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Migrantes y deporte

Opinión
Tiempo de lectura: 5 min.

El mundo entero observa con marcada preocupación el creciente número de emigrantes que se desplazan por diferentes regiones en la búsqueda de mejores condiciones de vida, huyendo de la guerra o de las tiranías dictatoriales existentes en algunos países. En ese proceso de desplazamientos y asentamientos de personas en diferentes lugares a sus países de origen destaca, sin lugar a dudas, el papel protagónico del deporte como un mecanismo o vía para huir de regímenes dictatoriales, para dar a conocer al mundo las causas que obligan a las personas a la búsqueda de refugios, para continuar su proceso educativo o para lograr mejores condiciones laborales.

Muchos son los ejemplos de la relación entre la migración y los deportes. Destacándose el caso de los atletas cubanos que encontraron en los deportes una vía para salir del cerco dictatorial y emprender el camino hacia la libertad. Miles de deportistas cubanos han hecho uso de sus asistencias a eventos internacionales para solicitar asilo político y condición de refugiado.

En 2015, cuando el mundo enfrentó una preocupante crisis migratoria, el Comité Olímpico Internacional COI envió un mensaje de inclusión y esperanza al informar sobre la formación de un equipo olímpico de atletas, que, aunque lejos de su patria, competirían en los juegos olímpicos. Hecho este que, permitió la incorporación a los Juegos Olímpicos del “Equipo de Refugiados”.  Hace siete años, 10 atletas provenientes de Etiopía, Sudán del Sur y República Democrática del Congo, participaron en las justas deportivas de Río 2016. Luego, en el 2021 fueron 29 los deportistas que competieron bajo la bandera Olímpica en representación de los más de 82 millones de refugiados en el mundo. Por primera vez, un atleta latinoamericano formó parte del equipo: el boxeador venezolano Eldric Sella.

En Perú, las autoridades gubernamentales firmaron un acuerdo con ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) para apoyar la integración de las personas refugiadas en el país., y sobre todo para los atletas que buscan seguir en actividad. Para ello conformaron la Asociación Deportiva Humanitaria “Corazones Olímpicos del Sur” - COSUR, que tiene una Comisión de Atletas Migrantes y Refugiados que busca orientar a los atletas que llegan del extranjero para que puedan retomar la práctica de su deporte. Sirve esta organización como un canal de comunicación entre federaciones, comités olímpicos y Panam Sport para poder saber las posibilidades de que los deportistas sigan compitiendo.

En los recién finalizados Juegos Panamericanos 2023, llamó la atención, en referencia con el tema de migración, la integración en la selección chilena de varios atletas que salieron de sus países de origen en la búsqueda de nuevas y mejores condiciones de vida. Entre ellos podemos citar a:

-Santiago Ford, cubano ganador de la medalla de oro en Decatlón. En 2018 inició su travesía pasando desde Cuba a Guyana, de ahí a Brasil (donde atravesó la selva) y en un vuelo llegó a Perú. Ingresó a territorio chileno caminando por el desierto de Atacama. En enero de 2023 recibió la carta de nacionalidad por gracia, la que le permitió sumarse al equipo de atletismo chileno.

-Tania Zeng de China, especialista en Tenis de Mesa. En los panamericanos llamó la atención tanto por ser migrante como por su edad —con 57 años fue una de las integrantes mayores de la delegación.

- Anastasiia Velozo karateca de Ucrania, fue campeona europea de su especialidad en 2017, estaba en territorio chileno cuando estalló la invasión de Rusia a su país, lo que, la llevo a tomar la decisión de integrarse a la selección chilena.

- Yasmani Acosta dejó Cuba para buscar nuevos rumbos deportivos y personales. Llegó a Chile en 2015 para participar de los Panamericanos de Lucha. Desde ese momento se incorporó a los entrenamientos de los equipos chilenos, obteniendo una histórica medalla de bronce en el campeonato mundial de lucha realizado en París en 2017. En enero de 2021, el Senado de Chile aprobó por unanimidad su nacionalidad por gracia.

- Eduardo Bernal de Venezuela, practica la lucha olímpica. Durante su último trabajo tuvo la posibilidad de desempeñar su profesión de ingeniero, pero decidió dedicarse al deporte. Recibió la nacionalidad por gracia en 2022.

- Berdine Castillo en 2009, se convirtió en la primera persona de nacionalidad haitiana en ser adoptada mediante decreto de la Corte Suprema. Con el apoyo de su familia inició una prometedora carrera deportiva, la que ha rendido sus frutos con la medalla de oro que obtuvo en la competencia de los 800 metros en el campeonato sudamericano Sub-23 de 2021.

- Matías Zaldivia, argentino,  ha cumplido con las principales metas que tiene todo futbolista extranjero que busca instalarse en Chile: ha jugado en Colo Colo y Universidad de Chile, dos de los equipos más populares del país; y ha conseguido la carta de nacionalización para vestir la camiseta de La Roja.

- Svenja Grimm de Alemania, llegó a Chile en 2013 permaneció por seis meses en el país, pero volvió al año siguiente para instalarse de manera definitiva. Durante los últimos años logró reconectarse con el deporte ecuestre, una afición que había cultivado desde su niñez. Se dedicó profesionalmente al adiestramiento de caballos y decidió representar a Chile.

- Elio Quiñones cubano, es parte del multicultural equipo de béisbol chileno que, tiene participantes de origen cubano y también venezolanos, entre ellos Alberto Díaz, uno de los jugadores más importantes del plantel, quien lamentablemente no pudo sumarse por las demoras en su trámite de nacionalización.

- Virginia Jiménez de Venezuela, llegó a Chile hace seis años dejando atrás su país natal en medio de la crisis venezolana. Practicaba la lucha libre desde los 12 años y representó a su tierra natal en varias competencias internacionales. Por diferentes circunstancias su carrera se estancó y pareció llegar a su fin, hasta que se le abrieron las puertas para integrarse a la Federación Deportiva Nacional de Lucha Olímpica de Chile.

- Arley Méndez de Cuba, representó a su país natal hasta 2013, año en el que participó del Campeonato Panamericano de Halterofilia en Santiago, donde obtuvo medalla de oro. Tras aquella competición desertó del equipo cubano y se radicó en Chile.  El Senado de Chile le otorgó la nacionalidad por gracia en 2017, lo que le permitió representar a Chile en todas las competencias internacionales.

- Agustina Solano de Argentina, es parte del histórico equipo chileno de hockey sobre césped que el año pasado logró la clasificación al mundial de la disciplina. Recibió la nacionalidad chilena en 2016 luego de una modificación a la ley, que permitió que los deportistas jóvenes de entre 14 y 18 años, y con más de cinco años de residencia, pudieran acceder a la documentación.

- Alejandra Contreras de Venezuela, es hija de padres chilenos, quienes debieron dejar Venezuela debido a los problemas económicos y sociales del país. Lleva varios años dedicada a la escalada, disciplina en la que debutó en los Juegos Panamericanos representando a Chile.

Los ejemplos de atletas inmigrantes demuestran, sin lugar a dudas, que el deporte sirve como vía para denunciar las dificultades políticas, sociales y económicas que le han tocado vivir a todos aquellos que han dejado su país natal para integrarse a otro y en ese difícil y duro camino el deporte abre sus puertas, bien para salir o dejar atrás los regímenes dictatoriales o para la inclusión social en una nueva nacionalidad.