El régimen de Maduro ha apoyado la política de recortes de producción de la OPEP, en la esperanza de que el incremento de los precios petroleros se traduzca en mayores ingresos, que ayuden a la economía venezolana a salir del bache en que cayó después del año 2014. A partir de mediados del año pasado, los recortes de la OPEP lograron que se iniciara una carrera alcista de los precios del crudo. Gracias a ello numerosos países exportadores de petróleo atraviesan por un periodo de recuperación económica. Sin embargo, este no es el caso de Venezuela ya que los ingresos petroleros sufrieron una abrupta caída debido al derrumbe de las exportaciones petroleras.
Estamos en un periodo de recuperación de las economías petroleras, motorizado por un incremento de los precios del llamado oro negro. Desde mediados del año 2017 se inició un periodo de recuperación de los precios, que en la etapa previa habían caído a niveles cercanos a los 40 dólares. El incremento de los precios ha continuado hasta el momento actual en que se ubican en niveles cercanos a los 80 dólares el barril.
Los grandes ganadores de la carrera ascendente de precios han sido los exportadores de petróleo. En un artículo reciente, en el portal de negocios Bloomberg, se evalúa el impacto del crecimiento de los precios en los países exportadores, señalando que el primer gran beneficiado ha sido Arabia Saudita; luego señala a Rusia. Ambos países han mantenido una política petrolera orientada a la elevación de los precios, por un lado, y al mantenimiento de elevados niveles de producción, por otro; que les ha permitido mantener sus cuotas de mercados en particular en las economías emergentes grandes consumidoras de petróleo, como China, donde Rusia y los sauditas compiten.
Otros exportadores tradicionales como Nigeria también han logrado beneficiarse, al igual que pequeños exportadores latinoamericanos en ascenso como Colombia. El incremento de los precios petroleros ha logrado en estos países aliviar la situación de los gobiernos que venían enfrentando problemas para cuadrar sus cuentas, debido a la caída de los precios de su principal producto de exportación. En ese sentido la carrera ascendente de precios les ha permitido reducir su déficit fiscal, posibilitándoles incrementar el gasto y aumentar la inversión, lo cual se ha traducido en una mejora en sus perspectivas de crecimiento económico.
Pero la recuperación petrolera se ha mostrado esquiva con algunos exportadores de petróleo como Venezuela. En el caso de nuestro país la producción petrolera ha venido en declive desde hace varios años. Dicho declive se ha acelerado en el periodo reciente y no ha podido ser compensado por la elevación de los precios. En el derrumbe de la producción y de las exportaciones ha incidido la política petrolera del régimen chavista, que ha fundamentado sus esperanzas de aumentar los ingresos petroleros en el incremento de los precios y ha descuidado atender las necesidades de mantenimiento e inversión de PDVSA, reorientando los recursos a otros fines. Otro elemento que ha contribuido es que han involucrado a la empresa en actividades distintas a las de una empresa petrolera, lo que ha aumentado su ineficiencia. También han dedicado buena parte de la producción al pago de préstamos a China y ayudas a Cuba, lo cual ha reducido el flujo de caja (efectivo) de la empresa, limitando las posibilidades de orientar éste a satisfacer las necesidades de mantenimiento de la misma (Rodríguez R., José E. 2017.)
El derrumbe de las exportaciones petroleras se ha acelerado en el periodo reciente por la renuncia de técnicos de PDVSA, debido a que su capacidad de compra se ha deteriorado como consecuencia de la hiperinflación. La empresa no ha tenido la capacidad de ofrecerles incentivos para retenerlos, por lo cual se han unido a la fuga de talentos que agobia al país desde hace varios años y que se ha acelerado en los tiempos recientes.
El derrumbe de las exportaciones petroleras es de tal magnitud, que el ingreso petrolero lejos de aumentar con el incremento de precios petroleros se ha reducido, contribuyendo a una drástica caída en las exportaciones totales en el año 2018. En el cuadro 1 podemos observar como las exportaciones totales de Venezuela se redujeron abruptamente después del 2014, debido a la caída en los precios del petróleo, llegando a representar, en el 2015, casi la mitad de las exportaciones del año previo. En el 2017 comenzaron a recuperarse, reflejando el incremento de los precios petroleros que se dio en ese año, pero en el 2018 se está produciendo una drástica caída, a pesar del aumento de los precios. El valor de las exportaciones del año 2018 no llega a representar ni la mitad de las generadas en el año previo.
Cuadro 1. Valor de las exportaciones totales de Venezuela, en millones de dólares (años 2014 al 2018)
Años |
2014 |
2015 |
2016 |
2017 |
2018 |
Exportaciones |
74.714 |
36.300 |
27.600 |
31.800 |
14.043 |
Índice (2014=100) |
100 |
49 |
37 |
43 |
19 |
Fuente: Gutiérrez, A. 2018; cálculos propios. Nota: Las cifras del año 2018 surgen de una estimación del autor, lo cual incluye las cifras de exportación petrolera que estimamos en artículo previo (Ver: Rodríguez Rojas. 2018). Incluye también las exportaciones no petroleras, las cuales tomamos de las estimaciones hechas por la Asociación Venezolana de Exportadores para el año 2017 (El Nacional. 2017), más un incremento de 750 millones similar al que se dio entre el 2016 y el 2017. |
Referencias:
El Nacional. 2017. Exportaciones no petroleras crecerán 33% este año. El Nacional, 10 de diciembre, 2017.
Rodríguez R., José E. 2018. El derrumbe de las exportaciones petroleras. Dígalo Ahí n° 7, mayo 22, 2018.
Rodríguez R., José E. 2017. La agonía de PDVSA. Dígalo Ahí, 29 de abril, 2017.
Profesor UCV