Si bien Petro, encabeza la intención de voto, esto puede cambiar debido al elevado porcentaje de indecisos. Está mejor posicionado que en el 2018, pero genera temores en la clase media. Los candidatos del centro político han conformado alianzas que conducirán a primarias, donde se elegirán sus candidatos. Un escenario probable es que Petro pase a la segunda vuelta enfrentado a un candidato del centro, el cual recibiría el apoyo de los indecisos logrando el triunfo.
Varias elecciones recientes en América Latina han visto el colapso o al menos la derrota del centro político moderado ¿Ocurrirá lo mismo en Colombia en las elecciones que se realizaran en mayo próximo? Hay razones para pensar que una victoria del centro no solo sería beneficiosa sino una realidad.
Esto no es el pronóstico convencional. Muchos analistas piensan que la contienda electoral del año venidero será una repetición, en reverso, de la elección previa donde Iván Duque derrotó a Gustavo Petro, un populista de izquierda. Así lo apuntan las encuestas como la de INVAMER publicada esta semana, donde Petro encabeza la intención de voto con 42% frente a 19% de Sergio Fajardo de centro Izquierda. Basados en estos resultados las encuestadoras piensan que Petro derrotaría con facilidad a cualquier oponente.
Duque ganó en el año 2018 por el miedo que despertaba la candidatura de Petro un ex guerrillero simpatizante de Hugo Chávez. Duque también se benefició de la campaña, de Uribe, contra el acuerdo de paz que se firmó con las FARC que finiquitó el conflicto armado. El centro político fue identificado con el acuerdo, también fue dañado por no llegar a un consenso para seleccionar un solo candidato. Ello permitió que Petro derrotara a Fajardo por 250.000 votos. Fajardo es un académico e innovador ex alcalde de Medellín.
Esta vez las cosas lucen diferentes Petro luce más fuerte que en el 2018. El gobierno de Duque ha tenido un desempeño mediocre, es impopular y fue estremecido por semanas de paros y protestas violentas este año. Mientras, Petro no tiene rivales a su izquierda y ha estado en campaña durante los últimos 4 años. Petro es un ex senador y fue alcalde de Bogotá donde llevo a cabo una gestión gris. “Él tiene ideas muy simplistas pero que funcionan bien políticamente” opina Malcolm Deas un historiador británico dedicado al estudio de la historia colombiana. Varios analistas políticos de la derecha le han dado su apoyo en forma oportunista porque piensan que ganará.
Pero es muy temprano todavía. De acuerdo a la encuestadora INVAMER 43% de los encuestados no han decidido por quién votarán. Petro todavía genera temores en los votantes de clase media. Otra diferencia es que esta vez el centro luce más organizado. Fajardo y otros candidatos de la centro izquierda han formado la “Coalición de la esperanza” y acordaron enfrentarse en unas elecciones primarias en marzo, La centro derecha ha hecho algo similar formando la “Coalición de la experiencia” en la cual se han unido 5 aspirantes a la candidatura, que incluyen a varios ex alcaldes que esperan enfrentarse en unas primarias similares. Miguel Silva un analista político estima que alrededor de 14 millones de colombianos participarán en las primarias y esperan que se dividirán por igual entre izquierda radical, centro izquierda y centro derecha.
La primera vuelta es probable que enfrente a Petro con un candidato bien sea de la centro izquierda o de la centro derecha. Esta vez el acuerdo de paz no tendrá mucha influencia. Los colombianos “odian a las FARC” pero ellos “quieren paz” opina Deas “desean una nueva agenda política” que podría involucrar seguridad contra las bandas criminales, una mejor educación pública y un retorno al crecimiento económico (algo que considerando el proteccionismo de Petro y su oposición a la minería y explotación de crudo, son imposibles de lograr)
De tal manera que el centro tiene una oportunidad, pero para aprovecharla requiere no solo de un programa claro sino romper con el impopular estatus quo y establecer una conexión emocional con los colombianos, como lo hizo Uribe quien movilizó el temor por las guerrilla y Petro el cual canalizó la inconformidad con el establishment que generó las protestas.
En un libro reciente Mauricio García Villegas un filósofo político colombiano, argumenta que la larga historia de conflictos armados de su país ha sido impulsada por una cultura política que exalta emociones tribales de nación, partido, clase y religión las cuales convierten a los adversarios en enemigos, en el marco de lo cual tendemos a descalificar fácilmente al que piensa diferente. En Colombia, concluye, “el contraste real no es entre los radicales de cada extremo …sino entre estos y los moderados”. Para imponerse el centro tendrá que apelar a emociones más pacificas de unidad solidaridad y esperanza para un futuro mejor.
Nota: Este escrito es una traducción libre del artículo: The Economist. 2021. Despite the polls, a centrist could win colombian’s election in may. Dec. 9.
Profesor UCV