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La producción agrícola en caída libre

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

El sector agropecuario creció durante buena parte del periodo de Chávez (1998-2008) impulsado por la producción de maíz y la avicultura. La producción de maíz se benefició de la política de aumentos de precios por encima de la inflación. La avicultura fue estimulada por la política económica del régimen que incentivó la competitividad de los sectores importadores. Ambos sectores han sido perjudicados por la reorientación de la política gubernamental en los últimos años, que ha ocasionado una abrupta reducción de la producción de maíz y el colapso de la producción avícola, dando al traste con dos sectores claves en el crecimiento del sector agropecuario durante estos años. Debido a ello el producto agrícola por habitante se contrajo a una tasa media anual del -5,1% después del año 2008.

En declaraciones recientes el ministro de agricultura teniente coronel Wilmar Casto Soteldo afirmó que “la producción nacional había evolucionado en un 67% en el año 2017”, en el contexto de sus restantes declaraciones los periodistas interpretaron que el ministro había querido decir que la producción agrícola creció en un 67%. Informaciones provenientes de diversas fuentes no validan las afirmaciones del ministro, por el contrario lo que se evidencia de la información provista por los gremios de productores, como FENAVI o FEDEAGRO, o de fuentes académicas es que la producción agropecuaria ha venido descendiendo en caída libre en los últimos años.

Durante buena parte del gobierno presidido por el ex presidente Chávez la política agrícola contempló dos agendas, una que se orientaba al logro de transformaciones que buscaban imponer un modelo socialista tipo cubano en el campo y otra dirigida a estimular la producción agropecuaria vía precios, financiamiento y asignación de dólares preferenciales. Durante los años previos al 2008 se privilegió la segunda agenda. La producción agropecuaria creció impulsada por un lado por la actividad avícola, la cual se benefició de la política económica del régimen orientada a impulsar la competitividad de los sectores importadores. Por otro lado, la producción de maíz también contribuyó al crecimiento de la actividad, estimulada por la política de precios que se fijaron por encima de la inflación, incrementando el ingreso de los productores en términos reales. Ello buscaba compensar el apoyo electoral que los gremios agrícolas habían suministrado al prócer de Sabaneta. En consecuencia la actividad agropecuaria se expandió, lo que se reflejó en el comportamiento del producto agrícola por habitante el cual creció, durante el periodo 1998-2008, a una tasa de crecimiento media anual de 0,7% según las estimaciones de Gutiérrez (2008).

Sin embargo en el periodo reciente, en particular después del año 2008, se impuso progresivamente la agenda orientada a imponer el modelo socialista en el campo y de hostigamiento a la iniciativa privada. La producción de maíz, según declaraciones del primer vicepresidente de Fedeagro, se contrajo en más de un 50% entre al año 2007 y 2017. En el año 2017 se produjeron 1 millón de toneladas métricas con lo cual apenas se cubrió el 30% del consumo de maíz blanco y el 35% del consumo de maíz amarillo. En contraste, en el año 2007 se logró cubrir el 100% del consumo de maíz blanco y el 40% del consumo de maíz amarillo. Esto se logró gracias a que la producción alcanzó 2.4 millones de de toneladas, lo que implica que la producción se redujo entre el 2007 y el 2017 en un 58%.

La reducción de la producción de maíz fue consecuencia de la política gubernamental orientada al hostigamiento a la iniciativa privada. Por un lado la estatización de empresas como Agroisleña generó una crisis en el abastecimiento de agroquímicos; un reflejo de ello es que en el año 2017 solo se recibió un 30 % de los insumos requeridos. Por otro lado la radicalización del control de precios en un entorno inflacionario redujo el ingreso de los productores. También influyó la falta de importaciones de maquinarias y equipos agrícolas para renovar el envejecido parque de maquinarias. Finalmente la inseguridad personal causada por el auge delictivo en las zonas de producción, que se ha traducido en robos constante de equipos, cosechas, y asesinato y secuestro de productores.

Adicionalmente a ello, la avicultura colapsó después del año 2013. La producción de carne de pollo percápita disminuyó hasta representar en el año 2017 el 34% del nivel alcanzado en el año2013. El colapso fue provocado por la política de asignación de los dólares preferenciales al pago de la deuda externa, dejando fuera a la industria avícola. En consecuencia las importaciones de insumos para la industria avícola, se redujeron abruptamente generando un trauma en una industria estrechamente integrada al sector externo (Ver: Rodríguez Rojas, José E. El colapso de la avicultura. Digalo Ahí, n° 4, mayo 12 de 2018).

Cuadro 1. Evolución del producto agrícola por habitante entre el 2009 y el 2017 (bolívares por habitante a precios de 1997.

Años

1998

2007

2009

2014

2017

Bs /habitante

85000

90000

89000

80000

56000

Índice (2007=100)

94

100

99

89

62

Fuentes: Alejandro, Gutiérrez. 2018; cálculos propios.

La reorientación de la política gubernamental, después del 2008, dio al traste con dos sectores claves que habían impulsado el crecimiento agrícola durante los años previos. En consecuencia la producción agrícola inició un ciclo de contracción. En el cuadro 1 podemos observar que el producto agrícola por habitante descendió abruptamente, en particular después del año 2014, evidenciando que, la reorientación en la asignación de dólares preferenciales, y la caída en la importación de insumos desempeñó un papel clave en la reducción de la producción. El producto cayó hasta representar, en el año 2017, el 62% del valor alcanzado en el año 2007. En el periodo posterior al 2008 el producto agrícola por habitante se contrajo a una tasa media anual de -5,1% según las estimaciones de Gutiérrez (2018).

Referencias bibliográficas:

Gutiérrez, Alejandro. 2018. Políticas económicas y sociales: impactos sobre la seguridad alimentaria y nutricional (Disponible en: www.saber.ula.ve>ciaal)

Profesor UCV

josenri2@gmail.com