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EEUU: ¿un árbol caído?

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

Países como China, Rusia y algunos más se alinean entre sí y atraen a otras naciones africanas, asiáticas y latinoamericanas para hacer contrapeso a EEUU. En las décadas de los ochenta, noventa y dos mil, estas naciones todas dependía de la inversión y de las compras de Europa y de EEUU, pero paralelamente fueron desarrollando una estrategia de concentración y dominio de las materias primas, y del poder político en sus países que les permite actuar rápidamente sin tanto freno por no haber contrapesos en sus sistemas políticos. Mientras, EEUU se concentró en el dominio del mercadeo y del desarrollo digital y su estamento político se atascó en peleas divisionistas, tipo reality show, en simpatizar con los votantes que no quieren guerra sino buena vida y en batallas mediáticas, lo que no les permite atender los asuntos estratégicos de la nación de manera rápida y contundente. Muchos líderes del mundo comienzan a mirar a EEUU y su sistema democrático como árbol caído.Según un articulo del 6 del mes corriente, del Wall Street Journal: “el atascamiento político en EEUU se puede visualizar en la manera como opera el Congreso. El Congreso aún puede reunir la voluntad bipartidista en emergencias, como para el alivio de Covid-19 en 2020, o ayuda a Ucrania desde la invasión de Rusia este año, o para gastos populares como infraestructura y salud mental. Pero la legislación importante, si es que se aprueba, lo hace cada vez más con el apoyo de un solo partido mientras que el otro promete revertirlo, como con Obamacare y los recortes de impuestos de Trump. El uso del obstruccionismo, una herramienta utilizada por el partido minoritario para retrasar o detener la legislación al requerir 60 votos en el Senado, se ha triplicado desde la década de 1990, según muestran los datos de Brookings.

Al principio, la competencia con China parecía un problema importante destinado a traspasar las fronteras de los partidos. Su búsqueda de dominio tecnológico y comportamiento militar asertivo ha alarmado a los legisladores de ambos partidos. El año pasado, 19 senadores republicanos se unieron a 48 demócratas y un independiente para aprobar la Ley de Innovación y Competencia de EEUU o USICA, que asigna $ 52 mil millones a la fabricación y el desarrollo de semiconductores nacionales y otros $ 120 mil millones a la investigación y el desarrollo de tecnología.

Luego, la semana pasada, el jefe del Partido Conservador emitió su ultimátum: los republicanos no apoyarán el proyecto de ley de competencia de China, negándole los 60 votos necesarios para superar un obstruccionismo, a menos que los demócratas abandonen un proyecto de ley de presupuesto separado para aumentar los impuestos, reducir los precios de los medicamentos y abordar el cambio climático. Cambiar usando un proceso legislativo que no puede ser obstruido.
Sin embargo, el Primer Ministro de Singapur dice que Estados Unidos “puede que ya no sea la hiperpotencia, pero seguirá siendo… una de las economías y sociedades más avanzadas, vibrantes y dinámicas del mundo; capaz de atraer talento, capaz de generar nuevos emprendimientos, crecimiento, ideas y reinventarse”. Pero hay que recordar que ser un país que atrae inversiones como, Hong Kong y Taiwán, no detiene el esfuerzo chino por dominarlas.
Lo que en realidad ha cambiado a China y Rusia de una estrategia de vendedores de productos y materia primas para el mundo desarrollado en décadas pasadas, a una estrategia expansiva y de dominación hasta militar de sus clientes occidentales es que han logrado capitalizar y controlar las materias primas del mundo y también a sus poblaciones. El mundo occidental está muy poco cohesionado para enfrentar el nuevo reto que les imponen Rusia y China.
Los años próximos
Esta nueva situación geopolítica impacta a Venezuela en su desenvolvimiento económico. Las estrategias del presidente Maduro han sido muy acertadas desde el 2019. Sin embargo, no han llegado las inversiones y el crecimiento de la economía venezolana es insuficiente debido a que las sanciones del gobierno de EEUU a vetar el petróleo se han mantenido. Esto pone a Venezuela en medio de batallas geopolíticas. Aunque China y Rusia no invierten en Venezuela, el gobierno de Maduro no ha decido negociar claramente con EEUU. tal vez no sabiendo cual será el rumbo final de la batalla entre EEUU, Europa versus China y Rusia. Tal vez el gobierno de Maduro quiera mantenerse al estilo de Turquía e India y se concentra más en desarrollar la economía que en tomar parte activa en esa batalla geopolítica.
Por los momentos, China y Rusia pareciera que echaron sus cartas en la mesa y EEUU todavía no ha comenzado a actuar en función del tamaño de reto que tiene enfrente. Todavía EEUU no ha usado nada de su poderío militar ni ha sentido a China y a Rusia como amenaza definitiva a su integridad. Puede ser que el efecto de los avances de China y Rusia ayude a elevar el debate político de EEUU y a galvanizarlos en lugar de fragmentarlos e inutilizarlos. No es fácil la dirección política de Venezuela en estos momentos y eso llama a también elevar los debates políticos de nuestra nación por parte de sus actores. El debate político en Venezuela no debe ser de criminalizarse entre líderes políticos sino de propuestas antes los desafíos geopolíticos que atraviesa el mundo.

Twitter@alejandrojsucre