En los últimos meses de este año se han celebrado dos eventos que permiten revelar como la verdad puede servir para conocer cómo sucedieron los hechos o cómo quisieran que hubiesen sucedido. En el primer caso, el 22 de octubre de 2023 se realizaron unas elecciones primarias para escoger a la persona que habrá de ser el candidato de la oposición en las elecciones presidenciales, que supuestamente se celebrarán a finales de 2024. En ellas participaron 2.440.415 venezolanos que votaron tanto en Venezuela como en otras 77 ciudades de 29 países y que estaban inscritos en el registro electoral llevado por el Consejo Nacional Electoral. El régimen impidió que los medios de comunicación existentes en el país trasmitiesen información ese día, no obstante, muchas personas residentes en el país y en el exterior, grabaron videos y tomaron fotografías para dejar constancia del gran número de personas que había concurrido al evento. La escogencia se hizo mediante votación universal, directa y secreta.
En los meses anteriores a la celebración de las primarias, los precandidatos, especialmente María Corina Machado, fueron víctimas de numerosos hechos de violencia originados por personas identificadas con el partido oficialista, para tratar de impedir sus actos de campaña. Pero todo esto fue en vano. María Corina Machado resultó electa con el 92,35% (2.253.825 votos), e inmediatamente voceros del gobierno (Jorge Rodríguez, Tarek Saab, José Brito, Diosdado Cabello, Luis Ratti y otros) trataron que se desconocieran las elecciones. La Sala Electoral del TSJ ordenó la suspensión de todos los efectos de las distintas fases de ese proceso electoral. Algo que como decían los antiguos griegos, ni los dioses podían: cambiar el pasado.
En el segundo caso, el 3 de diciembre de 2023, se efectuó un referendo consultivo organizado por el gobierno, para tratar que se olvidaran los hechos sucedidos el 22 de octubre, con la elección de María Corina Machado. Esta vez se hizo una campaña mediática de varios meses, por todos los medios nacionales y muchos internacionales, invitando a votar por la recuperación del Esequibo, tratando de lograr el resurgimiento del espíritu patriótico, similar a lo que habían hecho los militares argentinos que gobernaban y que habían perdido mucho prestigio, cuando trataron de recuperar las islas Malvinas. En esta oportunidad, muchos venezolanos tomaron fotografías y grabaron videos en los que se observaba la poca afluencia de personas a los centros de votación. Los medios de comunicación en forma por demás extraña solo entrevistaban a personeros del régimen, quienes expresaban “inmensa satisfacción” por la enorme concurrencia que nadie vio. El Consejo Nacional Electoral manifestó que habían votado más de 10 millones de personas.
Aleksandr Solzhenitsyn, expresó: “Sabemos que nos mienten. Ellos saben que mienten. Ellos saben que sabemos que nos mienten. Sabemos que ellos saben que sabemos que nos mienten. Y sin embargo, siguen mintiendo.”
“La violencia sólo puede ser ocultada por la mentira y la mentira sólo puede mantenerse por la violencia.”