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Pompeyo y Pablo Eloy

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Luchadores y honestos a carta cabal. Pompeyo, conocido en Venezuela y el mundo. Pablo Eloy popular en Catia. Ambos luchadores y entrados en años. Pompeyo fue admirador del comunismo ruso, posteriormente de los chinos rojos y militó en el MAS. Pablo Eloy fue adeco y después mepista. Hoy ninguno es militante de partido, la única bandera que enarbolan es la de Venezuela.

Pompeyo perdió los mejores años de su vida en búsqueda de una utopía. Estuvo preso, fue senador y ministro. Viajó por el mundo entero. Valientemente, al igual que mi admirada Gloria Cuenca y otros, reconoció su error. En una oportunidad le pregunté por qué había tardado tanto en percatarse de las perversiones del comunismo. Con toda franqueza contestó que por fanatismo. Es uno de los tantos ejemplos que desmienten lo que algunos predican sin base de que comunista siempre será comunista y por ello poco confiable.

Pablo Eloy es un hombre humilde, inteligente y amante de la lectura. Por destacar como luchador social, los adecos lo enviaron a cursos en Israel y en Costa Rica. En todas las manifestaciones en contra de la marabunta roja, Pablo Eloy estaba presente con una pancarta sencilla, escrita sobre un cartón de caja de supermercado, pero con leyendas sabias y apropiadas al momento político.

A Pompeyo Márquez lo conocí brevemente en una visita a Ciudad Sucre, cuando yo trabajaba en Palmaven. Desconozco qué habrá pasado con ese proyecto que impulsó. Muchos la llamaron Ciudad Pompeya, por aquello de que no tendría futuro. Ya no por el Vesubio, sino por la dificultad de que tuviese vida propia. Posteriormente tuve el honor de compartir con él todas las semanas en fructíferas reuniones de la Mesa de Reflexión Democrática cuyo motor era ese destacado venezolano que fue Alberto Quirós Corradi. Las intervenciones de Pompeyo siempre eran ponderadas, instructivas y en favor de la unidad. Una de sus predicciones es que ¨aquí vendrá una solución inédita¨.

A Pablo Eloy Moscó lo conocí a raíz de los sucesos del 2002. De tez oscura, muy flaco, camisa manga corta y en cholas. La primera vez que me acerqué a conversar me impresionó su sabiduría popular, a la vez cultivada por muchas lecturas. De allí en adelante nos hicimos amigos y Pablo Eloy se convirtió en un miembro más de Gente del Petróleo. Largas conversaciones personales y telefónicas. Compartir su dolor por el asesinato de dos de sus nietos y el fallecimiento de su esposa Hilda estrecharon nuestra amistad y mi admiración por él.

Hoy ambos están limitados por problemas de salud, pero siguen dando consejos y seguros de que tendremos una Venezuela mejor. Nuestros votos porque se recuperen y puedan ver el fin de la dictadura y el renacer de un país que tenía todo para ser exitoso, pero que perdió el rumbo por errores de algunos de quienes lo condujeron en el pasado y por la falta de escrúpulos e ineptitud de quienes hoy están al mando.

Como (había) en botica: Excelentes las notas sobre Economía y Finanzas que diariamente publica nuestro compañero y amigo Horacio Medina. Eulogio del Pino, presidente de Pdvsa, pensó que sus palabras reconociendo el error de haber estatizado las empresas de servicio de la Costa Oriental del Lago no serían divulgadas. Ante el reclamo de Jaua y de otros tira piedras, no tuvo el coraje de mantener lo dicho ¡Pobre infeliz! Está circulando la noticia del fallecimiento de una trabajadora de Pdvsa que no fue admitida en clínicas porque la empresa no cumple con los pagos y las deudas son enormes. La prisión de Coromoto Rodríguez es una de las mayores arbitrariedades del régimen en complicidad con el poder judicial. Nadie puede creer que un experimentado detective pudiese ser engañado por unos jóvenes que conversaron con él en una marcha ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!