Estas líneas están basadas en los planteamientos de Colette Capriles, expuestos en una entrevista que le realizara recientemente Alonso Moleiro, en una sección del periódico Tal Cual denominada Tal Cual Debates. La entrevista se centró sobre las negociaciones que se están llevando a cabo en República Dominicana. En la entrevista Capriles destacó el rol clave que está desempeñando la comunidad internacional en las negociaciones, que son más que una negociación entre el gobierno y la oposición, una negociación entre el gobierno y la comunidad internacional. Destacó el interés del gobierno en que le levanten las sanciones, lo cual podría llevar a un acuerdo en materia electoral, que es uno de los temas relevantes para la oposición.
Después del triunfo de la oposición en las elecciones parlamentarias del año 2015, el gobierno decidió implementar medidas para torcer la voluntad de cambio de la sociedad venezolana. En consecuencia decidió convertir los eventos electorales en una farsa. Agudizó la represión contra la oposición política, cuyos dirigentes fueron enviados a prisión o forzados al exilio. Ante esta situación la comunidad internacional ha optado por la aplicación de sanciones a fin de presionar al gobierno de Maduro a retornar al camino democrático. En esta línea de acción ha sido clave la acción de la comunidad latinoamericana a través de la creación del “grupo de Lima”, el cual ha decidido unirse a las sanciones internacionales a fin de presionar al gobierno venezolano a un cambio de conducta.
En este contexto se inscriben, según Colette Capriles, las negociaciones que se están llevando a cabo en República Dominicana. Según la escritora y analista político estas negociaciones difieren de las anteriores en un aspecto fundamental; se ha abierto una nueva etapa en la cual las negociaciones se han internacionalizado con la comunidad internacional asumiendo un rol clave en las mismas. En este sentido las negociaciones en Republica Dominicana no son una negociación entre el gobierno y la oposición, sino entre el gobierno y la comunidad internacional. Ello se refleja en la metodología adoptada según la cual el gobierno y la oposición exponen sus reparos y exigencias, pero al final el borrador de acuerdo que se discute es elaborado por los representantes de la comunidad internacional. Si bien esta iniciativa responde fundamentalmente a la iniciativa de los países latinoamericanos, los Estados Unidos están actuando en coherencia con estos representantes y han ofrecido desmontar las sanciones si se alcanza un acuerdo.
La percepción de Capriles es que el interés del gobierno en sentarse a la mesa de negociaciones, es porque necesita dinero para activar su base electoral a través de mecanismos perversos como los ligados al carnet de la patria. Para ello necesita plata, pero las sanciones han trabado toda operación financiera que tenga relación con Venezuela, lo cual ha agravado la crisis financiera que el gobierno padece. Por ello necesita que las sanciones se levanten y le den un respiro a fin de obtener dinero fresco que le permita aumentar el gasto público y activar su base electoral. Creen que si ello se logra pueden ganar en un evento electoral donde se den condiciones competitivas a la oposición.
El interés de la oposición es que se normalicen los eventos electorales y retornemos a elecciones competitivas. Por otro lado estamos ante una emergencia social y hay que buscar una salida. Las negociaciones son una puerta, abren la posibilidad de una salida y hay que explorarla. Las otras opciones han probado no ser una salida. Hemos visto los resultados de la calle como alternativa. También las elecciones, que han demostrado ser una farsa.
Hay sectores del gobierno que están interesados en que las negociaciones fracasen. No tienen problema en que entremos en una etapa similar al periodo especial cubano con todos los costos sociales que ello implica. Se están planteando permanecer seis años más en el poder en base a la represión y triquiñuelas electorales. Esta posición es el enemigo a combatir. Si estos sectores se imponen y las negociaciones fracasan, que el gobierno asuma los costos de esta decisión ante la comunidad internacional, a la cual no le quedará otra opción que agudizar las sanciones a Venezuela. El régimen debe asumir los costos de esta decisión de sobrevivir como un estado paria, si es que lo hace.
Hay antecedentes en los cuales se han utilizado las sanciones internacionales para abrirle la puerta a procesos de democratización. El caso más emblemático quizás sea el de Sudáfrica que posibilitó elecciones competitivas con la participación de la población negra, permitiendo el acceso de Mandela al poder, lo cual abrió una nueva etapa en la sociedad sudafricana.
Nota: Colette Capriles es escritora y analista político y forma parte del equipo técnico que ha estado presente en las negociaciones de la República Dominicana.
Profesor UCV