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Mientras el cuerpo aguante, que la voluntad no falle…

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Apreciación de la situación política # 108

Si de algo se puede estar seguro es de la disposición del régimen de jugarse el todo por el todo para imponernos su constituyente fraudulenta, es la única opción que le queda para mantenerse en el poder y seguir gobernando a espalda del país. Otra opción para lograr un acuerdo de gobernabilidad, como ejemplo, intentar mejorar aspectos económicos para aliviar la situación de abastecimiento de insumos básicos, es imposible porque sencillamente no tiene los recursos financieros para hacerlo y la ayuda internacional está lejos de llegar por las mismas características de falta de credibilidad que han generado.

Para un régimen que está desprestigiado a nivel internacional, incluso ya se le llama narco régimen o narco dictadura, poco tiene que perder. La convicción de que, si el régimen cubano se ha mantenido en el tiempo en peores circunstancias, ¿Por qué no vamos a poder nosotros? Es la fe que los motivas para seguir adelante.

La oposición democrática ya debe estar convencida de esta realidad, así como de que si se logra instalar esa asamblea constituyente con poderes supra constitucionales lo primero que van a hacer es eliminar la Asamblea Nacional y de seguida a la Fiscal General, para posteriormente eliminar los partidos y todo vestigio de disidencia en el país. Eso está cantado, y la oposición lo sabe.

¿Qué hacer entonces? Constitucionalmente lo que se está haciendo hasta ahora, mantenerse en la calle como el viejo dicho de que “mientras el cuerpo aguante, que la voluntad no falle”, hasta llegar, o se logre, algún tipo de clímax que obligue al régimen a desistir de sus propósitos constituyentista.

Hasta ahora han aparecido dos propuestas que pudieran ayudar en ese sentido. La primera es la propuesta surgida por el estado caribeño de Antigua y Barbuda ante la OEA, de que el Estado venezolano debe abandonar esa idea de constituyente y se aboque a una solución negociada en función de la actual Constitución, esto con la presencia de representantes de esa organización en el país. El asunto es ¿Lo aceptará el régimen que ya anunció su retiro de la OEA?

La otra propuesta surgió de la AN solicitando un referendo consultivo para evaluar dos cuestiones fundamentales: Decidir si el pueblo quiere o no una asamblea constituyente como la planteada por el jefe del régimen, y la otra es si el pueblo quiere o no, que renuncie el presidente y se convoque a elecciones generales. El problema con esta es quien, y como se realiza este referendo, visto que el CNE va a decir cualquier excusa para no realizarlo.

Ambas propuestas, bien canalizadas y estructuradas, pudieran llevar al régimen a un punto de reflexión para buscarse a sí mismo, una salida.

Mientras tanto seguir en la calle, repetimos “Mientras el cuerpo aguante, que la voluntad no falle”

@lesterllopezo