La producción de cacao, durante los recientes gobiernos de izquierda en Ecuador, se ha desarrollado en manos privadas, desde la producción del grano, procesamiento, hasta su colocación en los mercados internacionales. Mientras en Venezuela la cadena de cacao ha estado fuertemente intervenida por el gobierno, quien ha mantenido una política de hostigamiento al sector privado. En consecuencia, las exportaciones de cacao y derivados venezolanas alcanzan a duras penas a representar menos del 2% de las exportaciones ecuatorianas.
Según el sociólogo Trino Márquez de CEDICE, el 40% de la producción total de bienes y servicios (PIB) de los países del sur de América Latina provienen de pequeños y medianos productores empresariales, no de grandes empresas. Conscientes de ello los gobiernos de izquierda, como el de Evo Morales en Bolivia, han establecido con estos sectores una relación basada en el dialogo y han diseñado políticas de apoyo a los mismos. Ello se ha traducido en un aumento de la producción de estos países y en un incremento del apoyo electoral a los sectores de izquierda en zonas que son tradicionalmente conservadoras, como la de Santa Cruz en Bolivia. En esto influyó mucho la izquierda brasileña y Lula Da Silva quien promulgó en Brasil una política similar de acercamiento a los sectores medios.
En contraste el régimen chavista ha tenido una política de hostigamiento a los sectores medios y empresariales en Venezuela, muy influida por el régimen cubano, lo que produjo el rechazo de estos sectores y se ha traducido en un proceso de desinversión y contracción de la producción. Esto se evidencia claramente cuando comparamos la producción de cacao en Ecuador y Venezuela.
En Ecuador Rafael Correa posibilitó que los emprendedores privados, que dominaban la cadena de cacao, impulsaran sus negocios y la producción sin interferencia alguna, logrando que la producción de cacao y derivados alcanzaran niveles records. En Venezuela el régimen chavista hostigó a los empresarios privados de la cadena, deprimiendo las exportaciones a niveles insignificantes en relación a las exportaciones de Ecuador.
Los empresarios ecuatorianos están mercadeando su chocolate como el mejor del mundo. Así lo expresa el titular de un artículo del diario El País de España, que se refiere a la exportación de cacao ecuatoriano de la empresa Pacari liderada por el empresario Santiago Peralta, el cual produce un chocolate orgánico que está buscando posicionar en el mercado europeo y que aspira, según Pacari competir con los mejores chocolates de esa zona. El artículo describe un exitoso emprendimiento privado, y es un ejemplo de cómo la cadena de cacao en Ecuador está dominada por emprendedores privados, desde la producción agrícola, las labores post cosecha, la distribución y su posterior procesamiento industrial hasta su colocación en los mercados internacionales. Ello ha impulsado la exportación de cacao y derivados a cifras que sobrepasan los 900 millones de dólares según el reportaje mencionado (El. País. 2017). En este cultivo la prioridad gubernamental es estimular la exportación de grano y sus derivados, ya que el ingreso de divisas de la economía depende de la exportación de productos agroalimentarios. El 80% de su producción se exporta. En la medida que la economía esta dolarizada no existe control de cambio ni sobrevaluación de la moneda que reduzca la competitividad de las exportaciones como en Venezuela.
Mientras la cadena de cacao en Ecuador está dominada por emprendedores privados, la cadena de cacao en Venezuela está fuertemente intervenida por el Estado. La mayoría de la producción es generada por pequeños productores, el gobierno controla la asistencia técnica y los programas de asistencia sociales de apoyo a estos, que tienen una clara intención político clientelar. Luego, una parte sustancial del acopio y la distribución también están controladas por el Estado a través de un mamotreto burocrático llamado “Corporación Socialista del Cacao Venezolano”. La calidad del grano que llega a los mercados internacionales se ha deteriorado por las inadecuadas condiciones en que se realiza el almacenamiento y el transporte, lo que ha puesto en jaque a la marca internacional de Venezuela asociada a la calidad de los cacaos venezolanos, como la marca Chuao, tal como lo afirma la chef Fernanda Di Giacobe en un artículo publicado en Prodavinci (Di Giacobbe, F. 2016).
Bajo el esquema de control de cambio que priva en Venezuela el procedimiento de compra venta del grano también está intervenido por el Estado, el cual obliga a los exportadores a entregar al Banco Central de Venezuela el 20% de los dólares que reciben, a fin de conceder la licencia de exportación pertinente.
El régimen chavista ha mantenido una política de hostigamiento al sector privado en general y el caso de la cadena de cacao no es una excepción. Una finca de la empresa Chocolates El Rey fue invadida y expropiada. La concesión de las licencias de exportación se hace de manera caprichosa y el procedimiento de exportación se complica también de igual manera, ello ha ocurrido con la Casa Franceschi, una casa de larga tradición exportadora. Otro aspecto que ha complicado la exportación es que la política del régimen chavista ha sido la de priorizar el mercado interno no la exportación, debido a la cual se presiona a los productores a fin de que orienten su producción a los proyectos de chocolatería promovidos por los entes gubernamentales y no a los mercados externos.
Cuadro 1. Valor de la exportación de cacao y derivados de Ecuador y Venezuela (mil dólares). Año 2013.
|
Ecuador |
Venezuela |
Cacao en almendras |
433.272 |
7.310 |
Manteca de cacao |
30.504 |
1.360 |
Pasta de cacao |
25.076 |
20 |
Polvo de cacao y torta |
20.015 |
7 |
Productos de chocolatería |
21.800 |
94 |
Total de cacao y derivados |
530.666 |
8.791 |
Fuente: FAOSTAT (Disponibles en: fao.org) |
El resultado de todo ello es que la exportación de cacao y derivados de Venezuela se ha reducido a la famélica cifra de cerca de 9 millones de dólares en el 2013, la cual no llega a representar ni el 2% del valor de la exportación de cacao y derivados de Ecuador, que alcanza a 530 millones de dólares según la FAO (Ver cuadro n°1). Ello refleja la pedida de mercados y la baja competitividad internacional del producto venezolano. Esto es particularmente grave en los actuales momentos donde la escasez de divisas ha llevado a reducir las exportaciones de medicinas y alimentos básicos creando una crisis humanitaria sin precedente.
Nota: los señalamientos del Sociólogo Trino Márquez fueron hechos en una entrevista que le hizo Vladimir Villegas en Unión Radio el 24 de agosto del año 2017, la cual está disponible en internet.
Referencias:
Di Giacobbe, F. 2016. ¿Qué está pasando con el cacao venezolano? Una reflexión de María Fernanda Di Giaccobe. Prodavinci, 16 de Julio.
El País. 2017. ¿El mejor chocolate del mundo? Es este, y es orgánico.
Profesor UCV