llamarse el “Grupo de Lima”.
El ex presidente español Felipe González también ha expresado una opinión similar a la de los actores señalados. En una entrevista a la televisora española Antena 3 señaló: “Rodríguez Zapatero logró lo contrario a lo que se quería, multiplicar por seis el número de presos políticos, desabastecimiento e inflación, y en ningún momento se ha devuelto poder a la Asamblea democráticamente elegida”. El problema con el dialogo, según González es que estuvo mal enfocado desde el principio, porque los mediadores fueron elegidos “al gusto de Maduro”. En ese sentido, los facilitadores como Zapatero, son individualidades que comparten con Maduro su visión de izquierda de viejo cuño, y han contribuido a afianzarlo en el poder.
En consecuencia, el régimen de Maduro ha sido exitoso en su propósito de arrinconar a la disidencia política y dividirla. En un artículo reciente, la revista inglesa The Economist hace un diagnóstico de la coyuntura política en la cual señala que a pesar de 3 meses de protesta y más de 120 muertos y presiones diplomáticas, Maduro ha podido superar tales eventos, imponiendo además una Asamblea Constituyente fraudulenta que ha desplazado a la Asamblea Nacional. La revista afirma que la democracia en el país ha naufragado y que Maduro está operando como un dictador. La publicación mencionada es pesimista en cuanto a la posibilidad de restaurar la democracia en el país, en el corto plazo. Argumenta que las protestas se han detenido y la oposición luce dividida ante el tema de su participación en las elecciones regionales.
En la medida que la comunidad internacional ha llegado al convencimiento de que en Venezuela impera una dictadura, se ha comenzado a forjar una agenda de sanciones para presionar al régimen a rectificar. El primero en incorporarse a esta agenda fue Estados Unidos, luego le siguió el llamado “Grupo de Lima”. En los actuales momentos países miembros de la Unión Europea estudian la aplicación de sanciones individuales siguiendo la pauta establecida por Estados Unidos. Ante esta realidad y a fin de evitar las sanciones, en particular de la Unión Europea, el gobierno de Maduro ha optado por aceptar el inicio de una nueva tanda de reuniones de diálogo con la oposición, mediada por representantes internacionales.
Ante estas reuniones para retomar el diálogo queremos ser optimistas, pero con los antecedentes señalados es difícil asumir esta postura. Hay una alta probabilidad de que el régimen de Maduro trate de utilizar las mismas para seguir fortaleciéndose. A tal fin, están planteando que la comunidad internacional reconozca a la fraudulenta Asamblea Constituyente, para lo cual contarán con el apoyo diligente de Zapatero y su amanuense el ex presidente de Republica Dominicana Leonel Fernández. Por ello es probable que estas reuniones fracasen de nuevo en el propósito de dar pasos para la restauración de la democracia en el país.
Si las negociaciones fracasan, la comunidad internacional no tendrá otra opción que seguir la ruta trazada por el canciller de Perú, quien plantea instrumentar una agenda de sanciones multilaterales apoyadas por los países de América y Europa a fin de generar una crisis en el régimen y obligar a la renuncia de Maduro.
Profesor UCV