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Otro acierto en el mercado de valores

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Que la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval) permita emitir títulos valores en moneda extranjera es realmente un cambio económico para celebrar en grande. Liberar el control de cambio y de precios, permitir la libre iniciativa, y abrir el mercado de valores venezolanos, sin recurrir a nuevos endeudamientos, sino a inversión es la combinación de políticas económicas perfectas. Entiendo que los dirigentes de Ron Santa Teresa y del Fondo de Valores Inmobiliarios han sido parte de los propulsores de los cambios recientes en el mercado de valores junto a sus autoridades de Finanzas. Mucho tenemos que agradecer esta actitud de dichos empresarios y de los funcionarios públicos que han hecho posible nuevas condiciones para que todos podamos emprender y producir más en nuestro país.

También se habla de privatizar empresas del Estado y transferir mas actividad económica al sector privado. Este proceso debe hacerse con participación ciudadana a través del mercado de valores y con co-inversionistas corporativos nacionales e internacionales a través de procesos transparentes para que no haya retrocesos, revanchas e inseguridad jurídica en el futuro. El oficialismo también debe negociar con la oposición para superar las sanciones y acordar que los fondos generados por las privatizaciones vayan a un fideicomiso que no debe ser usado en gasto corriente ni despilfarrado por Fonden como en el pasado. El fideicomiso será usado para pagar deuda externa auditada y/o en proyectos de infraestructura pre acordados por las dos partes y congelar los fondos mientras no haya acuerdos políticos ni auditoría apropiada.
Adicionalmente el oficialismo sin necesidad de acuerdos con la oposición debe adelantar reformas en el gasto fiscal y hacerlo mas eficiente. Para ello debe implantar procesos de licitaciones de las obras de infraestructura, y de toda contratación de servicios en todas las entidades del Estado. Todos estos cambios pueden ser ejecutados y no son impedidos por las sanciones. De esta manera el sector privado volvería a tener el peso que le corresponde y a protagonizar el despegue de la economía. Poco a poco el país económico despegaría, y las sanciones económicas tendrían menos efecto ya que la economía privada no está afectada directamente.
El oficialismo y la oposición no han tenido fuerza para eliminarse uno a otro. Pero con una economía en manos de los ciudadanos, producto de un nuevo consenso económico en marcha, esas batallas políticas tendrían menos consecuencias y harían menos daños en el nivel de vida de los venezolanos. Haber llevado la batalla política nacional a una batalla política entre naciones es algo que muestra las fallas a todo nivel de las instituciones democráticas del país comenzando por los partidos políticos. Todas las diferencias políticas debieron debatirse en los partidos políticos, entre los ciudadanos y sus dirigentes de diversos partidos, en las campañas electorales de alcaldes, gobernadores, diputados y presidente, en la AN, y en todos los gremios. Los debates debieron no solo hacerse sino que además realizarse sin amenazas, siempre sobre ideas sustentables y no personas. Con paciencia y sin amenazas. Con debates permanentes a todo nivel poblacional e institucional, muchas de las fallas en la política económica del 2013-2019 pudieran haber sido enderezadas, como lo demuestran los cambios de los últimos meses. Diente por diente y ojo por ojo, e insultos personales, o marchas y prisioneros no permite que germinen las mejores ideas. Las políticas económicas de apertura recientes son un ejemplo como los debates entre el sector privado venezolano y el oficialismo sí producen resultados. Señala el camino para el resto de los factores de la sociedad.
Twitter: @alejandrojsucre

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