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Si Maduro continua, la debacle se prolongará

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Tiempo de lectura: 4 min.

Si Maduro continúa en el poder la debacle económica se prolongará. La contracción económica se mantendrá en el tiempo así como la hiperinflación. Venezuela continuará su involución hasta ubicarse entre los países más pobres de América Latina. El deterioro de la capacidad de compra y el incremento de las carencias alimentarias forzará a más venezolanos a emigrar, agudizando la crítica situación de las empresas públicas y privadas por carencia de personal especializado. La crisis de servicios empeorará así como las deficiencias de nuestros servicios de salud, tanto públicos como privados. La recuperación económica pasa por un cambio político y la normalización de nuestras relaciones con la comunidad internacional.

Si Maduro continua en el poder la debacle económica se prolongará. En los últimos años se ha producido un fuerte deterioro del tejido productivo del país, que se refleja en la caída de la producción la cual puede medirse a través del Producto Interno Bruto (PIB). Éste se define como el valor monetario de la masa total de bienes y servicios que se produce en un país. Durante el gobierno de Maduro el PIB descendió 35%, constituyendo la crisis más aguda que se haya vivido en América Latina en los últimos 40 años. El PIB en el año 2017 retrocedió a los niveles de 1955. Ello nos ha llevado a ubicarnos como la séptima economía de América Latina, cuando en años previos ocupábamos la cuarta posición, detrás de los países de elevada dimensión territorial como México, Brasil y Argentina (Rodríguez R. José. 2018a; 2018b).

De continuar Maduro la contracción económica proseguirá, de acuerdo a estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta institución hizo una proyección de la economía venezolana para el año 2023, asumiendo un escenario en el cual se continúe con las políticas económicas instrumentadas por Maduro. En este contexto el Producto Interno Bruto de Venezuela descendería a un nivel que representaría el 68% del PIB del año 2013, lo cual ubicaría a Venezuela como la decimocuarta economía de América Latina. En términos de PIB per cápita, nos ubicaríamos a nivel de países centroamericanos pobres como Nicaragua y Honduras.

Si bien con Chávez se agudizó la inflación, fue en el año 2017 cuando pasó a la categoría de hiperinflación, es decir la hiperinflación es de manufactura madurista. Las perspectivas del FMI es que esta se agudizará en el 2019 cuando llegará a 10.000.000%. El FMI espera que la hiperinflación empeore rápidamente impulsado por el financiamiento monetario de grandes déficits fiscales. Es decir, se espera que el gobierno continúe con su política de aumentos salariales indiscriminados, financiando los mismos con emisión de dinero por el Banco Central de Venezuela (BCV). La hiperinflación ha ocasionado una destrucción de los salarios y de la capacidad de compra, lo que ha generado un empobrecimiento generalizado de la población, que se estima involucra a 87% de la misma, según el Estudio de Condiciones de Vida del año 2017 realizado por las principales universidades.

La destrucción de los salarios ha generado una estampida de los trabajadores hacia otros países, en busca de un mejor futuro. Según las Naciones Unidas, hasta finales del año pasado cerca de tres millones de venezolanos habían emigrado hacia otros países. Ello ha generado una situación que ha demandado una agenda especial en los países receptores, como Colombia, para atender las necesidades de los emigrantes. De continuar Maduro en el poder la emigración continuará. La Institución Brookings, un centro de análisis en políticas públicas con sede en Washington, estima que la emigración llegara a 8,2 millones de venezolanos, lo que representará un 25, 8% de la población venezolana del año 2018.

La emigración de la fuerza de trabajo calificada es uno de los factores que está detrás del colapso de la producción petrolera y de PDVSA, debido a la fuga de ingenieros y otros profesionales que han abandonado la empresa por los bajos salarios. También está detrás de la crisis de las empresas públicas como Corpoelec y de los servicios que presta. La emigración ha agudizado el deterioro de los servicios de asistencia médica públicos y privados, por la fuga de médicos y enfermeras. Esta situación continuará si se prolonga la hiperinflación y el deterioro de los salarios.

El año pasado el gobierno proclamó un cambio de rumbo pero la emisión de dinero sin control alguno se aceleró, así como la hiperinflación y el deslizamiento del dólar paralelo, que cada día que pasa incrementa su valor. Hubo una retorica de corrección de las políticas económicas que no se tradujo en un viraje real. Cualquier plan de recuperación económica requiere una reestructuración de la deuda externa, como punto de partida, y la obtención de dinero fresco, como lo plantea el Plan País, elaborado por la Asamblea Nacional. Ello pasa por un acuerdo con el FMI y el levantamiento de las sanciones internacionales. El régimen de Maduro, en lugar de recorrer este camino ha optado por el aislamiento y el enfrentamiento con la comunidad internacional. En consecuencia un plan de recuperación económica plantea un cambio político como lo han señalado los industriales aglutinados en Conindustria.

En síntesis, con Maduro continuará la contracción económica, la hiperinflación, el empobrecimiento, la fuga de fuerza de trabajo calificada, el colapso de las empresas públicas como PDVSA y la caída de la producción petrolera. También la crisis de las empresas de servicios como la de electricidad y agua potable, así como de los servicios de salud públicos y privados. Cualquier plan de recuperación económica pasa por un entendimiento con la comunidad internacional, lo cual requiere un cambio político, como lo han planteado el Plan País y los industriales venezolanos aglutinados en Conindustria.

Profesor UCV

Referencias:

Rodríguez R., José 2018a. El chavismo: un proyecto destructivo. Dígalo Ahí. 25 de julio.

Rodríguez R., José. 2018b. La involución de la economía venezolana. Dígalo Ahí. 30 de julio