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La guerra de la basura en MBI (Parte I)

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 5 min.

El comúnmente llamado entre nosotros “problema de la basura en MBI”, ya era bastante agudo para el final del período de Belquis Portes (2008-2013); tanto, que su solución se convirtió en una de las ofertas principales de la campaña electoral de Delson Guárate. Puedo recordar claramente como afirmaba ante los medios de comunicación, que este era debido a la corrupción, a la falta de planificación, de gerencia y voluntad política por parte de la mencionada alcaldesa; y que él estaba preparado, con las “botas puestas”, para enfrentar y resolver lo que sería una prioridad de su gobierno. Tomaremos este episodio, como la declaración formal de la “Guerra de la Basura en MBI”. Una guerra que se encuentra, como veremos, en plena fase de desarrollo.

Logrado el triunfo electoral, el nuevo alcalde se puso al frente de una ofensiva con la cual buscaba coronar con éxito lo que había prometido. Fue una ofensiva prolongada, basada en el voluntarismo y fundada en el criterio metafísico de que el apoyo electoral se traduciría automáticamente en manos y brazos que acompañarían el ejemplo dado por el “líder” al barrer y recoger basura en las calles. Aunque un numeroso grupo de vecinos nos incorporamos de manera entusiasta durante los primeros días, junto a bastantes directivos y trabajadores de la alcaldía que fueron sustraídos de sus funciones para atender estas tareas, este esfuerzo fue languideciendo progresivamente y no fue suficiente para resolver el problema.

Tercamente se mantuvo esta iniciativa hasta que se agotaron los recursos financieros, colapsó la maquinaria chatarra que dejó B. Portes y cesaron las colaboraciones de las empresas privadas que el alcalde siempre señalaba. Mientras tanto, y de manera paralela, desde los altos niveles (nacional y regional) del gobierno y del PSUV se desarrollaba una contraofensiva, un plan fríamente calculado pero no reconocido oficialmente, constituido por acciones de diverso tipo (legales, seudolegales e ilegales, violentas y no violentas) destinadas a doblegar al nuevo alcalde y a cerrarle todas las posibilidades de avance a su gestión, a desprestigiarla y descalificarla de manera permanente y progresiva, con el único y premeditado fin de recuperar la posición perdida electoralmente. Un plan criminal cuyas consecuencias hemos sufrido y continuamos sufriendo, principalmente, quienes habitamos en este municipio; independientemente de nuestras inclinaciones políticas o partidistas. Por supuesto, la población de menos recursos ha sido la más afectada ¡Somos las víctimas inocentes de esta miserable guerra!

Durante la ofensiva de Guárate, se anunciaron diversos planes bautizados con rimbombantes nombres, tales como el Plan Integral de Recolección de Desechos Sólidos y varios Planes Piloto; los cuales, luego de ciertos éxitos parciales, al igual que la ofensiva, terminaron asfixiados y sin posibilidades de continuar. No puedo opinar sobre la incidencia que estos tuvieron en el presupuesto de la entidad porque desconozco las cifras; pero, sería muy conveniente que alguno de los órganos del Poder Municipal (Contraloría, Concejo, Alcaldía) cumpliese con su deber de rendir cuentas ante la comunidad y publicase esta información. Como parte importante del balance, es necesario agregar la cantidad de garrafales errores políticos y de conducción cometidos durante esta etapa por el “general en jefe y su estado mayor”.

La jefatura de la contraofensiva oficialista, a pesar todo, tampoco pudo lograr los objetivos que se había planteado; y ante la llegada inminente de las elecciones parlamentarias previstas para diciembre 2015, y como parte del apoyo a las candidaturas del PSUV en el circuito, introdujo una variación en su estrategia. El gobernador justificó su actuación mostrándose “conmovido” por la lamentable situación de insalubridad existente en MBI por culpa, según él, de la nueva administración; y anunció la implementación de un plan que de manera bien cínica denominó Mario Briceño Impecable. Comenzó esta operación el 22 de octubre de ese año, e informó que para ello contaba con el apoyo de varias alcaldías “bolivarianas”, de Fundaragua, de Vías de Aragua, del IADMBI (alcaldía paralela), así como de los candidatos y concejales “patriotas”; y que además, dispondría de 3.000 trabajadores, 30 camiones, 10 compactadoras y toda la maquinaria requerida por el tiempo que fuera necesario para dejar el municipio como una “tacita de plata”. También agregó, que de manera adicional a la recolección de la basura, se efectuarían bacheos, demarcación de brocales y podas en el territorio de ambas parroquias. El alcalde Guárate catalogó este plan como un show político.

En su discurso de balance, primeros días de noviembre, dijo el gobernador: “Vamos a dar por finalizada esta operación y podemos decir que hemos entregado un municipio impecable. Durante más de 15 días continuos de trabajo y 150 horas de labores, se podaron 1.250 árboles, pintaron 14.500 metros lineales de brocales y aceras, y colocaron 481 toneladas de asfalto”. Sin embargo, quienes aquí habitamos, sabemos que los 3.000 trabajadores ofrecidos inicialmente terminaron siendo, según el propio mandatario, 3.000 “voluntarios”; que en realidad fueron personas, entre ellas un buena cantidad de la llamada tercera edad, chantajeadas con promesas de otorgamiento de casas, apartamentos, empleos, pensiones, etc.; que si bien es cierto, disminuyó la cantidad de basura en el municipio, el problema continuó presentándose; que taparon algunos huecos y zanjas, buena parte de ellos causados por Hidrocentro, pero nuestras vías siguieron destrozadas; que controlaron algunos derrames de aguas negras, pero el colapso de la red sigue causando sus perniciosos efectos; que podaron algunos árboles, pero todavía podemos observar las ramas que dejaron sin recoger en algunos sitios. En fin, nada nuevo bajo el sol. Coincidimos con la apreciación de nuestro alcalde: un verdadero show político y electorero. De lo gastado en este plan, tampoco hemos sido informados. De igual manera, sería conveniente que los diputados del Consejo Legislativo, la Contraloría del estado o la misma gobernación cumplieran con su obligación de informar a la comunidad.

Sin embargo, el plan desarrollado no logró impedir que en este municipio también se manifestara la aplastante derrota sufrida por el oficialismo el 6-D. Es así, que intentando recuperar los espacios políticamente perdidos en dicho proceso electoral, y con la mirada puesta en las elecciones regionales (gobernación y consejo legislativo), previstas para finales del 2016, el mandamás regional contraataca y anuncia, en febrero de este año, la realización de una segunda fase del Plan Mario Briceño Impecable; a la cual me he referido en el trabajo Un Balance Impecable, que viene a constituir la parte II de esta serie.

Me disculpan que haya comenzado por lo que debió ser posterior; pero no quise dejar pasar la oportunidad de hacer coincidir mi reseña con los 3 meses cumplidos por esta II etapa del Plan Mario Briceño Impecable II. A partir de allí fue que se me vino a la mente la necesidad de escribir sobre esta guerra desde su comienzo. Muchas gracias.

Concejal del municipio Mario Briceño Iragorry

Secretario General de Vanguardia Popular - Aragua

El Limón, 19 de mayo 2016