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Otro 19 de abril a conmemorar

Opinión
Artículos de opinión
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Ayer 19 de abril de 2017 la gente, el pueblo, los venezolanos volvimos a asumir el papel de ciudadanos al exigir, con presencia masiva en la calle, el respeto a los derechos que además de constitucionales, son inherentes a nuestra condición humana.

¿Qué exigimos? Libertad, libertad para poder expresar nuestros sentimientos, decidir lo que realmente nos importa en la vida, tener igualdad de oportunidades y responsabilidades ante las alternativas de desarrollo personal y por supuesto, la de todos aquellos presos por defender lo que creen, que lamentablemente hoy son muchos más que ayer.

La represión desmedida, apoyada por una tecnología, un equipamiento y una destreza que deberían emplearse en otras áreas, por ejemplo en la producción de alimentos, ratifican que estamos en lo cierto; este es un gobierno dictatorial que se escuda en sus cuerpos militares y paramilitares para tratar, sin éxito, de acallar a la gente.

En las marchas vimos y vivimos la decisión de un pueblo que armado exclusivamente con su compromiso personal, se nutrió de desbordante sensación de que no estamos solos, que somos muchos los que deseamos algo distinto y que juntos podemos lograrlo tan pronto como recobremos nuestro derecho a decidir libremente.

¿Cuándo será eso? Ojalá tuviésemos la certeza, pero lo que sí sabemos es que cada vez que demos muestras como las ayer, más cerca estaremos del momento deseado.

Ante esta posibilidad cierta debemos ir afinando lo que realmente queremos para el futuro, empezando por exigir de nuestros gobernantes un verdadero talante democrático, alejado de personalismos mesiánicos, convencidos de que son servidores públicos y no dueños de nuestras vidas y que les toca, porque así lo decidió una mayoría, tomar las medidas que nos alejen de la dependencia del Estado, improductiva y subyugante, dándole paso a la creatividad e independencia que nos permita una existencia digna en un mundo cada vez más competitivo y segmentado por el desarrollo de las capacidades locales.

En ese futuro próximo debe prevalecer la transparencia como forma de demostrar que tendremos “tolerancia cero” hacia las distintas formas de corrupción y que a través de políticas austeras, implementadas honestamente y soportadas técnicamente es posible un país distinto y mejor para todos.

Mientras tanto tenemos que resistir dentro de las posibilidades personales, recordando que en la medida de que hallan continuos 19 de abril, aunque no sean necesaria y exclusivamente marchando, más cerca estaremos de ese futuro anhelado.