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No hay “cojones” para enfrentar la delincuencia

El gobernador Tareck El Aissami dijo el pasado 05 de marzo desde el cuartel Abelardo Mérida, en Maracay, “Aquí hay pueblo y cojones para enfrentar a la derecha fascista”. Y uno se pregunta, ¿y por qué no han mostrado, ni hay cojones para enfrentar a los delincuentes, a los pranes y a la corrupción?

A los venezolanos y especialmente a los aragüeños no nos interesa si la derecha, el centro democrático o la izquierda actúan en política, lo que si nos importa es que resuelvan los muy graves problemas que sufrimos todos por igual. Si los resuelve la izquierda, bien, si los resuelve el centro o la derecha, también. Lo que no pueden pretender ni el gobierno, ni El Aissami, es que nos quedemos en silencio mientras nuestra calidad de vida se deteriora todos los días.

Hay cojones para defender una revolución y un supuesto legado, de un enemigo que el gobierno inventa todos los días y la verdad es que los enemigos de la revolución están adentro y han matado ese legado, por la galopante corrupción que ocultan y por la enorme incapacidad para resolver los problemas básicos y sentidos de la gente.

Grita el gobernador ante un puñito de gente que hay cojones para rato y en cambio unos pranes decretan el toque de queda de Maracay o de otra parte de Aragua, en la cara del gobernador y de su gobierno y aquí no pasa nada, no hay cojones pues. Los delincuentes se han hecho dueños de las calles, de las carreteras, de las ciudades, en fin de todas partes y no hay cojones para enfrentarlos. Roban armas, lanzan granadas a las comisarias, ocasionan pérdidas de vidas, inclusive de los propios policías y no hay cojones para defenderlos y castigar a los culpables.

Tareck El Aissami actúa cuando tiene el agua al cuello, es ahí cuando inventa un plan de seguridad o de choque, así lo hizo con Patria Segura, A Toda Vida Aragua, Madrugonazo al Hampa o como cuando llegó a Maracay, -que no conocía y aun siendo gobernador Isea-, e intentó sorprender con despliegue de helicópteros, patrullas, motos para dar una sensación según la cual, él traía seguridad a Aragua. Pura mentira y gamelote y más nunca volvimos a ver el famoso helicóptero y por supuesto, la realidad de los delincuentes y de los pranes superó las mentiras de Tareck.

Hay cojones para tapar la corrupción, pero no hay para hacer que la justicia se cumpla, no hay cojones para reconocer la lucha universitaria reclamando lo que le corresponde para poder funcionar y un sueldo digno o la lucha de los estudiantes, pero si hay cojones para mandar a que los persigan y repriman.

Tareck guarda silencio sobre la corrupción del gobierno de Rafael Isea y sobre la falta de contraloría en el suyo. Es así como llegó a decir el 23 de junio del 2013, “que intensificará la guerra contra la corrupción”, y uno se pregunta: ¿Cuál guerra? Si lo que ha hecho es tapar la corrupción de su camarada Isea, de sus colaboradores y de los diputados que en esos momentos le aprobaron las distintas memorias y cuenta.

El Aissami cree que con poner bonitas las plazas y el teatro de la Opera de Maracay, puede hacer olvidar que ese teatro, por ejemplo, fue robado dos veces, desmantelado y hasta las pocetas y sillas se llevaron en el “huracán Isea y compañía”, Creer ahora que esos vientos no lo van a soplar es menospreciar al aragüeño. ¿Cuando se investigó MINARSA, el distribuidor Simón Bolívar, que se les cayó en su propia cara y las distintas obras pagadas, inclusive más de una vez, que no fueron concluidas y muchas de ellas ni comenzadas? ¿Dónde está la investigación?

Aragua en Red, desde hace varios años, viene trabajando, escuchando especialistas y a la gente, las posibles soluciones al problema de la inseguridad y hemos presentado un proyecto de ley para la creación y funcionamiento del sistema descentralizado de seguridad ciudadana, acompañado de una propuesta sostenida en la prevención y ataque a los tres problemas fundamentales de la inseguridad: las desigualdades sociales, la corrupción y la violencia. Adicionalmente, la profesionalización y apoyo al funcionario policial y la inversión que se debe hacer en el ciudadano y su participación activa en la solución del problema.

Coordinador General de Aragua en Red