En Venezuela está ocurriendo un fenómeno que no aparece en comunicados oficiales ni en cadenas presidenciales, pero que se percibe con gran claridad en cuarteles, pasillos y dormitorios militares.

Se trata de la fractura silenciosa dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Un documento reciente, de alta sensibilidad política, lo resume con una frase lapidaria: «el punto de quiebre en la FANB ya llegó».

Según este análisis, el verdadero centro de gravedad del régimen no está en Miraflores ni en PDVSA, sino dentro de la FANB.

Durante dos décadas, el chavismo cosió, con precisión quirúrgica, una red que mezcló jerarquía militar, ideología y negocios sucios.

Buscaban una lealtad absoluta, casi genética.

Pero ese modelo -advierte el informe- se ha deteriorado de manera irreversible.

La ruptura no nace en la cúpula blindada por privilegios, cuentas en el exterior y el temor constante a sanciones y juicios internacionales.

Nace abajo, donde se sostiene la maquinaria real, entre los coroneles, tenientes coroneles, mayores, capitanes, tenientes y tropa.

Los rangos medios, los que verdaderamente operan, vigilan, patrullan, reprimen y cargan el peso del día a día.

Allí es donde todo está cambiando.

Y el cambio es a favor de la salida del régimen y el respeto a la voluntad del pueblo venezolano nítidamente expresada en las elecciones primarias y las presidenciales.

Esos factores de la institución armada en Venezuela no moverán un dedo para defender a Maduro y su banda y si en apoyo a María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.

https://lapatilla.com/2025/11/21/la-fractura-en-la-fuerza-armada-por-omar-gonzalez-moreno/