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Sumisión vs rebeldía

Opinión
Artículos de opinión
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El contraste entre someterse y pelear, se ha puesto en el debate público a raíz de las disposiciones dictatoriales de la fraudulenta constituyente madurista, que ha colocado al país y particularmente a la oposición en una encrucijada muy enredada y compleja, hemos caído en los errores del insulto y la descalificación, sin que haya mediado un debate serio en la MUD. Ha podido más la guerra del teclado y el micrófono que la posibilidad de conversar, reforzando aquella conseja, muy bien aplicada por el régimen, “divide y vencerás”.

Hoy volvimos al dilema esclavitud o libertad, algo que no podemos dirimir en un artículo, pero lo traemos a colación por las circunstancias que sufre la patria. Sabemos que las formas de dominio de unos sobre otros, se han diversificado y a veces se han hecho indetectables, porque son inducidas por el mensaje subliminal o por el discurso demagógico, aunque el chantaje, el insulto, la amenaza y la subordinación son mecanismos abiertos de esclavitud y más grave es que hoy se nos pretende esclavizar de hecho y de derecho.

Hoy somos esclavos de todos los males y de un régimen que los exaltó, si no veamos las colas, hasta para adquirir nuestro dinero represado en los bancos; somos presos de la escasez, del hambre, la inseguridad, de los malos servicios; razones que llevan a muchos a huir para buscar refugio en otros países y para colmo se dictan decretos y leyes con artículos que tienen la intención de hacernos más esclavos.

Estanos lejos de la libertad o la facultad de hacer lo que creamos conveniente, siendo desde luego responsables de nuestros actos y sin que ellos perjudiquen a otros; y mucho más lejos de aquello que Karl Marx decía, que la humanidad será libre cuando por su capacidad y su lucha, logre garantizar sus bienes materiales y espirituales. Entonces nuestra lucha es por la la libertad.

Claro, alguien pudiera decir que los afrodescendientes en la época de la esclavitud, frente al dilema de someterse o morir, no les quedaba otra alternativa que sojuzgarse al amo, pero se demostró que ese no era el camino. Salvando las distancias históricas, si no hubiera habido hombres o mujeres que se rebelaran, pues aquella forma bestial e inhumana de maltratar y humillar, no se hubiese extirpado.

El camino de la obediencia es el del irrespeto por nosotros mismos, somos indignos en la sumisión al otro, si justificamos la agresión y el abuso, negamos el espacio psíquico de vivir la democracia. El vivir democrático es esencialmente el respeto por la dignidad de uno mismo y del otro en su legitimidad y en coexistencia con uno, es, además, el consenso alrededor de la participación, la inclusión, la colaboración y la comprensión.

Ahora bien, podemos construir nuestros gobiernos de sombra, resolver problemas con la gente, en contraste con la dictadura que agrava los problemas y dicta leyes y decretos de sometimiento, que niegan la libertad, la democracia y la participación. En medio de la barbarie y la anarquía, los ciudadanos podemos rebelarnos y construir un modo de vivir democrático en nuestra convivencia y en nuestra relación con los otros, desconociendo y desobedeciendo a los amos, podemos vivir en un hacer responsable y ético, en el respeto, en la colaboración y la co-inspiración; en la continua configuración de un ámbito de convivencia que genere alegría y bien-estar.

Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia