Apreciación de la situación política # 114
La semana que recien se inicia viene acompañada de elevadas expectativas - y mayores incertidumbres- para los venezolanos. Algunos, con sobrada razón, piensan que se llegará al frecuentemente citado “choque de trenes” entre la oposición y el gobierno, ambos, con suficientes fuerzas acumuladas, aunque de diferentes naturalezas, para lograr sus particulares propósitos: la oposición, para intentar impedir que se produzca la elección de la fraudulenta asamblea constituyente impuesta por el vocero principal del régimen, y el gobierno, para lograr su propósito de elegirla e instalarla.
La oposición democrática, luego de más de 100 días de protestas continuadas con un saldo trágico de fallecidos, heridos y detenidos por el régimen, anunció la llegada de la “hora cero”, con una serie de actividades de calle incluyendo boicotear el evento electoral para impedir la elección el mismo 30 de julio, cuando está previsto. Esto, puede que resulte. Pero no por estas acciones necesariamente que sin dudas, han contribuido decididamente a llegar a este climax, sino, más bien, porque a última hora y jugandose “una carta bajo la manga” el régimen desista de realizarlas por presiones de la comunidad internacional que ampliamente ha manifestado su rechazo y desconocimiento a su instalación, pero principalmente, porque el propio jefe del régimen y algunos colaboradores, en una autoevaluación objetiva de las ventajas y desventajas que esta asamblea constituyente tendría, acabaría por concluir que lo mejor es anular o “suspender” la convocatoria.
Esta autoevaluación repasaría los siguientes aspectos:
- Es indudable que las protestas de la oposición democrática por tanto tiempo y con el saldo de fallecidos y violaciones a los derechos humanos, pero principalmente los resultados de la consulta popular del 16J, ha mermado, peligrosamente, la credibilidad del régimen ante la comunidad internacional donde algunos voceros e instituciones de peso, no han dudado en calificar la convocatoria de ilegal e ilegítima y por lo tanto han solicitado su desactivación.
- Unido al punto anterior, esa misma comunidad internacional ha reconocido a la Asamblea Nacional como un poder legal y legitimo y en pleno uso de sus funciones atribuidas por la Constitución, por lo que existen más posibilidades de que se reconozca a la AN y al propuesto gobierno de Unidad Nacional en formación, que al propio gobierno y a la constituyente si se instala;
- En este orden de idea, el gobierno no estaría en capacidad de solicitar ayuda financiera internacional, ya bastante mermada, por la falta de credibilidad y legitimidad ante los posibles acreedores. La reciente amenaza del presidente del norte de aplicar sanciones económicas no se pueden obviar, especialmente porque es el único que está proveyendo de dólares al país por la compra de petróleo;
- Con esas perpectivas y la calle encendida por las protestas, el argumento que la ANC era el único mecanismo de garantizar la paz está bastante comprometido, pero además, en definitiva, tampoco va a resolver la crisis imperante en el país, por lo que a los 15 días de instalada, ya el propio pueblo chavista comenzará a rechazarla;
- La idea inicial con esa constituyente era dotarse de una “institución” que le diera plena autonomía al régimen para hacer lo que quisiera, pero con el descredito en el que ha caido, aún sin haberse elegido los diputados, esa idea se ha ido desdibujando, además, con el actual poder que esgrime el gobierno poco más puede aportar esa ANC, que no sea convertirse en un peligro para el propio régimen y su jefe;
- De hecho, al instalarse la ANC con poderes supranacionales, se está instalando un nuevo gobierno de facto ¿Quién garantiza al jefe, a los gobernadores y alcaldes, a los ministros, su permanencia en el poder? El difunto eterno contaba con el apoyo de las mayorias cuando se sometió a la anterior asamblea constituyente, pero esa no es precisamente la situación de su heredero con menos del 15% de aceptación popular;
- Una cosa es ser candidato y otra cosa es estar ya entronizado como diputado constituyente. Entre los candidatos visibles si observan muchos que no son completamente leales al jefe del régimen, sino estan jugando con otra facciones en pugnas dentro del mismo psuv ¿Quién garantiza que una vez en sus cargos de diputados no desconozcan al actual mandatorio y lo renuncien?
- Al jefe le quedaría, en teoría, el alto mando militar para disolver la ANC ¿Pero a que costo? y si le obedecen;
- Anular la convocatoria fraudulenta volvería la situación a las exigencias originales de las protestas por parte de la oposición democrática: negociar elecciones, restablecer el estado de derecho, liberar presos políticos y aceptar ayuda humanitaria para paliar la crisis económica. Con eso se puede ganar tiempo y mantener el control del régimen con cierto reconocimiento internacional.
Bajo esta optica, sería un acto temerario, casi suicida, para el mandatario continuar con la convocatoria. ¿Cómo salirse del paquete? Queda la carta bajo la manga: ordenar a algunos leales al régimen que intruduzcan una acción de amparo, o de anulación, o de lo que se le ocurra, en defensa de los intereses difusos o particulares ante la sala electoral del TSJ para que anulen la convocatoria y esta, solicitamente, sentencia a favor de la anulación.
Todavía a estan a tiempo…
@lesterllopezo