Habiendo reducido la hiperinflación que venia produciendo estragos por más de 6 años, regulando la liquidez monetaria y abriendo la economía a los ciudadanos, el gobierno del presidente Maduro generó una estabilidad económica en el 2022. Esta mejora económica fue baja comparada con el potencial que tiene la economía venezolana de volver a los $400.000 millones en PIB del 2013, pero hubo un repunte en el 2022 gracias a las medidas de liberar el tipo de cambio y frenar privatizaciones. Debido a las sanciones petroleras de EE.UU. y a la corrupción interna, la economía venezolana nunca iba a llegar a los niveles de producción del 2013, pero en el 2023 se pasmó. Las sanciones petroleras de EE.UU. y la corrupción interna de PDVSA y del gasto fiscal impiden una economía con crédito, con altos niveles de inversión, con mas empleo y mejores sueldos. Las iniciativas del gobierno de superar la corrupción vía participación del sector privado en las empresas del estado no han avanzado debido a las sanciones de EE.UU.. Las estrategias de inyectar inversión a la economía por la vía de monedas criptos como el Petro no funcionaron; las visitas a Qatar, Arabia Saudita, China, Turquía, India, el BRICS, tampoco han funcionado ni funcionaran. Hoy todos los inversionistas se concentran en los EE.UU. y Europa. Solo el alivio de las sanciones de EE.UU. y la capacidad negociadora del gobierno de Maduro han logrado que Chevron reinicie la actividad petrolera y esta es la que h tenido un impacto positivo que sostiene el tipo de cambio en el año 2023.
Ya la globalización se terminó. Ya los EE.UU. y Europa no van a comprar más al país que provea mejores producto, ni los más baratos. Volvimos a una guerra fría con Rusia invadiendo a Ucrania y China amenazando a Taiwán. Ahora EE.UU. y Europa van a crear una capsula con políticas industriales de autosuficiencia y van comprar solo a sus aliados geopolíticos. Solo comprará e invertirá en los países que no se alineen con China y Rusia. Paradójicamente, Rusia, China, la India y los BRICS creen en el multilateralismo, pero sus ingresos dependen de los EE.UU. y Europa. Los países BRICS tienen alto grado de pobreza y corrupción, y sus economías compiten entre si y no disponen de fondos excedentarios para invertir. Ni los Países BRICS ni los árabes van a invertir en Venezuela. Es más los ciudadanos de los países BRICS y los árabes invierten en EE.UU. y Europa donde hay más rendimientos a sus ahorros. Así que Venezuela y el gobierno del presidente Maduro deben entender que no alinearse en el bloque EE.UU - Europa es poner a pasar hambre a toda la población venezolana y arrastrarnos a la pobreza crónica. Sería un mal alineamiento geopolítico.
Es verdad que EE.UU. no tiene por qué sancionar la venta de petróleo ni inmiscuirse en la política venezolana seleccionando opositores “consentidos” que ni siquiera se presentan a elecciones, ni practican la democracia dentro de sus partidos políticos. Pero esos errores de los EE.UU. no justifican que el presidente Maduro se equivoque de quien es el que invierte y genera progreso en la economía venezolana. EE.UU. y Europa son los grandes clientes e inversionistas tradicionales que han impulsado el desarrollo. Histórico en Venezuela. El gobierno de Maduro no debe enfrentarse a ese bloque y si hacer negocios con China y Rusia pero de forma neutral en el juego geopolítico como lo hace la India. Estoy seguro que si el presidente Maduro juega un papel neutro dentro del conflicto Ruso-Chino contra EE.UU., este podrá suavizar las sanciones que afectan al pueblo venezolano.
Todos los países que no se sumen a Estados Unidos y Europa en capturar los nuevos créditos fiscales para la fabricación de tecnologías se van a quedar sin inversiones. EE.UU está atrayendo una avalancha de capital. La Unión Europea está tratando de responder con su propio paquete de apoyo a la energía ecológica. Japón ha anunciado planes de préstamos por $150.000 millones para financiar inversiones en esa tecnología. Todos ellos están trabajando para volverse menos dependientes de China. EE.UU ha bajado la importación de productos chinos en 20% en los últimos tres años y ha bajado su exportación a ese país en 12%.
La única manera de traer inversiones a Venezuela es con una buena alineación con EE.UU. y Europa, con productividad en las empresas del estado y con un buen manejo del gasto fiscal y de la política monetaria. Asî el PIB venezolano llegará a $1 trillón pronto y los venezolanos lo agradeceremos.
El impacto de la corrupción en Venezuela también es otro frente que atender. Afecta más de $1,5 trillones en el PIB anual. Este número lo sacamos al comparar la economía venezolana a la de Texas que produce $2 trillones de PIB anual con el de Venezuela que producía $500 mil millones antes de las sanciones. Ambas naciones tienen una población de casi 30 millones de habitantes, un territorio casi del mismo tamaño y recursos petroleros significativos. Hace unos cuarenta años Venezuela tenía la sexta o séptima economía más grande del mundo. Venezuela está toda dentro de los trópicos, sin desierto o semidesierto como el tercio occidental de Texas. En consecuencia, Venezuela cuenta con vastos recursos hídricos, enormes ríos importantes, bosques y riquezas minerales además del petróleo.
X: @alejandrojsucre
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