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Las Universidades publicas venezolanas; el dilema de actualizarse o morir

Opinión
Tiempo de lectura: 6 min.

Hasta no hace tanto tiempo las universidades públicas en Venezuela fueron una suerte de faro del conocimiento para Latinoamérica entera, tanto así que el fenómeno fue objeto de curiosidad por todo el continente, en ninguna otra parte del mundo las universidades publicas impartían educación con tan altos estándares de calidad, lo normal en otros países era que las universidades privadas tuviesen más prestigio que las públicas, acá sucedía todo lo contrario. Por supuesto no fue por accidente, existían filtros académicos que iban desde la prueba de admisión hasta sueldos docentes atractivos, eso sin hablar de fondos para investigación, congresos, seminarios y todas las formas posibles para el intercambio profesional de conocimiento y experiencias sin drama alguno, eso hoy ya no es posible, las razones de fondo ya las conocemos así que fiel a mi pensamiento no me voy a enfocar en el problema ya que lo importante es la solución.

Como profesional soy producto del sistema educativo público, desde el liceo hasta el posgrado lo hice en instituciones púbicas dada la imposibilidad económica para ingresar al sistema privado, quizás si hubiese vivido en (cualquier)otro país esto hubiese sido un drama, pero en Venezuela fue todo lo contrario, hasta el año 2010 cuando el país tomó velocidad de caída en el abismo en el que ahora moramos. Por asuntos profesionales he dado clases en varias instituciones públicas antaño de alto nivel, incluso estuve involucrado como personal administrativo en un doctorado de una prestigiosa universidad y lo que vi me dejó pasmado.

Conversando con colegas sobre cómo funciona el asunto en sus respectivas universidades más la experiencia en esta última universidad, he podido hacer un breve diagnóstico sobre la necesidad de que las universidades venezolanas se actualicen y aterricen en el siglo XXI, si hablo de la universidad donde me formé hace un montón de años lo único que puedo decir es que hace rato no se actualizan con régimen curricular , horarios y carreras para hacerlas realmente competitivas en este siglo XXI y no el último recurso de quienes no tienen otra oportunidad para estudiar aun a sabiendas de que luego de su grado deberán hacer otra cosa alejada de su título para poder vivir con decoro pues los sueldos docentes desde la educación primaria hasta la universidad sin importar mucho el escalafón son una vergüenza, cuando comparamos esos sueldos con otros países de la región (hasta en Cuba los maestros tienen mejor sueldo, tampoco les alcanza pero es un poquito más) . Pasando a hablar del doctorado donde trabaje el asunto no cambia mucho, al menos en el pregrado se supone que ha de ser gratuita tal como lo indica a constitución, pero los estudios de posgrado no se atienen a esa máxima por lo que podrían ser una gran oportunidad de generar ingresos para la misma universidad, sobre todo con las herramientas digitales que permiten dictar clases a distancia sin importar mucho si estás en Caracas o en Buenos Aires, sin embargo es todo un fracaso porque al parecer las autoridades aún no se han dado cuenta de que el siglo XXI ha llegado para arrasar con todo vestigio burocrático del siglo pasado.

En ese apartado las universidades privadas tienen todo un camino andado precisamente gracias a las bondades de lo digital, pero las públicas no se han dado cuenta de eso, no sé si es por ignorancia, desinterés o ataduras propias de las necedades burocráticas de los entes del gobierno cuya avaricia les hace dejar a unos en la oscuridad si no les toca una tajada, pero esto último es una elucubración. En la universidad donde trabaje tiene un programa doctoral que ha graduado 10 doctores en el siglo XXI, ya por ahí los números fallan, su mayor atractivo es el costo de la matrícula, mientras que en Colombia (como ejemplo) un posgrado cuesta como mínimo 2.000$, cada semestre en Europa no cuesta menos de 7.000 euros, en el programa doctoral para el que trabaje cuesta en su totalidad menos de lo que vale un semestre en el vecino país , demostrando que aun teniendo la oportunidad de negocios a la mano prefieren dejar morir el programa antes que modernizarse y colocarse a la vanguardia, todo es cuestión de voluntad.

Las razones del retraso

Hay varios factores que impiden a este programa doctoral salir adelante, sin hablar de asuntos tan complicados como el ego de los directivos, quienes en muchos casos su único mérito es aceptar el mal sueldo para exhibir sus cargos en Linkedin mantienen y alimentan un monstruo burocrático innecesario, sobre todo si hablamos de programas en línea, este en particular solo tiene tres materias obligatorias, el resto de los créditos para aspirar a defender la tesis doctoral son un misterio que solo conocen el tutor y el coordinador del programa, existiendo entre uno y otro paso al menos cinco comités que deciden sobre asuntos carentes de lógica lo que permite que en muchos casos se retrasen los tramites de grado solo por rencillas personales. Siendo un programa en línea muchos aspirantes abandonan los tramites de inscripción cuando se dan cuenta que deben venir hasta Caracas para validar los documentos, como si no existieran modos de verificación que solo dependen del internet para validar la información, tampoco tienen ningún mecanismo para recibir fondos desde el extranjero ni siquiera a través de alguna pasarela de pago nacional, no tienen ni tan siquiera una cuenta de zoom (meet o cualquier otra) institucional a pesar de tener modos para hacerlo pues de otra las privadas no los tuviesen.

Puedo entender que hay un montón de normativas y reglamentos que los impiden, pero para eso hay (otra vez) comités, consejos universitarios, consejos de facultad y hasta rectorados que pueden modificar esto. En el caso que veo, la no escolarización del doctorado donde el promedio de tiempo para obtener el grado va desde los cinco hasta los diez años, a pesar del precio los hace poco atractivos para quienes desean invertir en subir su cualificación académica pus este programa en particular está diseñado para profesores universitarios , quienes por ley deben hacer investigación desde que son auxiliares docentes hasta el momento mismo de su elevación a jefe de catedra (20 años como mínimo) por lo que el material debe fluir de modo natural según su desempeño, pero que para el mercado actual no sirve como modelo educativo, para los profesionales interesados pelear con un sistema anárquico que depende de no sé cuántos comités lo hace absolutamente improductivo y terminan decantándose por cualquier otra universidad latinoamericana antes que está a pesar de las claras facilidades económicas para poder aspirar a un gado que en todas partes del mundo cuesta una fortuna, todo es cuestión de claridad del mercado.

Posibles soluciones

Uno de los grandes dramas de la universidad pública nacional es que todas son parte de un monstruo burocrático que las mantiene atadas a una realidad que hace rato dejó de existir y la única forma de conseguir fondos extras seria activar los posgrados, aunque soy partidario de la semiprivatización desde el pregrado para mejorar todo el sistema que pueden ser desde el cobro de una matrícula  de “interés social” digamos de 50 dólares al mes y quienes no puedan pagar que se les otorguen becas de excelencia o becas trabajo que también aplican y con ello mejorar la situación precaria de todos los profesores, obreros y administrativos, quizás hasta abrir carreras de pregrado en línea que si puedan ser cobradas con mejores precios, que aun siendo de “interés social” amplíen el alcance de las universidades, replantearse el sistema de los posgrados para optimizar los procesos hasta hacerse de un público que pueda otorgar fondos más que suficientes para que ser profesor, alumno o empleado universitario sean la maravilla de antaño sin depender de las necedades políticas del gobierno de turno, en definitiva las universidades nacionales solo tiene dos opciones, renovarse y adaptarse al siglo XXI o morir en los marchitos laureles de un pasado que no volverá.

09/10/2024