Guaidó ha designado un equipo con la finalidad de tomar control de los negocios de PDVSA en el exterior. Dicho equipo ya ha tomado control de Citgo y está actuando para defender los intereses de PDVSA y Venezuela en el exterior, recomendándole al presidente Guaidó las decisiones más convenientes en este sentido, como el pago del bono Venezuela 2020, que recientemente se llevó a cabo. El equipo también ha contactado a las empresas que producen petróleo en Venezuela dándole las garantías necesarias, para que reactiven la producción en el menor tiempo posible, una vez que el usurpador abandone Miraflores. También se está trabajando en el desarrollo de una propuesta para la renegociación y reestructuración de la deuda externa. Todo ello constituye un paso importante hacia la recuperación económica, por la importancia de la industria petrolera en la economía venezolana.
Según el economista Orlando Ochoa el plan de recuperación económica, a acometer por un gobierno de transición, debe enfatizar la recuperación petrolera ya que éste es el sector clave del país que aporta el 95% de las divisas y es la principal fuente de ingresos fiscales. A su juicio el sector petrolero aportará las divisas necesarias, mientras que el sector privado logre su recuperación y vuelva a exportar y suplir a Venezuela en las diversas áreas.
En este contexto las acciones del presidente Guaidó parecen orientarse en forma prioritaria en la línea apuntada por Ochoa, dando inicio a la recuperación del negocio petrolero y marcha atrás a la desastrosa gestión de Chávez y Maduro. Gestión que ha provocado el colapso de la producción de petróleo y sus derivados, que se refleja en la crisis económica que padecemos y en las largas colas que tenemos que hacer para abastecernos de gasolina.
Una de las primeras decisiones del presidente Guaido fue nombrar un equipo que asumiera esta tarea, el cual está siendo dirigido por Alejandro Grisanti, economista especialista en finanzas y Director de la empresa consultora Ecoanalítica. A Grisanti lo acompañan ocho expertos petroleros. El equipo ha orientado sus acciones en varias direcciones, todas dirigidas a tomar el control de las propiedades de PDVSA en el exterior. Esto está basado en el reconocimiento que hacen, cerca de 50 países, a Guaidó como el presidente de Venezuela y el representante legítimo de nuestro país.
Por un lado han tomado el control de CITGO y nombrado su directiva. CITGO es la joya de la corona de las propiedades de PDVSA en el exterior. CITGO según, el portal de negocios Bloomberg, tiene tres refinerías en Texas, Louisiana e Illinois, las cuales representan el 4 por ciento de la capacidad de producción de gasolina y diesel de los Estados Unidos. La gasolina y el diesel que producen se venden en más de 5.000 estaciones de gasolina distribuidas a lo largo de la parte oriental de los Estados Unidos.
Una segunda línea en la toma de decisiones, del equipo designado por Guaidó, se ha orientado al tema de la deuda externa y atender los reclamos contra PDVSA por las expropiaciones llevadas a cabo por el prócer de Sabaneta y su heredero. Existen reclamos en los tribunales de los Estados Unidos, que de ser exitosos pueden llevar a la pérdida de CITGO. En declaraciones al diario El País Grisanti señaló que sugirió al Presidente Guaidó el pago de los intereses del bono Venezuela 2020, el cual tenía como garantía a CITGO. Por otro lado los pagos a PDVSA por parte de empresas norteamericanas se están depositando en cuentas de la petrolera estatal en Estados Unidos. Grisanti señaló que están inventariando las cuentas y los depósitos a fin de tomar control de las mismas.
Grisanti, en las declaraciones ya citadas, señaló que se han establecido contactos informales con las empresas petroleras extranjeras que operan en Venezuela bajo el esquema de asociación con PDVSA. Las empresas les han informado que podrían desde un comienzo aumentar la producción. Se les ha informado que el gobierno de Guaidó está dispuesto a respetar sus derechos de propiedad y buscar soluciones para reactivar la producción. Según el economista la recuperación de la industria petrolera será rápida y no llevará más de tres años restaurarla a los niveles previos al gobierno de Maduro.
Uno de los temas más escabrosos que enfrentará el futuro gobierno de transición es el de la deuda externa, la cual es monumental y desordenada. Según Grisanti es necesario una auditoría previa que determine la legitimidad y el verdadero valor de la deuda. Un gobierno de transición debe ir hacia un proceso de renegociación y reestructuración de la deuda con el apoyo del Fondo Monetario Internacional. A fin de comenzar a trabajar en una propuesta en este sentido se ha contratado a una empresa con experiencia en el tema.
El camino a recorrer por el equipo de Guaidó es escabroso e incierto, por las múltiples demandas y reclamos que se están dando en los tribunales estadounidenses contra las propiedades de PDVSA, como consecuencia de las arbitrariedades cometidas por el chavismo en el poder. Sin embargo, revela un esfuerzo llevado a cabo por un equipo competente, que de ser exitoso representaría un paso importante en la senda de la recuperación del negocio petrolero y de la recuperación económica, por la importancia de este sector en la economía venezolana.
Profesor UCV