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Venezuela y Exxon

Opinión
Tiempo de lectura: 5 min.

Ahora que Chevron adquirió la empresa Hess que es a su vez socia de Exxon en el desarrollo y explotación de zonas petrolíferas en el Esequibo venezolano, y que también la empresa de petróleo de China es parte de ese consorcio, el gobierno venezolano tiene suficiente acceso a EXXON para negociar los activos expropiados y nuevos términos de explotación petrolera en el Esequibo. Venezuela tiene mucho que ofrecer a EXXON. Debemos evitar mas confrontaciones y menos incluir la lucha democrática electoral en la política exterior de EE.UU.

Este enfrentamiento económico, diplomático entre la oposición, el oficialismo y EEUU ha empobrecido a nuestra nación en un grado infinito. Las sanciones recién aliviadas al petróleo y al sector de empresas del estado por parte del gobierno de EE.UU. no solo perjudica al gobierno de Maduro, más tiene un impacto devastador sobre el ciudadano venezolano. Ningún venezolano, y menos dirigentes de la oposición, puede pedir que el gobierno de EE.UU. ponga sanciones a la actividad económica del estado para lograr ningún objetivo político. En Venezuela han dejado de ingresar $400.000 millones en 5 años de sanciones al petróleo. Aún con mal manejo administrativo, muchos sueldos se pueden pagar con esos ingresos y muchas empresas pueden vender más productos en todos los sectores de la economía. Al costo del enfrentamiento entre nuestros gobiernos, hay que sumar la posible pérdida de Citgo y del Esequibo, una amenaza que se calcula de aún mayor pérdida que las sanciones para la economía venezolana. Es verdad Exxon fue expropiada y no pagada. Pero el gobierno de Maduro debe rectificar inmediatamente esa situación y evitar la confrontación y actitud revanchista de la Administración Biden para no poner en riego a Citgo ni al Esequibo, ya que el perjuicio de esas pérdidas tendrá efectos por siglos. Y el daño de esas políticas de la Administración Biden recae solo sobre el ciudadano venezolano, ya que ni los altos funcionarios públicos venezolanos ni los lideres prominentes de la oposición son vulnerables a esas sanciones económicas. Todas las empresas venezolanas facturan 1/10 (e igual los sueldos) de lo que harían si no hubiera sanciones. La inhabilitación o no de María Corina Machado no debe servir para carta para negociar el levantamiento o no de las sanciones económicas, ni para que Exxon y EEUU generen perdidas a Venezuela por Citgo y el Esequibo.
La realidad es que la economía venezolana no podrá despegar mientras el levantamiento de las sanciones económicas de EEUU sean temporales. Ningún sector de la economía podrá impulsar el desarrollo del país mas que el petróleo y la minería sobre el que recae las sanciones. El turismo nunca podrá traer $60.000 millones anualmente en PIB. Menos aún los países BRICS, ni los del G77, podrán jamás compensar la pérdida de ingresos para Venezuela. Ningún país BRICS, G77, ni de Caricom evitará esa dramática pérdida de ventas de petróleo y gas de PDVSA, ni la pérdida del Esequibo. También el cierre del crédito internacional para las empresas privadas venezolanas hace inviable al país. Es hora de que el gobierno del presidente Maduro le dé máxima prioridad a tan importante acción diplomática y no minimice más el tema ni piense que haya sustitutos a EE.UU. al buscar apoyo de otros países como China, Qatar, Turquía, Rusia,, etc.. Las sanciones de EE.UU están arrasando con Venezuela como un Tsunami o el deslave del 1999. 

Todos los habitantes de Venezuela , empezando por los lideres de la oposición, debemos elevar nuestra petición a ambos gobiernos para que sus enfrentamientos no afecten la economía nacional, que solo destruye el tejido social de los venezolanos. 

Basta de candidatos y lideres opositores pidiendo condicionamientos electorales para que levanten las sanciones. EEUU debe levantar las sanciones económicas al petróleo sin condiciones y en forma permanente. La oposición siempre puede reunificarse y adaptarse para ganar elecciones aun con desventajas sin causar mayores daños a la economía. 

EEUU no tiene por qué elegir entre dirigentes opositores y darles apoyo a unos sí y a otros no, y menos aún cuando a muchos de los que apoya ni siquiera se presentaron a elecciones pasadas de alcalde y gobernadores. EE.UU. debe permitir, como ocurrió en Barinas, que la oposición gane sus votos y batalle por ganar elecciones así sean en condiciones desventajosas. La democracia es una conquista día a día y no puede ser tutelada. EE.UU. puede y debe poner sanciones individuales a personas del gobierno que corrompan su sistema financiero y su economía. También a los que violan derechos humanos y políticos. Pero la administración Biden debe a toda costa evitar sanciones sobre la economía que debiliten a los ciudadanos. 

El gobierno de Venezuela también debe ser respetuoso de los EE.UU. y de los ciudadanos venezolanos. El gobierno de Maduro al acercarse a China y Rusia debe saber que esas naciones enfrentan geopolíticamente a los EE.UU. Estados Unidos es el mejor cliente e inversionista de Venezuela. El gobierno del presidente Maduro tiene que hacer cálculos costo/beneficios también para el ciudadano venezolano que necesita que los EE.UU. y sus empresas inviertan y generen bienestar en el país. El país necesita inversiones de todos los países y no debe alinearse geopolíticamente con ninguno. Debe contribuir y hacer puentes de entendimiento entre China, Rusia y EE.UU.. No alimentar la confrontación ni tomar parte. EE.UU. no va a ser derrotado por China y Rusia a corto plazo. Así que posicionarse en favor de Rusia y China contra EE.UU. en su política internacional también es un asunto que debe evitarse. 

Venezuela es una sociedad económicamente muy abatida. Solo el 29 % de la sociedad puede aguantar un mes sin tener ingresos, esto es, vivir de sus ahorros. El país está en el puesto 114 siguiéndole el Zimbabue y Togo en capacidad de ahorros. La población venezolana prácticamente agotó sus ahorros con tantos años de dificultades económicas producto de corrupción, controles de cambio y ahora las sanciones de los EE.UU.. Las sanciones a PDVSA, rematando a Citgo o apoyando a Guyana para arrebatar al Esequibo son políticas totalmente de daño irreparable para los venezolanos. El gobierno de Maduro debe pagar a Exxon y reanimarla a volver a Venezuela. La Administración Biden debe pensar también que tal vez Guyana mañana tenga un gobierno que no simpatice con los EE.UU..

X: @alejandrojsucre