Para evaluar a los gobiernos de Venezuela desde 1960 en forma objetiva, debemos ver el crecimiento de la liquidez monetaria desde 1960 hasta el 2022. Ahí notaremos como los gobiernos han usado la liquidez monetaria para fines clientelares y para privilegiar a sus grupos sin cesar. Las cifras estadísticas quedarán a través de la historia para que se pueda evaluar el aporte o los daños que cada gobierno ha causado a la nación de manera objetiva. Revisando cada quinquenio dese 1960 hasta el 2022, podemos ver gobierno por gobierno el uso clientelar o tribal del gasto fiscal examinando el crecimiento de la liquidez monetaria, el PIB, la inflación, la devaluación y el crecimiento de la deuda externa.
Desde 1959 -1963, el PIB creció 24%, la liquidez monetaria solo 6% y la inflación el 4% acumulada en 5 años. Para el periodo 1964-1968, el PIB creció 18%, la liquidez monetaria 48%, y la inflación el 8 % acumulada. Para el periodo 1969-1973, el PIB creció 40%, la liquidez monetaria 108%, y la inflación el 14 % acumulada. Para el periodo 1974-1979, el PIB creció 21%, la liquidez monetaria 304%, y la inflación 124 % acumulada. Para el periodo 1979-1983, el PIB cayó -19%, la liquidez monetaria 172%, y la inflación 73 % acumulada. Para el periodo 1984-1988, el PIB cayó 5 -%, la liquidez monetaria +52% %, y la inflación 256% acumulada. Para el periodo 1989-1993, vemos que no hubo ningún gran viraje en cuanto a gasto fiscal improductivo: el PIB creció 5%, la liquidez monetaria 256%, y la inflación 244 % acumulada. Para el periodo 1994-1998, el PIB creció 11%, la liquidez monetaria 469%, y la inflación 358 % acumulada. Para el periodo 1999-2003, nada nuevo trajo la revolución en cuanto a efectividad del gasto fiscal: el PIB cayó -11%, la liquidez monetaria 218%, y la inflación 248 % acumulada.
Para el periodo 2013-2020, el PIB cayó -70%, la liquidez monetaria subió 560.200%, y la inflación 600.000 % acumulada. Para el periodo 2021- 2022, el PIB creció 11%, la liquidez monetaria 1.000%, y la inflación 1.000 % aproximada y acumulada.
Vemos ajustes tras ajustes, devaluación tras devaluación es lo que sigue a gobiernos que usan el gasto fiscal para repartirse entre sus privilegiados como botín y no para desarrollar el conjunto de la nación. Gobernantes piden sacrificios al pueblo para continuar un gasto fiscal clientelar, financiado con emisión de dinero inorgánico por el BCV e imponiendo ajustes tras ajustes a la población que no permiten el desarrollo de obras de infraestructura ni los incentivos de inversión privada para el futuro de la nación. Usar del dinero del fisco como premio a repartirse o “botín” del partido de gobierno de turno estimula la división social, creación de tribus, pugnacidad entre ciudadanos (los que guisan y los enchufados y los que no, los empresarios versus los trabajadores). Impide el trabajo en conjunto de loso ciudadanos y genera distorsiones en todos los sectores de la economía.
Una sociedad en pugna y con un gobierno que usa la liquidez monetaria con fines clientelares genera una economía tribal de continua devaluaciones, elimina el crédito por la inflación que genera la emisión de dinero inorgánico, genera especulación y altos precios de bienes y servicios, y no puede desarrollar inversiones de infraestructura de largo plazo para que el país logre desarrollar sus ventajas comparativas y posicionarse entre las naciones del mundo prósperamente. El gasto fiscal clientelar debilita a toda la nación y genera también divisiones geopolíticas innecesarias.
Vemos que los gobiernos desde 1970 al presente aplican ajustes solo a los ciudadanos, pero no a la eficiencia del gasto fiscal. Cuando había ingresos petroleros, los ciudadanos aceptaban el modelo de estado clientelar tribal, aunque el costo fuera alto para la nación, ya que se alternaban los grupos de privilegiados en el poder y había inclusión social en el reparto del botín fiscal. Cuando llegan las sanciones a la venta del petróleo en el 2019 se genera una fuerte caída en el PIB (70%) , altísima inflación y devaluación. Mayor exclusión social y menor inversión privada. Y gran caída en los sueldos. Sale a la luz las ineficiencias de todas empresas del estado que pierden dinero y colapsan los servicios públicos.
El gobierno del presidente Maduro debe acelerar el paso de las reformas si quiere aparecer en la historia con resultados positivos sobre la economía venezolana. Ya el presidente Maduro a mejorado instituciones como el Saime, parques nacionales, La Superintendencia de Valores, ha liberado la economía de muchas amarras burocráticas desde el 2020. Ahora debe acelerar el paso y volver a licitar el gasto fiscal en todos las instituciones centralizadas y no centralizadas. Debe rendir cuentas cada institución. Deben presentar estados financieros y objetivos alcanzados auditados anualmente por institución y empresa del estado. Debe acelerar el rescate de empresas del estado con participación ciudadana y negociar el levantamiento de sanciones. Así la economía crecerá por encima de $500.000 millones /año e irá a compararse con la de Texas que produce $2 trillones de PIB por año con la misma población y recursos naturales.
Twitter @alejandrojsucre