Pasar al contenido principal

LA CUMBRE... desde abajo

Opinión
Artículos de opinión
Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 4 min.

Ahora la calle donde vivo tiene iluminación, cambiaron las luces que estaban quemadas. Fallaban hace meses, ahora a dos días de la Cumbre alumbran la calle. Las avenidas cercanas también están recién reparadas, asfaltadas en tramos, pintadas, señalizadas, desmalezadas. ¡Qué bonitas se ven! ¿Por qué no lo harían antes? También noto que este maquillaje no se hace en todas partes, solo en el corredor de la Cumbre y sus hoteles principales...

Hace ya días se suspendió el insoportable racionamiento de agua. Antes solo tenía media hora de agua diaria. Debía estar puntual para ducharme, bajar la poceta y rellenar las ollas. Ahora he vuelto a descubrir, maravillado, la delicia de tener agua corriente las 24 horas! ¡Alabada sea la Cumbre! Claro que estoy consciente que esta bonanza termina cuando la Cumbre se acabe. Y que otras zonas, distantes de los hoteles de la Cumbre, no disfrutan de esta abundancia...

Ya no veo colas kilométricas bajo el sol margariteño, de ansiosos compradores de comida, esperando ante los supermercados. Desaparecieron las colas !Qué bien! Pero un momento, reflexiono, no hay colas porque no se venden productos regulados! Cuando termine la Cumbre volverán las ventas y las colas. El Supermercado adentro está todo lo abastecido que se puede, abundantes licores a la venta. Pasillos limpios y despejados sin estantes vacíos, lucen bien y no hay las aglomeraciones de costumbre cuando los y las bachaqueras tomaban el lugar en cambote!...

Ahora la isla se parece a la Margarita que solía ser, la que tanto atraía a los visitantes. Pero se notan algunos cambios. Por las calles y avenidas pululan militares, guardias nacionales, policía militar, policía naval, guardia presidencial. Vienen de tierra firme. También funcionarios policiales, motos, patrullas, camionetas oficiales. Hay barcos de la Armada en los muelles. Algunos hoteles parecen cuarteles, con tropa formada para las comidas y desfilando por el lobby ante el asombro de los pocos turistas que aún permanecen. Pero ya no habrá más particulares en los hoteles. Todas las reservas han sido canceladas hasta después de la Cumbre. Las habitaciones están a orden de la Cancillería, la presidencia o algún organismo oficial.

Imagino que así luce un estado de excepción, donde la única ley sería la que decidiera la fuerza pública. La única razón, la de las armas....

Llego al Aeropuerto y veo los autobuses nuevos, de color rojo, haciendo ensayos de ruta y procedimientos para transportar confortablemente a las delegaciones visitantes. No, no tienen servicio para los pasajeros normales como yo, solo para los funcionarios y visitantes de la Cumbre. Dicen que son 60 autobuses traídos de tierra firme para la Cumbre. Me pregunto si permanecerán en laisla después de la Cumbre, y me siento ingenuo al pensar que pudieran quedarse...

Los ciudadanos de a pie tenemos que pagar un costoso taxi, pues inexplicablemente en el aeropuerto Santiago Mariño, no hay servicio de autobuses para los viajeros. Alrededor del mundo los aeropuertos disponen de autobuses, taxis, metro y otras opciones. En Margarita solo taxis. ¿Cuestión de roscas? Se pregunta uno. ¿Falta del gobierno regional que no ha tomado las medidas, ni siquiera con una línea de buses oficial? ¿Todas las anteriores?...

En el lobby de uno de los hoteles dedicados a la Cumbre destaca un stand de Movilnet. Me llama la atención la cantidad de celulares exhibidos. Mejor aún, los precios son solidarios! Me alegro pues al fin puedo reponer el que me hurtaron. Pero la amable vendedora pronto aplaca mi alegría: las ventas son solo para funcionarios acreditados y visitantes internacionales.

Entiendo que no son para ciudadanos venezolanos comunes y corrientes.

Así funciona Cuba, los extranjeros tienen acceso a muchos bienes y servicios vedados a los nacionales.

Siento la asfixia del aparato burocrático! El individuo, sus derechos, su libertad, sus necesidades, no pueden expresarse o satisfacerse con prioridad. Quedan subordinadas a lo oficial, al gobierno, al funcionario, al burócrata. Percibo así el pseudo socialismo que me agobia...

Refuerzo esta impresión luego en el Centro Comercial. Hace tiempo no puedo comprar la ropa o el calzado cuyos precios se han disparado fuera de mi alcance. Pero veo los burócratas que asisten a la Cumbre, cargados de bolsas, comprando apurados en todas las tiendas exclusivas. Les alcanzan sus sueldos, ¿o tienen ingresos adicionales por primas, viáticos y bonos varios?. En todo caso ellos compran, yo no puedo.

En socialismo se supone que no hay capitalistas oligarcas. Pero su puesto y privilegios lo asumen los burócratas enchufados del gobierno y del partido. ..

Se dice que Margarita tiene excelente y variada oferta gastronómica, muchos restaurantes de todos los tipos y capacidades. Pero los organizadores de la Cumbre no piensan así. Importaron al menos un restaurante gourmet completo con personal y enseres, comida y hasta mobiliario del Uruguay, para servir las necesidades de la Cumbre. ¿Cómo quedan los restaurantes margariteños y nacionales? ¿Así se hace patria?

Finalmente transito por la Avenida Bolívar cerca del centro de convenciones de La Cumbre, y veo la estatua, aún envuelta, en espera de ser develada. Me pregunto cuál es el proceso para colocar esos monumentos urbanos. ¿Se propone a las comunidades afectadas el proyecto de una nueva estatua? ¿Se consulta a los ciudadanos o sus representantes, autoridades locales grupos y asociaciones etc?

¿Se logra la aprobación de la mayoría y luego se procede para satisfacción de los ciudadanos? Me quedo con la duda si es así, o hay otra manera socialista de hacer esas cosas.

racof47@hotmail.com