El gobierno vive en un recule permanente. El último tiene que ver con la hiperinflación, después de oxigenarla durante varios años, ha decidido controlarla. A tal fin se ha propuesto reducir el exceso de bolívares circulando en la calle, para lo cual está pagando sus compromisos en dólares y llevando a cabo un recorte draconiano del gasto público, negándose a aumentar los salarios y pensiones. Esta política se prolongará en el año 2022.
El régimen viene desde hace varios años en un recule en lo que a su política económica se refiere. El primero de importancia fue la renuncia a la implementación del Socialismo del Siglo XXI heredado de Chávez. Se trataba de implementar un socialismo estatista basado en la implantación de controles de precios, del tipo de cambio y de los salarios. Al final decidió, en el año 2019, desmontar los controles y que las fuerzas del mercado se encargaran de fijar los precios
El segundo recule de importancia tuvo que ver con la dolarización. La dolarización surgió como una respuesta de los agentes económicos a la hiperinflación, tratando de proteger sus ahorros y activos, utilizando el dólar como refugio. El régimen en las primeras de cambio cuestionó la dolarización tildando al dólar de criminal y presentando a la divisa como un instrumento del imperio. Al final terminó aceptando la dolarización y adaptándose a ésta como todos.
El último recule importante ha sido el que tiene que ver con la hiperinflación. El año 2021 ha sido un punto de inflexión. El régimen ha dejado de recurrir a la emisión de dinero por parte del Banco Central de Venezuela para financiar su gasto, cosa que hizo en años previos y fue el factor que derivó en la hiperinflación que padecemos desde finales del 2017. El gobierno está obsesionado en la tarea de controlar el flagelo y aspira presentarlo como un triunfo de su política económica el próximo año. Ha terminado por aceptar que la inflación es impulsada por el exceso de bolívares circulando en las calles y se ha propuesto reducirlo.
Una de las cosas que está haciendo, con el propósito mencionado, es utilizar la mejora en los ingresos como, el petrolero, para pagar sus compromisos en divisas y no en bolívares, como solía hacerlo. Lo que se complementa con la otra política de intervenir el mercado cambiario para quitarle presión al alza del dólar. Estas acciones orientadas a estabilizar los precios continuarán en el primer trimestre del 2022, cuando se espera que Venezuela salga del proceso hiperinflacionario. La estrategia parece estar dando resultados pues se estima que la inflación termine el 2021 ligeramente por debajo del 1.000% y en el 2022 por debajo de 300% (Tal Cual. 2021).
Un segundo aspecto de su estrategia anti inflacionaria es realizar un recorte draconiano del gasto público, lo que se ve reflejado en su negativa a realizar aumentos de los salarios al mismo ritmo que venía haciéndolo en años previos. Al respecto señala Asdrúbal Oliveros Director de la empresa consultora Ecoanalítica “Esto los ha llevado a una ejecución del gasto que es muy loable desde el punto de vista económico, pero que desde la perspectiva social es terrible”. En lo que va de año el gobierno no ha aumentado los salarios ni pensiones con todo lo que ello implica en términos de la miseria en que viven los empleados públicos en el país” (El Diario. 2021).
Concluye Oliveros que: “No existen indicios que permitan prever una mejora en términos del ingreso que perciben mensualmente (los que devengan) un sueldo mínimo pues a la Administración no le interesa aumentar la cantidad de bolívares en la calle, al menos hasta mediados del primer semestre del 2022. Esto supone un oscuro panorama para un importante sector del país cuyos ingresos se diluyen mes a mes” (El Diario. 2021).
Desafortunadamente continuaremos viendo a los trabajadores del Estado como los que laboran en las instituciones educativas, haciendo malabarismos para sobrevivir. Elaborando tortas y “matando tigres” de todo tipo para compensar su miserable ingreso. En consecuencia el ausentismo en las instituciones educativas proseguirá y se profundizará así como las dificultades para reiniciar actividades, las cuales provendrán no solo de la pandemia sino del deterioro de la infraestructura y de los precarios ingresos devengados por maestros y profesores.
Referencias:
El Diario. 2021. Asdrúbal Oliveros: “Pasamos de ser una economía en caída libre a una estancada que se estabiliza en el foso”. 2 de diciembre.
Tal Cual. 2021. Venezuela saldrá de la hiperinflación, pero deja un alto costo de la vida en dólares. 4 de diciembre.
Profesor UCV