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Trascender lo cotidiano para avanzar

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Con el agravamiento del caos económico en las últimas semanas y el colapso de los servicios públicos que cada día es más evidente, el régimen ha logrado su propósito fundamental para ganar más tiempo en el poder: mantener a la gente ocupada y discutiendo como pagará los servicios como la conserjería, vigilancia privada, matrículas en colegios privados y un largo etcétera, así como, sobrevivir a la hiperinflación y no ocuparse de lo fundamental que es salir de este gobierno inmoral e incapaz que nos ha llevado a la tragedia que ya tenemos como país.

Es por eso que las protestas aisladas que se producen en diferentes ciudades reclamando mejores sueldos y salarios, carencia de gas doméstico, agua y electricidad no suman voluntades porque la gente debe dedicarse a hacer colas para obtener efectivo en los cajeros, reclamar el pago de las pensiones, conseguir donde hay pan y otros rubros de la cesta alimentaria y, de paso, cumplir con el trabajo. Todo un plan perverso para que la voluntad de cambiar el gobierno continúe diluida en las urgencias diarias que hay que resolver cada día.

Mucha gente se sorprende, por ejemplo, que los marabinos que están afectados por constantes cortes eléctricos no hayan protestado e “incendiado” la ciudad reclamando la regularización del servicio eléctrico. Pero después de estar sin electricidad 8 o más horas ¿Cómo puede salir nadie a protestar? Si tiene que esperar que llegue el agua porque no había electricidad o ir a algún establecimiento a comprar algo pero que no hay despacho porque no les ha llegado la electricidad, otros tienen que aprovechar que les llegó para cargar los celulares, esperar que la nevera enfríe o congele para no perder los alimentos. Así es muy difícil sumarse a una protesta en contra del gobierno.

Pero que no se pueda organizar una protesta nacional que desestabilice al gobierno, no quiere decir que más del 80% de la población continúe descontento con el mismo y desee su cambio lo antes posible. A estas alturas, la clase política debe trascender lo cotidiano y enfocarse en lo único que puede desestabilizar al gobierno: Una consulta popular para que la sociedad, por iniciativa propia y con la dirección adecuada, organice unas elecciones para elegir un gobierno de transición antes de que finalice el presente año.

Tres factores favorecen esta posibilidad: a) el inmenso deseo de la mayoría de los venezolanos de salir de este gobierno para comenzar a superar la crisis; b) la resolución de la Asamblea Nacional el pasado 21 de agosto ratificando el vacío de poder y. en consecuencia la necesidad de elegir un nuevo presidente y; c) la mayoría que desconoce el fraude electoral del pasado 20M siendo que la presidencia está siendo usurpada de facto, y la tradición republicana de celebrar elecciones presidenciales el mes de diciembre del último año del periodo constitucional, como es el caso.

La Asamblea Nacional, con su mayoría calificada, tiene el deber de llamar y organizar estas elecciones sin el actual CNE -que también es ilegítimo y fraudulento- y la sociedad civil organizada de apoyar la iniciativa, promoverla y ayudar a su realización.

¡Que el régimen no va a aceptar esas elecciones! Bueno, eso ya lo veremos…

@lesterllopezo 07/09/18