Una misión del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU visitó el país en el año 2019 y llevó a cabo una evaluación sesgada de la seguridad alimentaria que subestimó el problema. El informe de la misión va a contracorriente de las evidencias presentadas por estudios conducidos por las universidades y otras fuentes. En segundo lugar no es congruente con sus propios hallazgos que coinciden con los de la Encovi 2017. Finalmente la misión plantea que la mayoría de los venezolanos desarrolla una estrategia alimentaria que les permite compensar las carencias generadas por el colapso en su capacidad de compra y satisfacer sus requerimientos nutricionales. Este planteamiento no es coherente con la realidad y las estimaciones de los especialistas que revelan que la ingesta tanto calórica como proteica se ubica abiertamente por debajo de los requerimientos mínimos, generando una sustantiva pérdida de peso en la mayoría de la población.
Durante el periodo previo al régimen chavista se consolidó una fuerte relación entre la seguridad alimentaria como acceso y el componente externo del abastecimiento. Las políticas del régimen chavista durante los años 1999-2014, potenciaron esta relación. La aguda caída de los ingresos petroleros después del año 2014, ocasionaron el colapso de las importaciones y generaron una crisis de acceso alimentario, debido a la cual el 80% de la población cayó en situación de inseguridad alimentaria. En el año 2019 la crisis de acceso se mantiene con todas sus implicaciones. La dolarización mejora la capacidad de compra de parte de la población, pero no altera sustantivamente la situación de inseguridad alimentaria que enfrenta la gran mayoría de la población (Rodríguez Rojas, José E. 2020).
De tal modo que cuando la misión del PMA de la ONU realiza su sondeo, en el año 2019, todas las fuentes indican que la crisis de acceso se mantiene y continúa el escenario descrito por la Encovi en el año 2017. Sin embargo la misión concluye que la inseguridad alimentaria involucra solamente a la tercera parte de la población (AP.2020) En consecuencia el informe va a contracorriente de las evidencias presentadas por fuentes confiables como Encovi 2017, el estudio conducido por las universidades, que señala que el 80% de la población ha caído en situación de inseguridad alimentaria.
Adicionalmente a lo señalado, el informe no es coherente con los hallazgos que realizó la misión del PMA. Según estos el “74% de las familias han implementado estrategias alimentarias para hacer frente al problema, como la reducción en la variedad y calidad de la comida que consumen”; en la misma línea de pensamiento el informe señala que “el 60% de las familias reportaron haber reducido sus porciones” reforzando la idea de que la gran mayoría de las familias han reducido la cantidad y calidad de la dieta. Adicionalmente a ello el informe menciona que “siete de cada 10 personas reportaron que siempre es posible localizarlos (los alimentos que requieren), pero indicaron que es complicado adquirirlos debido a los altos precio” (AP.2020). En otras palabras el 70% de las personas manifestaron que tienen dificultades para adquirir los alimentos que requieren debido a los elevados precios, lo que indica claramente que la gran mayoría de las familias tienen su seguridad alimentaria comprometida. Estas evidencias coinciden con las mostradas por la Encovi; en consecuencia afirmar que la inseguridad alimentaria afecta solo a una minoría de la población no es coherente con la realidad, ni con los hallazgos que reporta el informe de la propia misión.
La misión del PMA la ONU define la inseguridad alimentaria como la incapacidad de una persona para obtener sus requerimientos dietéticos básicos. En este contexto plantea, como resultado de su estudio, que la población venezolana ha desarrollado estrategias alimentarias para compensar las carencias que sufre; como consecuencia de esas estrategias la gran mayoría ha logrado satisfacer sus requerimientos nutricionales y solo una minoría cayó en situación de inseguridad alimentaria (AP. 2020). Este planteamiento no tiene base en la realidad pues las estimaciones de los especialistas indican que la reducción en la cantidad y calidad de las porciones, así como la disminución del número de comidas diarias ha provocado una reducción de la ingesta, la cual se ubica lejos de los requerimientos mínimos. En el caso de las calorías la insuficiencia calórica se ha estimado en 75% es decir la ingesta se ubica en promedio 25 puntos por debajo de los requerimientos mínimos (Gutiérrez, A. 2019). Esto revela que en el caso de los sectores de bajos ingresos la insuficiencia es mayor y debe ubicarse 35 puntos por debajo de los requerimientos mínimos. Adicionalmente a ello Encovi encontró que el déficit calórico y protético condijo a una pérdida del peso en 64,3% de la población estimada en 11,4 Kgs.
Referencias:
AP. 2020. ONU. 1 de cada 3 venezolanos enfrenta condiciones de hambre. Febrero, 24.
Gutiérrez, A. 2019. El sistema alimentario venezolano en tiempos del chavismo. (disponible en: www. saber.ula.ve)
Rodríguez Rojas, José E.2020. La seguridad alimentaria en la coyuntura actual. Dígalo Ahí. número 2, marzo 7.
Profesor UCV