Los Juegos Parapanamericanos son eventos deportivos que se celebran cada cuatro años para atletas con discapacidad del continente americano. En 1999 el evento fue organizado por primera vez por el Comité Paralímpico de las Américas, con apoyo del Comité Paralímpico Internacional, realizándose en México, bajo el nombre de I Juegos Parapanamericanos. Posteriormente en Mar del Plata 2003, compitieron aproximadamente 1.500 atletas de 28 países en 9 deportes. En Río de Janeiro 2007, participaron 1.150 atletas de 25 naciones en 10 deportes; en esta edición, se utilizó un mismo Comité Organizador tanto para los Panamericanos como los Parapanamericanos. En Guadalajara 2011, compitieron cerca de 1.300 atletas provenientes de 26 países en 13 deportes. En Lima 2019 participaron, al menos, 1.890 para atletas provenientes de 33 países. Este año, se celebró la VII edición en Santiago de Chile del 17 al 22 de noviembre.
En estos juegos, desde su inicio, Venezuela ha estado presente. La mejor actuación en toda la historia de este evento fue la del año 2003 en Mar de Plata, Argentina, durante la celebración de los II Juegos Parapanamericano,s con la obtención de 30 medallas de oro, 20 de plata y 22 de bronce, para un total de 72 medallas lo que permitió alcanzar el 4º lugar en la clasificación general.
Sorpresivamente, en los juegos siguientes del año 2007, realizados en la ciudad de Rio de Janeiro Brasil, entramos en lo que pudiéramos llamar “Una caída libre” en cuanto a resultados se refiere, ya que, de 30 medallas de oro apenas si logramos obtener solo 5 y de un total de 72 medallas solo alcanzamos 30, quedando en evidencia un retroceso de aproximadamente 58 % en los resultados finales.
La advertencia de esa actuación, no fue tomada en cuenta por la autoridad única deportiva del país, el Viceministerio del Deporte, Instituto Nacional de Deporte, Comité Olímpico Venezolano; digo autoridad única, puesto que, para ese momento los tres cargos eran ocupados por la misma persona como muestra evidente de la puesta en práctica, por parte del régimen, de un autoritarismo totalitario en el sector deporte. Quedó en evidencia que a partir del año 2003, los problemas de las federaciones deportivas se hicieron cada vez más agudos: la falta de los recursos para los Programas Operativos Anuales, la asistencia social a los atletas, los salarios de hambre de los entrenadores, las dificultades de transporte, alojamiento y alimentación, la no entrega de los equipamientos necesarios para los entrenamientos y competencias, las insignificantes becas para los atletas y las permanentes dificultades para el desarrollo de los juegos nacionales paralímpicos, las concentraciones de los atletas previo a los eventos, el discriminatorio pago de los viáticos y la atención solo a los atletas que las autoridades consideraban ganadores de medallas.
Ese cuadro de crisis, se fue acentuando con el tiempo, ya que, las autoridades solo se preocupaban por ocupar, mediante el asalto gubernamental, las federaciones deportivas y el Comité Olímpico, generando lo que pudiésemos llamar “Un Fracaso Continuado” en lo referente a la participación y actuación en las ediciones posteriores de los Juegos Paralimpicos, tal cual como lo demuestran los resultados:
-V Juegos Toronto 2015, solo alcanzamos 8 medallas de oro y quedamos en el 8º lugar en la clasificación general.
-VI Juegos Lima 2019, solo logramos 2 medallas de oro y caímos al 11º lugar.
-VII Juegos Santiago de Chile 2023, seguimos estancados en lo relacionado con medallas de oro al obtener solamente 6 en esta oportunidad y un 10º lugar en la clasificación general.
Se reafirma nuevamente la incapacidad, incompetencia y corrupción de las autoridades deportivas al solo atender eventos de propaganda política, con elevados presupuestos, como los Juegos del Alba, los Centroamericanos Escolares, Bolivarianos de Playa, Iberoamericano de Atletismo, Mundial de Softbol y la Copa América de Futbol dejando de lado las obligaciones con los Juegos Nacionales, la atención a las selecciones nacionales, la atención a los atletas y a los entrenadores. La superación de esta profunda crisis que afecta al deporte venezolano solo podrá ser superada con un cambio de gobierno, que abra nuevos senderos de Libertad y Democracia, para poder transitar por el camino de “Un Deporte Mejor en Una Sociedad Mejor”